Manuel Tordera, director general de Salud Pública y Consumo, comparece, en las Cortes para exponer las conclusiones del informe sobre el brote de legionela.
16 nov. 2016 14:40H
SE LEE EN 3 minutos
El director general de Salud Pública del Gobierno de Castilla-La Mancha, Manuel Tordera, ha presentado junto a los jefes de Servicio de Epidemiología y de Salud Ambiental las conclusiones del informe realizado sobre el brote de legionela de Manzanares del pasado año, entre las que destaca que las altas temperaturas experimentadas favorecieron la proliferación de la epidemia.
En su comparecencia en la Comisión de Sanidad, ha detallado más conclusiones de este informe, como que “la rápida actuación y coordinación de las administraciones minimizó la transmisión y facilitó el estudio del brote”; que no hubo ningún caso en menores de 15 años; o que los casos se centraron en el norte del municipio, debido a la mayor presencia de focos de riesgo.
Tordera ha explicado cronológicamente todas las acciones llevadas a cabo desde la Administración regional al conocerse el brote. Así, ha comenzado recordando cómo en el mismo día, se ordenan varias acciones desde la Consejería, como obtener información de zonas de riesgo, pedir revisiones del último año de las mismas, ordenar la parada de instalaciones de riesgo, informar al servicio de emergencias para descartar casos, indicar cualquier caso detectado a la guardia de epidemiología de Ciudad Real y informar a centros de salud cercanos para que derivasen cualquier neumonía.
“Se informa a la ciudadanía, a los medios de comunicación; se crea una comisión con autoridades sanitarias y técnicos en epidemiología”, ha detallado el responsable, según el cual desde el primer momento hubo seguimiento y análisis de todos los casos, informando a la Consejería.
277 atendidos y 4 fallecidos
Tordera ha incidido en hechos poco conocidos, como que el 23 de diciembre, un helicóptero sobrevoló Manzanares para buscar instalaciones no registradas, sin encontrar ninguna. Además, ha puesto el acento en que en todo momento se han dado explicaciones a través de reuniones, ruedas de prensa abiertas al público o comunicados de prensa. Es el 28 de enero cuando el brote se da por finalizado, según ha explicado.
En total fueron 277 los pacientes atendidos por legionela, de los cuales 101 fueron hospitalizados y cuatro acabaron falleciendo. Desde Salud pública se destaca la baja mortalidad del brote. Entre los días 12 y 25 de diciembre se registraron la mayor parte de casos. El caso de mayor edad fue de 95 años, siendo los mayores de 75 los más afectados. Solo 30 casos vivían fuera de Manzanares, uno de ellos en Toledo. Los hospitalizados permanecieron una media de 6 días hospitalizados.
Por su parte, Fernando Cebrián, el jefe de Servicio de Sanidad Ambiental, ha puesto de manifiesto que se coordinaron varios servicios de control epidemiológico, y se cogieron al día siguiente de declararse el brote hasta 22 muestras diferentes de estaciones de riesgo. Ha querido enfatizar que ya el 21 de diciembre se habían inspeccionado más de 100 establecimientos de 116 implicados, casi el 90% del total
En el proceso de análisis, se zonificó el municipio en ocho zonas y se estudió no solo instalaciones de riesgo como torres de refrigeración sino también fuentes, estaciones de lavado de vehículos, camiones de baldeo o regadíos. Se tomaron según Cebrián 307 muestras, 140 analizadas de manera rápida. En general, solamente 25 fueron positivas, lo que supone un 8% de positividad.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.