La
pandemia de coronavirus mantiene en jaque a los sistemas sanitarios de medio mundo desde hace semanas. La curva de contagios ha comenzado a remitir en ciertos países. Sin embargo, la
tensión en los hospitales, continúa.
Como profesional, Ivette Pataki decidía
mostrar esta dura realidad a través de su cuenta de Twitter para tratar de concienciar a la población. En su opinión, vivir esta dramática situación disuadiría a más de uno a la hora de
saltarse el confinamiento. "Si hubiera podido grabar un vídeo de cómo es estar ahí como paciente, NADIE, saldría de sus casas. Ni de vacaciones, ni de peda a la casa del amigo..."
Sin embargo, no descarta una
ola de contagios en México durante la segunda quincena de abril, provocada por toda la gente que decidió ignorar la cuarentena e
irse de vacaciones en Semana Santa.
El coronavirus no solo afecta a personas mayores
Esta reumatóloga mexicana relataba su
primera guardia con pacientes infectados por Covid-19. Destacaba, en concreto, el caso de una joven de 22 años, que había contraído el virus al dar a luz en el hospital.
Al malestar provocado por la enfermedad, se sumaba la
ansiedad que le producía "no saber nada de su bebé ni de su marido" tras
4 días de aislamiento. El estar rodeada de personas conectadas a ventiladores, sin poder "ver sus caras", tampoco es algo alentador, según Pataki. Los sanitarios tuvieron que "sedarla", ya que no "había manera de calmarla". Una prueba de que el
coronavirus "no solo afecta a las personas mayores".
El
aislamiento es, de hecho, una de las
consencuencias más duras de esta enfermedad, según la facultativa. "No vuelves a tener contacto con tu familia, ni con tus amigos, al menos hasta que salgas de ahí. Si sales." Con las únicas personas con las que estableces cierto contacto es con los doctores, "vestidos con
trajes de astronauta", que te "revisan o te dan algún medicamento".
Pataki tambíén habla de lo duro que es trabajar precisamente en estas condiciones. Los cambios entre profesionales son constantes, ya que resulta "imposible" estar más de seis horas con un EPI, "bañados en sudor y sin poder respirar bien". Esto dificullta enormemente el seguimiento "personalizado" de los pacientes con
Covid-19.
"Lo único que podía pensar mientras caminaba con mi traje de astronauta ahí dentro era que, esa área, parece una
película del Apocalipsis", aseguraba la profesional, que no cree que haya que "ver para creer" .
"Todo es Covid, hasta demostrar lo contrario"
A esta unidad llegan tanto los
casos confirmados como los sospechosos, es decir, personas que padecen algún tipo de insuficiencia respiratoria. "Todo es Covid hasta demostrar lo contrario", puesto que el procedimiento operacional es "muy ambiguo". Por tanto, "no es buen momento para enfermar de nada", advierte.
La crisis del coronavirus sigue suponiendo
un reto a día de hoy para aquellos que luchan en primera línea. "Estamos aprendiendo, todo es nuevo para nosotros", reconoce la profesional, que asegura que se está tratando de optimizar el sistema, adaptándolo y haciéndolo más eficiente.
Muchos de ellos han tenido que
aprender funciones nuevas, distintas a las de su área para poder ayudar dadas las circunstancias. Pataki forma parte de la tercera línea de apoyo, después de que muchos sanitarios enfermaran.
Como conclusión, esta profesional insiste en la
necesidad de quedarse en casa e invita a todos a reflexionar sobre las consecuencias de la enfermedad.
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