Es muy crítico con el anterior ejecutivo, al que acusa de haber “quebrado” la sanidad regional



11 nov. 2015 22:01H
SE LEE EN 17 minutos
Leire Sopuerta / Ismael Sánchez. Imagen: Joana Huertas. Mérida
El consejero de Sanidad y Políticas Sociales de Extremadura, José María Vergeles, es un hombre que conoce el sector, con experiencia y un perfil muy político. En una entrevista para Redacción Médica no ha dudado en criticar duramente al anterior ejecutivo y en posicionarse al lado de los profesionales. Ya ha adelantado que, en el próximo año, no podrá ofrecerles incentivos económicos, aunque sí ha apostado por darles la mayor participación posible a través de los pactos de gestión.  Firme defensor de la sanidad pública, ha defendido la norma en la que trabaja para “blindar” el sistema público porque “forma parte de nuestro ideario”.

José María Vergeles, consejero de Sanidad y Políticas Sociales de Extremadura.

¿Cuál es la situación del Servicio Extremeño de Salud (SES) en el momento actual?

La situación del Servicio de Salud de Extremadura en estos momentos, si fuese una empresa privada, sería de quiebra económica. Vamos a cerrar el año con una deuda de 430 millones de euros. Eso es más de un tercio del presupuesto anual que tiene el SES. No solo se ha incumplido el objetivo de deuda, sino también el pago a proveedores. En este ejercicio 2015 estamos pagando algo más de 10 millones de euros en intereses de demora en el pago a proveedores.

Esto me preocupa, pero además, me preocupa mucho la deuda de credibilidad de los  profesionales, a los que se ha abandonado en estos últimos cuatro años. El sistema sanitario ha funcionado en estos cuatro años gracias a sus excelentes profesionales. No se han firmado pactos de gestión, ni objetivos con los servicios o centros de Atención Primaria, ni se han recuperado derechos laborales. Y eso ha supuesto una pérdida de credibilidad.

¿Es posible que haya empeorado tanto la situación en tan solo cuatro años o es que la sanidad extremeña tiene defectos estructurales que provocan este deterioro?

Hace cuatro años dejamos una deuda de 150-180 millones de euros, que corresponde al déficit crónico de infrafinanciación de los sistemas sanitarios y es entendible. Sin embargo achacamos a esta última legislatura el volumen más importante de deuda debido al Real Decreto Ley 16/2012, que dio al traste con el concepto del Sistema Nacional de Salud tal como lo conocíamos, e introdujo una tremenda distorsión en los servicios regionales de salud.

A esto se une que, en el primer ejercicio económico del presidente Monago, se produjo un recorte tremendo en la sanidad extremeña, el más alto de todo el país, del 22 por ciento. Supuso más de 200 millones de euros. A partir de ese momento no han sido capaces de recuperar el arrastre producido en ese primer ejercicio económico, que fue catastrófico.

Además, los últimos presupuestos del señor Monago, los que hemos heredado, tenían un desequilibrio entre ingresos y gastos. De hecho, eran una mentira porque no había fondos detrás de las partidas presupuestarias. Y, por último, en el ejercicio 2015 se va a producir una desviación en capítulo 1 de 22 millones de euros para cumplir con los derechos de los profesionales, me refiero a la paga extra y a los días de asuntos propios. Y el grueso de esa desviación se debe a una falta de cobertura económica producida por el anterior gobierno.

¿Cuál es la situación actual de los profesionales y qué demandas le han hecho llegar en este tiempo?

Estamos, como decía, en una situación económica complicada y nos gustaría retomar los acuerdos sindicales que quedaron en suspenso. Lamentablemente para el ejercicio 2016 no seremos capaces de asumirlo, por lo tanto no podremos dar incentivos económicos. Pero los profesionales tienen que ver en nosotros a administradores que les escuchan, que intentan resolverles sus problemas.

Además, hay que darles mayor participación en el ámbito de la gestión, algo que vamos a hacer negociando para 2016 los objetivos de gestión en cada uno de los servicios. Y vamos a intentar hacer un esfuerzo para que puedan desarrollarse profesionalmente. Antes que pedir un incentivo económico, solicitan la incorporación de una tecnología a su servicio para ser punteros o para ofrecer una atención de máxima seguridad y calidad. Por eso vamos a hacer una inversión en tecnología como nunca se ha hecho.

A medio plazo, tras los pactos de gestión, incorporaremos fórmulas de gestión clínica, pero con dos condiciones: que la inclusión de los servicios en la gestión clínica no suponga un cambio en el régimen jurídico del servicio y que los profesionales que participan en la gestión clínica no les suponga un cambio como establece en la disposición de la Ley de Farmacovigilancia. No sabemos cómo va a quedar el proyecto en el que trabaja el Ministerio, con el que no estamos de acuerdo.

¿Por qué se opone a este cambio de la gestión clínica?

El consejero ofrece su opinión sobre los cambios en gestión clínica. 

Ya hemos tenido experiencias dramáticas en este país con las fórmulas de gestión y no queremos volver a repetirlas con una privatización encubierta de las fórmulas de gestión clínicas. Gestión clínica en sentido estricto es participación de los profesionales en la gestión. En ningún caso se dice que sea una nueva fórmula de gestión. En la Ley 15/1997, de 25 de abril, sobre habilitación de nuevas formas de gestión del Sistema Nacional de Salud se introdujeron nuevas fórmulas, fundamentalmente interpretadas por la derecha de este país, que han supuesto una…

Una ley aprobada con el voto a favor del PSOE

Por supuesto. Y lo que hemos visto en este tiempo es que la interpretación que se ha hecho se ha traducido exclusivamente en la construcción y explotación de hospitales con la fórmula de colaboración público-privado. De momento no está demostrada una mejora de la gestión y sí una desviación de la atención de los procesos graves a los hospitales públicos.

Ya pasó esto en el Reino Unido y nos debería habernos servido. Entendemos que esas fórmulas de gestión bien interpretadas hubiesen sido una ventaja, pero el sistema público no ha contado con los mecanismos de evaluación para analizarlas y, al final, ha costado mucho más reflotarlas.

¿Se incluyen ahí las empresas públicas de Andalucía por las que la Junta lleva apostando desde el año 92 y que se acogen a la Ley 15/97?

Nosotros no pretendemos blindar esas fórmulas de gestión, que pueden ser útiles, sino las conocidas como PPI o PPF, que son los que nos preocupan y los que, al final, pueden llevar a la privatización.

De hecho una de las medidas de este Gobierno tiene que ver con el blindaje de la sanidad pública. No podemos derogar la Ley 15/97, entre otras cosas, porque nos ha servido para que la sanidad privada sea complementaria de la pública. Y eso no lo satanizamos. Pero en esta nueva norma sí defendemos que siempre que a algún gobernante se le ocurra aplicar una fórmula de colaboración público-privada tendrá que presentar ante la Asamblea un plan estratégico con los mecanismos de evaluación y sus objetivos, que deberá ser aprobado.

Y, respecto a los profesionales, ¿tampoco ningún cambio, solo se limitará a darles más participación, cree que con eso es suficiente?

Los pacientes, cuando llegan a una institución sanitaria, lo que reciben es el mejor de los conocimientos que tienen los profesionales. Por lo tanto, tengo que mejorar su acceso al conocimiento, incentivarles para que sigan dando lo mejor de sí mismos y hacerles partícipes de la gestión. Todo desde el ámbito de lo público.

Recientemente se ha anunciado un nuevo mapa sanitario de Extremadura, ¿en qué va a consistir?

Vergeles detalla las características del nuevo mapa sanitario de la región.

El mapa sanitario no se renueva desde 2008 y es necesario realizar una ordenación territorial en toda la comunidad. Además, ha tenido lugar una situación injusta, como fue el cierre de 21 urgencias rurales. Esto dejó sin cobertura de proximidad a un 33 por ciento de la población. Y supuso también una modificación del mapa sanitario, decisión que no se basó en cuestiones técnicas sino económicas. 

El anterior gerente del SES, Albino Navarro, dijo que no eran necesarias porque había carreteras y servicio de 112. Celebramos que supiese esos datos, porque parecía que no conocía la región. No nos pareció de recibo la decisión del cierre de urgencias. Nosotros nos comprometimos a reabrirlas y así lo estamos haciendo.

Entendemos que han cambiado las comunicaciones, la morbi-mortalidad, las necesidades de salud, la edad de la población, las características socio-económicas… Y esto se tiene que ver reflejado en un estudio serio. Y contaremos con la participación de la ciudadanía, los profesionales y los municipios.

¿También dará cabida a los grupos políticos?

Que yo sepa los grupos políticos son la representación de la ciudadanía. Y también tendrán cabida. No entiendo la propuesta que hace el Partido Popular. Bueno, lo que demuestra es un amplio desconocimiento de cómo es el mapa sanitario y de cómo se organiza.

Usted es médico y conoce bien el sistema, ¿se acuerda de Zafra y la polémica con el hospital del Grupo Pascual?

Soy consejero de sanidad, de la pública y la privada. Nuestra ideología, por la que nos han votado los ciudadanos, nos lleva a apostar porque el sistema sanitario público sea de calidad. Se trata de un elemento que genera igualdad. Y esta es una pieza clave de nuestro ideario y programa político.

Si un grupo privado quiere instalarse en Extremadura y montar un hospital, apoyaremos la iniciativa siempre que exista una perfecta delimitación entre lo público y lo privado, y que la relación sea de complementariedad. En ningún caso de sustitución.

La estrategia que siguió el Grupo Pascual en su día fue generar una demanda ciudadana, prestarla gratis, hacer necesario un hospital en Zafra y, a continuación, establecer los conciertos necesarios y forzar una planificación sanitaria que no estaba prevista dentro del mapa sanitario.

Entonces, ¿cuándo las clínicas privadas no respeten en el plan de ordenación, qué ocurrirá?

Tendremos que actuar. Entonces lo que hicimos fue comprar el centro del Grupo Pascual.

¿Si vuelve a ocurrir una situación así, se dará autorización?

El Grupo Pascual recibió la autorización y se fue escrupuloso con la misma, faltaría más. Lo que no sabíamos es qué técnicas empresariales o pseudo-empresariales iban a utilizar, porque eso no lo evalúa el proceso de autorización, ya nos gustaría. 

El crecimiento del servicio de salud extremeño de entonces no es la realidad actual. Ahora tendríamos que acometer otro tipo de estrategias, más de índole disciplinarias.

Espero que no se produzca una situación de esas características y me da que no ocurrirá. Y le voy a dar un dato: el gobierno de Monago tuvo la intención de construir el nuevo Hospital de Cáceres y el Hospital de Don Benito de la Serena con fórmulas de colaboración público-privada y tiro piedras contra mi propio tejado, pero no todo fue por la oposición que nosotros hicimos. Fue porque aquí las empresas no están interesadas.

¿No concurrió ninguna empresa?

Seguro que no. Lo sabremos algún día. El mercado no está aquí. De ahí mi defensa por la sanidad pública. Detesto decirlo, pero una comunidad de 42.000 kilómetros cuadrados y una densidad de 25 habitantes por kilómetro cuadrado, no es mercado para la sanidad privada. 

Han anunciado una Comisión en la Asamblea que tutele los datos de lista de espera. ¿Cómo va a funcionar y qué espera de su creación?

Vergeles trabaja en varios proyectos para mejorar las listas de espera.

A mí no se me ocurriría jamás decir que los datos de lista de espera son mentira, porque los hacen profesionales. Podré cuestionar la interpretación de las cifras por parte de los administradores del sistema. No obstante, por si acaso se les ocurriese dudar, queremos luz y taquígrafos sobre los datos. Y esa es la idea por la que solicitamos que se crease una comisión en la Asamblea.

La idea es que del análisis y debate de los datos, los grupos políticos recomienden determinadas estrategias que puedan resultarnos útiles para el bien de la gente.

También tenemos en marcha un proceso que busca estar permanentemente ocupados y preocupados por las listas de espera. Porque no todo se arregla con planes de choque. Y, para eso, hay dos estructuras funcionales, participadas por los servicios centrales del Servicio Extremeño de Salud y por las admisiones de los hospitales que son: el observatorio de listas de espera y la oficina central de listas de espera. Ambas tienen el cometido de estar vigilantes del funcionamiento de las listas de espera, analizar cómo funcionan las medidas que se ponen en marcha, los resultados que se obtienen y recomendar a los gestores que se profundice en las mismas o se cambie la estrategia a seguir.

Y, además, estamos diseñando los objetivos de actividad que tienen que tener los servicios para pactarlos en los contratos de gestión. Estos contratos se van a basar en un estudio de los estándares de actividad que son más eficientes y que se están realizando por parte del SES.

Vamos a incluir en la priorización criterios sanitarios y sociales, como recomiendan las agencias de evaluación de tecnología sanitaria, en determinados aspectos, como en intervenciones de cataratas o prótesis de rodilla, al estar bastante validado la inclusión de criterios sociales. Y vamos a aplicar planes de choque en dos aspectos que nos preocupan especialmente: aquellos pacientes que están sin cita y aquellos que llevan más tiempo esperando y superan los tiempos de garantía de la ley de 2005.

¿Cómo ha sido el proceso de cambio en las estructuras directivas?

Las formas de la transición fueron adecuadas. El informe de transición decía la verdad de lo que decía, pero las situaciones complicadas no estaban reflejadas.

¿Puedo influir en ello los numerosos cambios que hubo en la gerencia del SES?

Ellos eran conscientes de la situación catastrófica que tenían y en el informe de transición nos contaron las excelencias. Obviaron la finalización de contratos y las partidas que no estaban cubiertas económicamente.

No me parece que sea debido a un desconocimiento del sector. En esta legislatura llevo competencias de vivienda y no soy arquitecto. Está más en la vocación de servicio a la ciudadanía.

Puede que el desconocimiento del sector de los anteriores gestores haya influido en la deriva a la que han llevado a la sanidad de Extremadura, pero el resto de la Junta está también en una situación de quiebra, por lo que creo que ha sido una desidia de gobierno.

Los Colegios Farmacéuticos han tenido que recurrir a préstamos para hacer frente a los pagos que corresponden a la Administración. ¿Cuál es la situación, cómo se va a afrontar, tiene solución a corto plazo?

El consejero se ha encontrado dificultades para pagar a las farmacias.

Los Colegios de Farmacéuticos han pedido préstamos, así es, apoyados por nosotros. Nosotros hemos querido ser muy transparentes y decirles cómo estaba la situación económica desde el minuto uno. Y hemos sido participantes en la toma de decisiones de los Colegios de Farmacéuticos de Badajoz y de Cáceres.

En la legislatura anterior ya se dejó de pagar a las farmacias, pero lo hicieron de tapadillo, empleando un tipo de crédito con un interés al tres por ciento.

Nosotros lo que hemos negociado con los colegios es que ellos pidieran ese préstamo y si hacía falta, les facilitábamos los trámites con las entidades financieras para que el porcentaje del interés no suba del uno por ciento.

En cuando llegue el fondo a cargo del Fondo de Liquidez Autonómica, se resarcirá la deuda.

¿Cuál es su opinión sobre la prescripción enfermera?

Cuando salga el real decreto ley del Ministerio de Sanidad nos pronunciaremos al respecto. Creo que lo ha gestionado de forma pésima. Donde no había un problema, ha generado un conflicto que no entendemos. Me remito a una legislación que ha sido inocua, como la de Andalucía, que no ha creado ningún problema. Y, sin embargo, aquí han liado la mundial. No me explico cómo ha podido estar tan mal gestionado este asunto.

El Presidente Guillermo Fernández Vara es un referente en el sector y siempre ha estado vinculado a él. ¿Para un consejero es positivo tener a un presidente que conozca tanto el sector?

Para mí es una oportunidad magnífica, hace que las cosas se entiendan infinitamente mejor. Es un alivio para cualquier consejero tener de presidente a Guillermo Fernández Vara. Además, estoy agradecido de que alguien de la talla de Fernández Vara haya confiado en mí. Él tiene capacidad de juicio para elegir en ese sector y es un motivo de satisfacción y responsabilidad tremenda.

Primera parte de la entrevista completa a Vergeles.

Segunda parte de la entrevista completa a Vergeles.


Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.