MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha querido llamar la atención sobre la importancia de que los ciudadanos empiecen a adoptar medidas personales para protegerse de la contaminación.
A juicio de la organización, los propios ciudadanos tienen que empezar a realizar elecciones personales recomendadas para proteger su salud respiratoria y, en general, frente a la contaminación del aire, contra la que ya no bastan solo las políticas públicas que se ponen en marcha.
El abanico de medidas que pueden adoptar los ciudadanos de forma individual es amplio y, entre ellas, figuran desde llevar mascarillas en las condiciones en que estén prescritas, limitar el ejercicio físico al aire libre en los días de más contaminación atmosférica y cerca de las fuentes de esta contaminación, intentar reducir la exposición a la contaminación del aire de carreteras mientras se viaja de un lugar a otro o utilizar sistemas de calidad del aire para planificar las actividades.
Las muertes causadas por la contaminación del aire se habían subestimado, ya que existen actualmente 9 millones de defunciones anuales de forma global en todo el mundo, de las cuales el 99 por ciento se deben a causas domésticas de la contaminación del aire y casi el 90 por ciento debido a la contaminación del aire ambiental ocurre entre la población con ingresos medios y bajos, donde la quema de combustibles sólidos para cocinar y calentar es un problema importante.
Además, el 25 por ciento de muertes prematuras cuya causa es la contaminación del aire son de tipo respiratorio. Pero a las enfermedades y muertes por causas respiratorias relacionadas con la contaminación del aire hay que sumar la morbilidad y mortalidad cardiovascular, dado que la inhalación es la puerta de entrada común de los contaminantes.
Teniendo presentes estos datos y que éstos van al alza, que protegerse frente a la contaminación del aire no solo ayuda a proteger la salud respiratoria, sino también la cardiovascular y que no existe una exposición a la contaminación del aire que sea de riesgo cero, no solo es preciso poner en marcha políticas públicas, sino también hacer recomendaciones a los ciudadanos para que opten por elecciones personales que les permitan evitar el impacto de la contaminación del aire.
Estas medidas son útiles para toda la ciudadanía, pero especialmente para personas con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o que puedan desarrollar estas enfermedades en el futuro. Las evidencias respecto a las recomendaciones planteadas para reducir el impacto de la contaminación del aire, aplicables a nivel local, en distintos países.
Las recomendaciones para minimizar la contaminación del aire ambiental son llevar respiradores de partículas ajustados, como las mascarillas N95, cuando los niveles de la contaminación ambiental sean altos o se viaje a áreas con altos niveles ambientales de contaminación del aire; y cambiar del transporte motorizado al transporte activo, como andar o ir en bicicleta.
Asimismo, aconseja elegir rutas de viaje que minimicen el tráfico cercano a la carretera para evitar la exposición a la contaminación del aire, donde haya poco tráfico, rutas y recorridos con los espacios abiertos, minimizar los viajes durante las horas pico y evitar retrasos en áreas de alta contaminación del aire cuando sea posible.
También aconseja optimizar el estilo de conducción y la conducción del vehículo, como conducir con las ventanillas cerradas en medio del tráfico, mantener los sistemas de filtración del aire del automóvil y evitar el motor inactivo; hacer ejercicio al aire libre de forma regular, pero de forma moderada cuando haya niveles de contaminación del aire altos; y estar atentos a los niveles de contaminación locales.
Las recomendaciones para minimizar la exposición personal a la contaminación del aire doméstico pasan por utilizar combustibles limpios y asegurarse de que el hogar tenga ventilación donde sea posible y adoptar mejoras en estufas, donde los recursos sean suficientes; y usar limpiadores de aire portátiles combinados con medidas para reducir la fuente de consumo doméstico, contaminación del aire y estrategias para mejorar ventilación.
Y, por último, esta publicación apela a que los ciudadanos tengan presentes que existen dos recomendaciones más que pueden ser modificadores de los efectos de la contaminación. Para ello, aconseja tratarse del asma, la EPOC u otras afecciones respiratorias, pues tener estas enfermedades bajo control es crucial para combatir el riesgo aumentado de la contaminación del aire ambiental o doméstica.
Del mismo modo, aboga por modificar la dieta y complementarla con antioxidantes o agentes inflamatorios, porque una dieta equilibrada se asocia con una disminución del riesgo de enfermedades crónicas.