MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido que los suministros de dexametasona, el fármaco que ha demostrado eficacia para reducir hasta en un tercio la mortalidad en pacientes con COVID-19 hospitalizados que necesitan ventilación mecánica, se garanticen y tengan prioridad para los países donde hay un gran número de pacientes críticos.
"Aunque los datos aún son preliminares, el hallazgo reciente de que la dexametasona esteroidea tiene el potencial de salvar vidas para pacientes críticos con COVID-19 nos ha dado una razón muy necesaria para celebrarla. El próximo desafío es aumentar la producción y distribuir dexametasona de manera rápida y equitativa en todo el mundo, centrándose en dónde más se necesita", ha señalado en la rueda de prensa.
Este llamamiento lo realiza tras observar un gran aumento de la demanda de este fármaco tras darse a conocer los buenos resultados del estudio 'RECOVERY', un amplio ensayo clínico aleatorizado que ha incluido a más de 11.500 pacientes ingresados con COVID-19 en más de 175 hospitales de Reino Unido.
"Afortunadamente, este es un medicamento económico y hay muchos fabricantes de dexametasona en todo el mundo, de quienes confiamos que pueden acelerar la producción. Guiados por la solidaridad, los países deben trabajar juntos para garantizar que los suministros tengan prioridad para los países donde hay un gran número de pacientes críticos, y que los suministros permanezcan disponibles para tratar otras enfermedades para las que se necesitan", ha solicitado este lunes.
Así el director general de la OMS ha instado a que su suministro se haga con "transparencia" y, para ello, ha pedido el monitoreo constante, "clave para garantizar que las necesidades dicten los suministros, en lugar de los medios". También ha explicado que es importante verificar que los proveedores puedan garantizar la calidad, "ya que existe un alto riesgo de que productos de calidad inferior o falsificados ingresen al mercado".
"Afortunadamente, este es un medicamento económico y hay muchos fabricantes de dexametasona en todo el mundo, de quienes confiamos que pueden acelerar la producción", ha añadido, no sin recordar antes que la dexametasona solo debe usarse para pacientes con enfermedad grave o crítica, bajo estrecha supervisión clínica.
Ya que, ha advertido, "no hay evidencia de que este medicamento funcione para pacientes con enfermedad leve o como medida preventiva, y podría causar daño".