Los bares y cafeterías deberán cerrar a las 20:00 horas los días 'clave' de Navidad
LOGROÑO, 16 (EUROPA PRESS)
La presidenta del Gobierno riojano, Concha Andreu, ha anunciado hoy que las salidas y entradas a La Rioja estarán permitidas entre el 23 y el 26 de diciembre; y entre el 30 de diciembre y el 2 de enero.
En rueda de prensa, Andreu ha informado de que se mantiene en la comunidad el cierre perimetral hasta el 15 de enero y se abren dos opciones de desplazamiento a cualquier otro lugar del país: entre el 23 y el 26 de diciembre y entre el 30 diciembre y el 2 de enero.
La presidenta ha concretado que sólo se permitirán desplazamientos a "otros territorios que sean lugares de residencia habitual de familiares o personas allegadas".
Habrá un formulario de declaración responsable, que se publicará en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR) mañana, con el resto de medidas, y se exhibirá sólo si lo solicitan las fuerzas de seguridad.
Con respecto a qué son personas allegadas, la presidenta ha explicado que es tan sencillo como buscar la definición de la Real Academia de la Lengua (cercana a otra en parentesco, amistad, trato o confianza).
Se mantiene el toque de queda de las 23 y los 5 de la mañana, hasta el 15 de enero. Sin embargo, las noches del 24 al 25 y del 31 al 1 (Nochebuena y Nochevieja) el retorno al lugar de residencia habitual se podrá realizar hasta la 1:30 de la madrugada.
En cuanto a los bares y cafeterías, el horario de cierre durante esas las jornadas 'clave' (del 23 al 26 y del 30 al 2) de Navidad, será a las 8 de la tarde, salvo para servicios de comida a domicilio o recogida. El resto, continúa igual (hasta las 11:00).
Las reuniones entre familiares y allegados tendrán un límite de diez personas como máximo (a no ser que sean convivientes), y deberán ser de un máximo de dos grupos de convivientes. La recomendación, no obstante, es que sean todos convivientes.
La presidenta ha destacado que "no estamos en situación de relajación" porque la pandemia está en un "momento critico". Las medidas, además, están dentro del Estado de Alarma en el que nos encontramos.
Ha recordado, además, que "hemos vivido lo que supone bajar la guardia" y, por tanto, "un otoño duro" con el coste que ha supuesto que se aumenten la presión hospitalaria y los fallecimientos.
Lo ocurrido, ha dicho, es "fruto de nuestros actos, porque aunque la mayoría es respetuoso, cuando fallan unos pocos acabamos fallando todos"; y "de cara a las Navidades no hay excusa a la hora de cumplir las normas". "Todos estamos cansados de esta situación, pero la prioridad sigue siendo controlar la pandemia", ha dicho.
Ha recordado que la propagación del virus se produce, sobre todo, en reuniones y ha incidido en la necesidad de usar mascarilla; también en las reuniones familiares e, incluso, ha añadido, "mientras se está comiendo".
Las actividades navideñas deberán seguir el aforo previsto, del cincuenta por ciento en el interior y del sesenta al aire libre. Se recomienda adelantar las compras.
Estas medidas, ha alertado la consejera de Salud, Sara Alba, están sujetas a cualquier cambio; y se actuará "de manera energética" de tener que hacerlo. "Tenemos que actuar como si estuviésemos contagiados porque puede que lo estemos", ha aseverado.