MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Un equipo de científicos de la Universidad de Okayama (Japón) ha demostrado la relación entre la microbiota vaginal y la cistitis recurrente comparando la microbiota vaginal de mujeres posmenopáusicas con y sin cistitis.
El equipo también investigó la abundancia relativa de distintas especies bacterianas en la vagina, antes y después de la administración de óvulos vaginales que contenían 'Lactobacillus crispatus' para estudiar el efecto terapéutico del 'Lactobacillus' en este grupo demográfico.
La cistitis recurrente es una infección frecuente de las vías urinarias y la vejiga, muy frecuente entre las mujeres posmenopáusicas. En circunstancias sanas, la vagina humana alberga una gran cantidad de bacterias intestinales beneficiosas, como los lactobacilos.
Sin embargo, en el caso de las infecciones del tracto urinario (ITU), se produce una disminución de la abundancia de 'Lactobacilli' y un aumento de bacterias patógenas, como 'Escherichia coli' ('E. coli').
Estudios anteriores han demostrado que los cambios en la microbiota vaginal son una razón clave para el desarrollo de las ITU. Además, algunos ensayos clínicos han demostrado la utilidad de los óvulos vaginales que contienen 'Lactobacillus' en la prevención de la cistitis recurrente. Se desconoce si las mujeres que han sufrido la menopausia (que se sabe que va acompañada de un cambio en la microbiota vaginal) obtienen beneficios de estos óvulos.
Sin embargo, faltaan estudios que comparen la microbiota vaginal de mujeres posmenopáusicas con cistitis recurrente y cistitis no complicada con la de mujeres posmenopáusicas sanas, así como los cambios en la microbiota vaginal antes y durante la intervención con óvulos vaginales que contienen 'Lactobacillus' con cistitis recurrente.
En este nuevo estudio, publicado en la revista científica 'Frontiers in Microbiology', el equipo de investigadores utilizó la secuenciación génica basada en el ácido ribonucleico ribosómico 16S (ARNr) para analizar la comunidad bacteriana presente en las muestras vaginales de mujeres posmenopáusicas sanas, las que padecían cistitis recurrente, las que tenían cistitis no complicada y las que recibieron óvulos vaginales con 'Lactobacillus crispatus' para la prevención del cistitis recurrente.
Descubrieron que las especies bacterianas presentes en los grupos de cistitis sana y no complicada eran significativamente diferentes, aunque el grupo de cistitis no complicada y el grupo sano mostraban aparentes similitudes en sus respectivas comunidades bacterianas. Además, los microbiomas de los grupos de cistitis no complicada y sano también eran muy diferentes de los del grupo de cistitis recurrente.
Al comparar el microbioma vaginal en el grupo de cistitis recurrente y el de prevención, si bien se observaron algunas similitudes en la diversidad de especies bacterianas, su abundancia relativa difería entre los dos grupos.
El equipo no encontró lactobacilos en las muestras vaginales de las pacientes posmenopáusicas con cistitis recurrente. En cambio, las especies dominantes eran varios miembros de la familia Enterobacteriaceae, que incluye muchas bacterias uropatógenas.
Esto contrasta claramente con la microbiota vaginal sana, que es rica en bacterias intestinales sanas como los lactobacilos. Cabe destacar que la abundancia relativa de 'Lactobacilli' en el grupo de prevención de la cistitis recurrente fue mucho mayor (19%) que en el grupo de cistitis recurrente, debido al óvulo.
"Hemos descubierto que la microbiota vaginal de las mujeres posmenopáusicas con cistitis recurrente es esencialmente diferente de la de las mujeres posmenopáusicas con cistitis no complicada o de la de las mujeres sanas", ha resaltado uno de los autores de la investigación, Takanori Sekito.
El estudio demuestra que la cistitis recurrente se produce cuando los lactobacilos, un miembro fundamental de la microbiota vaginal sana, se agotan y son sustituidos por bacterias patógenas, como 'E. coli'. El tratamiento de la cistitis recurrente implica el uso de agentes antimicrobianos, que son propensos a la resistencia a los antibióticos.
Esta investigación sugiere una vía terapéutica alternativa en forma de óvulos vaginales que contienen lactobacilos que pueden ayudar a reducir el desequilibrio de la microbiota vaginal y, a su vez, reducir la aparición de cistitis recurrente.
Además, el uso frecuente de antimicrobianos en casos de infecciones recurrentes puede llegar a provocar formas graves de cistitis, aún más difíciles de tratar. "Los óvulos vaginales de 'Lactobacillus' tienen el potencial de ser un nuevo método preventivo para ayudar a las numerosas personas que sufren cistitis recurrentes, que no pueden curarse adecuadamente tomando antimicrobianos", ha concluido Sekito.