MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El futuro del sistema sanitario pasa por una necesaria estrategia intensiva de transformación digital de las organizaciones que operan en el sector, según han resaltado expertos durante el III Foro IDIálogoS 'El Covid-19 como acelerador de la transformación digital"', organizado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS).
En los últimos meses y como consecuencia de la emergencia sanitaria se ha producido un impulso muy significativo en la forma en la que las empresas utilizan la tecnología. Según el informe 'Adaptable Architecture: The Backbone for Digital Business Models' de la consultora IDC y la multinacional Workday, el 85 por ciento de las organizaciones tienen un sistema informático básico anticuado, algo que se ha acentuado con esta crisis donde el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha pasado de ser una necesidad para todos a convertirse en una obligación en aras de la mejora de la competitividad y el liderazgo.
"La transformación digital debe ser entendida como una oportunidad real para mejorar los procesos y procedimientos y teniendo la mirada puesta en la consecución de los objetivos, metas y resultados planteados por la organización. Es destacable señalar que los resultados no van a cambiar ni, por lo tanto, a mejorar si se continúan aplicando las mismas fórmulas y modelos de gestión. Por ello, es importante ubicar la innovación como un elemento básico, como la columna vertebral que aporta valor real a la empresa y que le permite adaptarse y responder a los cambios frecuentes del mercado de forma dinámica, pronta y eficaz", ha comentado la directora general de Fundación IDIS, Marta Villanueva.
Tal y como se ha señalado en la sesión, toda mejora provoca un cambio, pero no todo cambio conlleva una mejora. Los expertos consideran que conviene diferenciar los conceptos de digitalización (adopción de tecnologías para hacer lo mismo a través de una tecnología), transformación digital (donde las tecnologías cambian los procesos) y disrupción digital (que supone cambiar completamente el statu quo).
En esta línea, han apuntaod que llevar a cabo un programa de transformación digital conduce a escenarios nuevos que pueden aportar mucho pero que "no están exentos de riesgo si no se adoptan las precauciones necesarias".
En este sentido, durante el debate se ha puesto de manifiesto que debido a la rápida transformación digital el ecosistema tecnológico es más vulnerable que nunca y puede conllevar importantes riesgos que identificar y problemas de seguridad que afrontar y solventar a través de fórmulas garantes que permitan evitar ciberataques, intrusiones informáticas, captura y encriptación de datos, entre otros.