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5 sept. 2023 13:36H
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MADRID, 5 (EUROPA PRESS)

El Consejo General de Dentistas ha advertido de que los niños que respiran por la boca pueden tener problemas en su desarrollo bucodental y su salud general.

En primer lugar, produce cambios en el rostro, ya que respirar por la boca altera el crecimiento y desarrollo de los maxilares. Además, la respiración bucal está relacionada con la mordida abierta, el paladar estrecho y la mandíbula retraída.

Otra de las consecuencias es que la respiración oral puede provocar dientes mal alineados, ya que afecta a la posición de los dientes, que pueden torcerse y apiñarse, lo que dificulta la higiene y aumenta el riesgo de caries y enfermedades de las encías.

Este hábito también provoca problemas de mordida, ya que estos niños, a menudo, tienen problemas mandibulares que les generan dificultades para morder y masticar los alimentos de manera eficaz.

La respiración oral también puede llevar a la deshidratación oral, pues provoca sequedad en la boca y disminuye la producción de saliva, creando una propensión a padecer caries, mal aliento y acumulación de bacterias.

Por otro lado, otro inconveniente es que produce ronquido y tos nocturna. "Al no respirar por la nariz, cuando el niño se tumba le resulta difícil respirar y tener un sueño reparador", señalan los dentistas.

Finalmente, esta respiración también suscita una apnea del sueño --una pausa respiratoria que se produce al dormir e impide una buena oxigenación y descansar correctamente--; irritabilidad, falta de atención y cansancio; otitis de repetición y baja audición y una respiración anómala.

"Que un niño respire por la boca puede deberse a varias causas, como rinitis alérgica, sinusitis, desviación del tabique nasal, infecciones respiratorias, vegetaciones o amígdalas demasiado grandes, e hipotonía muscular", explican.

VENTAJAS DE LA RESPIRACIÓN NASAL

La respiración nasal tiene una función de defensa. Cuando el aire entra por la nariz, los vellos nasales lo filtran y detienen la entrada al organismo de partículas de polvo, virus, bacterias y hongos. Además, las fosas nasales calientan y humidifican el aire, evitando que entre demasiado frío, y se estimula la producción de ácido nítrico, sustancia que facilita la distribución y la absorción de oxígeno por los pulmones.

"En la respiración bucal no se produce ninguna de estas funciones. Respirar por la boca conlleva inspirar un aire más contaminado, no atemperado y seco. Por lo tanto, si se observa que el niño respira de esta forma, hay que consultar al dentista y al médico para que lo evalúen e indiquen el tratamiento adecuado para solucionar el problema y evitar sus consecuencias", explica el presidente del Consejo General de Dentistas, Óscar Castro Reino.

En este sentido, el doctor recuerda que el 70 por ciento de los menores de 4 años en España nunca ha ido al dentista. "Muchos padres piensan erróneamente que, como los dientes temporales se van a caer, no tienen ninguna importancia, pero cumplen funciones determinantes: mantienen el espacio para los dientes permanentes, permiten una correcta masticación y fonación y dan autoestima al niño", ha comentado.

"Una mala salud de los dientes temporales es un factor de riesgo para los futuros dientes permanentes. Por lo tanto, retrasar la primera visita al dentista hasta los 2 o 3 años tiene un impacto negativo en el estado bucodental del menor", ha concluido.

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