El plan está basado en siete líneas de acción con intervención multidisciplinar según sea necesario

Sacyl.
La Junta de Castilla y León publica la Estrategia en Salud Mental hasta el 2030.


30 ene. 2025 14:20H
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La Junta de Castilla y León ha aprobado la Estrategia de Asistencia en Salud Mental 2024-2030, que incluye formación especializada de los profesionales sanitarios, intervención multidisciplinar, investigación e innovación, así como la implementación de desarrollos tecnológicos que  faciliten una mejor atención. 

El plan se ha publicado este jueves en el Boletín Oficial de la comunidad y está sustentado en siete líneas estratégicas o de acción definidas como: conductas suicidas, trastorno mental común y Atención Primaria, salud mental en la infancia y la adolescencia, trastorno mental grave, trastorno mental y adicciones, salud mental en grupos de mayor vulnerabilidad y salud mental de las personas mayores.

Conductas suicidas


Son consideradas como un "problema de alta prioridad para la salud pública" siendo de 2019 a 2022 la "primera causa de muerte externa" en España y en la región. En este sentido, uno de los puntos de acción es la continuidad asistencial y la coordinación, poniendo énfasis en la intervención multidisciplinar de los profesionales de Psiquiatría y Salud Mental con otros implicados en la prevención y atención de conductas suicidas.

En cuanto a la gestión del conocimiento, incluye la formación en la detección, atención, manejo y seguimiento de conductas e ideaciones autolíticas, favorecer y desarrollar la investigación en factores etiológicos relacionados con el suicidio, su epidemiología, tratamiento y nuevos desarrollos; con una oferta formativa a profesionales que trabajan con sectores de población que pueden desencadenar conductas suicidas.

De la misma forma, plantea la investigación epidemiológica, clínica y social para "mejorar la evidencia sobre la conducta suicida, conocer mejor los factores asociados a la misma y su prevención".

Trastorno mental común y Atención Primaria


Esta línea estratégica contempla programas de sensibilización para "combatir el estigma hacia los problemas de salud mental entre los profesionales" en todos los centros de Atención Primaria, así como un acercamiento de los profesionales de salud mental a los centros, ya sea de forma física o telemática, en función de la demanda asistencial.

También incluye el trabajo coordinado entre Atención Primaria y Salud Mental para "asesoramientos rápidos y fomentar su cooperación y seguimiento conjunto", con la puesta en marcha de reuniones periódicas entre los diferentes servicios y fomentar la formación de los profesionales de AP y la investigación e innovación en el área de los trastornos mentales comunes.

Además, se prevé incorporar en la Historia Clínica Electrónica (HCE) "el conjunto de datos mínimos de los indicadores de salud mental y malestar emocional que puedan ser registrados, compartidos y extraídos por los profesionales de los niveles asistenciales sanitarios", así como instaurar un programa de telesalud mental que permita no solo la atención a personas con problemas de salud mental, sino la consultoría de profesionales de AP especialmente en los centros de la zona rural.

Salud mental en la infancia y la adolescencia


El tercer eje, denominado Salud mental en la infancia y la adolescencia, es una nueva especialidad que, según destaca el documento de Castilla y León, "supone un reto docente para la comunidad y para el sistema de formación para los MIR, que exige un impulso a la formación y la investigación". Así, propone asegurar la continuidad asistencial y la coordinación entre los diferentes agentes implicados en la atención sociosanitaria en salud mental infanto-juvenil, a través de la implementación de circuitos asistenciales y espacios de coordinación formales y eficientes con los principales agentes implicados en infancia y adolescencia, además de entre los sanitarios, y Educación, Servicios Sociales y Justicia.

Este punto incluye el intercambio de información como elemento esencial de coordinación entre los diferentes agentes implicados en la atención sociosanitaria en salud mental infanto-juvenil, para ello se tiene previsto el desarrollo de una aplicación o plataforma digital que permita la comunicación síncrona y asíncrona entre todos los equipos profesionales de las instituciones públicas que intervienen con un paciente.

El plan también propone la acreditación de Unidades Docentes Multiprofesionales (UDM) de salud mental en áreas de Castilla y León que "incrementen la oferta de rotaciones en dispositivos docentes de la Infancia y Adolescencia" y que, a su vez, permitan acreditar plazas de Formación Sanitaria Especializada (FSE) en Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia.

Otro objetivo es fomentar la investigación en la prevención de los problemas de salud mental, promoción y atención en todos los perfiles profesionales que trabajan en estos dispositivos.

Trastorno mental grave (TMG)


Este punto contempla la mejora de la coordinación, comunicación y la continuidad asistencial entre los profesionales del ámbito sanitario con perspectiva multidisciplinar "para brindar una atención integral en el ámbito de la salud a personas con diagnósticos de TMG, familias y personas cuidadoras".

Para ello se considera, entre otras medidas, la creación de grupos mixtos de trabajo con profesionales de Atención Primaria y de salud mental para la supervisión de casos, formación conjunta, mejora de las vías de comunicación, coordinación y elaboración de protocolos".

Además, en cuanto a iniciativas de digitalización, está el acceso y registro de la HCE de todas las categorías profesionales implicadas en la atención de los trastornos mentales graves en un entorno digital unificado "en cualquiera de los dispositivos donde se esté prestando atención al paciente". Así también, generar un perfil específico en la historia clínica electrónica para el paciente con TMG donde se unifiquen los documentos necesarios para llevar a cabo los planes individualizados de tratamientos.

La capacitación de los profesionales no queda de lado con la mejora progresiva y constante en la atención clínica basada en la actualización del conocimiento y en la investigación aplicada e innovación de los TMG.

Salud mental y adicciones


Como en los otros puntos, promover la continuidad asistencial y la intervención continuada es uno de los objetivos generales. Para lograrlo se contempla, entre otros, el diseño de un protocolo autonómico de coordinación entre Sacyl, la RAD y los servicios de referencia de prevención (SRP) que garanticen la detección, valoración diagnóstica, derivación, intervención coordinada y el seguimiento de personas con patología dual grave.

En cuanto a la digitalización, de busca promover el uso de las tecnologías en la prevención, detección precoz y abordaje terapéutico con la inclusión del traspaso de información clínica segura entre los profesionales que trabajan en este ámbito. "Fomentar la asistencia sanitaria a través de plataformas digitales mediante la innovación aplicable, efectiva y medible", detalla el documento.

Para la gestión del conocimiento, una medida será la rotación de residentes de Medicina, Psicología y Enfermería para "garantizar el conocimiento de los distintos dispositivos para pacientes duales". Además, la formación al personal de Atención Primaria de los servicios de Urgencias y/o Emergencias como dispositivos de primera línea en la detección de problemas relacionados con el consumo de sustancias.

Salud mental en grupos de mayor vulnerabilidad


Este punto aborda grupos con discapacidad intelectual, personas en exclusión social, personas con diversidad de identidad de género y trastornos mentales y violencia de género.

Para cada uno de ellos, las acciones se centran en la implicación a los profesionales sanitarios en la detección de los signos que alertan del inicio de un trastorno mental en aquellas personas con diagnóstico de discapacidad intelectual de base, así como fomentar la coordinación de todos los agentes implicados en la atención y la capacitación de profesionales sanitarios y no sanitarios que trabajan directamente con estos pacientes y la formación periódica.

Salud mental de las personas mayores


Por último, aquí se contempla el trabajo coordinado entre los diferentes niveles sanitarios asistenciales con actuaciones que eviten la institucionalización no deseada y la soledad social y ambiental; establecer sistemas de información conectados entre los sanitarios y los recursos de Servicios Sociales para favorecer la continuidad asistencial.

De la misma forma, está prevista la inclusión en los programas de formación continuada de profesionales involucrados en la asistencia a personas mayores con diagnóstico de trastorno mental, de actividades formativas relacionadas con la prevención, atención y evaluación de las situaciones que influyen en la salud mental de las personas mayores. 
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