MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Un nuevo descubrimiento sobre cómo el cuerpo transporta la dexametasona, un fármaco que puede aumentar las posibilidades de supervivencia de los pacientes con COVID-19 grave, sugiere que la diabetes y otros factores pueden reducir su eficacia. Basándose en sus hallazgos, publicados en la revista 'IUCrJ', los investigadores dicen que los médicos podrían tener que replantearse la forma de dosificar el medicamento para ciertos grupos de pacientes.
El equipo de científicos, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, la Universidad de Carolina del Sur (Estados Unidos) y en Polonia, ha determinado cómo una proteína de la sangre llamada seroalbúmina recoge la dexametasona y la lleva a donde se necesita. Los bajos niveles de seroalbúmina ya se consideran un factor de riesgo importante para la COVID-19 severa, al igual que la diabetes.
La nueva investigación sugiere que la diabetes o los bajos niveles de albúmina pueden dificultar que los pacientes obtengan los beneficios de la dexametasona, un corticoesteroide que calma la respuesta inmunológica hiperactiva que puede llevar a la muerte en casos graves de COVID-19.
La diabetes se asocia con altos niveles de azúcar en la sangre, lo que da lugar a una modificación de la albúmina que puede alterar el sitio de unión de la dexametasona. Otros fármacos también pueden competir con la dexametasona por el espacio limitado en las bodegas de carga de la seroalbúmina. La capacidad de carga de la albúmina también disminuye naturalmente cuando hay un bajo nivel de albúmina en la sangre.
Por primera vez, estos investigadores han demostrado exactamente cómo la seroalbúmina se une a la dexametasona para que el fármaco pueda ser distribuido a través del cuerpo. La seroalbúmina se une a la dexametasona de la misma manera que se une a la hormona testosterona, sugiriendo que ambas podrían competir entre sí, según informan los investigadores.
Más hombres mueren de COVID-19 que mujeres, y los bajos niveles de testosterona ya se han asociado con peores resultados. Los autores del estudio formularon la hipótesis de que los altos niveles de dexametasona podrían afectar el transporte de la testosterona al competir por el mismo lugar del fármaco en la albúmina.
La seroalbúmina también utiliza el mismo muelle de unión para recoger varios medicamentos antiinflamatorios no esteroideos comunes, por lo que los médicos podrían tener que considerar el potencial de competencia al decidir los planes de tratamiento de COVID-19, según sugiere esta investigación.
Dicho esto, no es tan simple como aumentar la dosis de dexametasona para los pacientes con diabetes o seroalbúmina baja. Demasiada dexametasona puede ser dañina o tener efectos secundarios no deseados. Se necesitan más investigaciones para determinar la mejor dosis en varias poblaciones de pacientes, particularmente para personas con diabetes o bajos niveles de albúmina, dicen los investigadores.
Para comprender mejor el papel de la seroalbúmina en COVID-19, los investigadores analizaron los datos de 373 pacientes de un hospital de Wuhan (China) que trataron muchos casos graves de la enfermedad. Los científicos encontraron que los pacientes que murieron tenían niveles de albúmina más bajos que los que sobrevivieron. Los que murieron también tenían niveles más altos de azúcar en la sangre. Esto coincidió con la conclusión de los investigadores de que un alto nivel de azúcar en la sangre podría afectar la capacidad de la seroalbúmina para transportar su carga.