MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La suplementación de vitamina C en personas septuagenarias y en una cantidad de 500 mg al día rejuvenece el sistema inmunológico, según una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Hospital Universitario La Paz (Madrid).
El trabajo, publicado en 'Experimental Gerontology', describe por primera vez la duración idónea, tres meses, para que esos efectos beneficiosos se mantengan en algunas funciones del sistema inmunológico al menos medio año.
"Los valores de las capacidades funcionales del sistema inmunológico en las personas mayores consiguen asemejarse a los de los adultos jóvenes. La suplementación hace que personas septuagenarias presenten una inmunidad propia de la treintena", asegura Mónica de la Fuente, directora del grupo de investigación Envejecimiento, Neuroinmunología y Nutrición de la UCM.
Aunque las diferencias en los efectos de la suplementación con las vitaminas entre hombres y mujeres no fueron muy significativas, sí se apreciaron algunas distinciones según el género. En varias funciones, las vitaminas parecen tener mayores efectos positivos en mujeres, aunque son en los hombres en quienes se aprecia un mantenimiento mayor de esos efectos tras finalizar la suplementación.
"Los resultados de nuestro estudio son muy importantes pues, por una parte, apuntan, dadas las características de las funciones inmunológicas analizadas de ser marcadores de salud y predictores de esperanza de vida, a disponer de una buena estrategia para aumentar la longevidad saludable de las personas mayores. Por otra, el poder mejorar la inmunidad en la vejez es trascendente para ayudar a la población mayor a enfrentarse a situaciones, como las actuales, en las que resulta fundamental el estar mejor preparados para defenderse ante una infección", destaca De la Fuente.
SIN GRANDES EFECTOS AL SUMAR VITAMINA E
En este trabajo se han comprobado, también por primera vez en hombres y mujeres, los efectos de la suplementación con esa vitamina C con vitamina E (200mg/día), mostrando esta suplementación conjunta resultamos similares a los obtenidos solo con la vitamina C. Esto supondría, según de la Fuente, que los 500 mg/día de vitamina C, son suficientes para conseguir esa mejoría inmunológica. Como lo que ya está bien no puede mejorarse, no sería necesaria una mayor ingesta de antioxidantes. Aún así, "los datos respaldan que la utilización de esas dos vitaminas también genera efectos positivos, y no supone un exceso de antioxidantes", aclara.
Aunque hay alimentos, propios de la dieta mediterránea, que contienen estas vitaminas como cítricos, frutos secos, hortalizas o aceite de oliva, en el envejecimiento es recomendable cierta suplementación para poder tener las cantidades de antioxidantes que permitan combatir el estrés oxidativo y la inflamación típicas de la edad.
El estrés oxidativo es el exceso de oxidantes en nuestro organismo, frente al defecto de defensas antioxidantes. Al envejecer se da un aumento de los oxidantes y una menor presencia y actividad de los antioxidantes, por ello resulta conveniente la ingestión de compuestos antioxidantes.
"Tanto la vitamina C como la E son potentes antioxidantes que ayudan a neutralizar el exceso de oxidantes y así poder alcanzar lo que se denomina "equilibrio redox", el cual permite el buen funcionamiento de nuestros sistemas fisiológicos", y muy especialmente el de nuestro sistema inmunológico, concluye la experta de la UCM.