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27 may. 2020 13:10H
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MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

El Grupo de Análisis Científico sobre Coronavirus del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha publicado un informe en el que reconoce que se van a tardar "bastantes meses" en tener una vacuna contra el Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus.

Y es que, tal y como recuerdan, actualmente no existe ninguna vacuna frente al nuevo coronavirus, aunque ya hay varios proyectos en desarrollo que esperan conseguir una vacuna efectiva en un plazo aproximado de algo más de un año para la enfermedad Covid-19.

"La ciencia tiene por delante uno de los mayores retos de la época moderna: unir fuerzas para conseguir una vacuna lo antes posible", han dicho, para avisar de que "aún se desconocen muchas" características biológicas del nuevo coronavirus, algo que es "fundamental" para desarrollar un prototipo de vacuna.

Asimismo, y con respecto al 'dominio' del virus que induce la respuesta inmunológica, los investigadores han comentado que sí se sabe que el objetivo sobre el que actuar es la proteína denominada 'S'. En cuanto al desarrollo de prototipos de vacunas, se puede diferenciar entre las investigaciones que se basan en vacunas clásicas y las que optan por métodos innovadores.

En concreto, los desarrollos clásicos se agrupan en tres tipos: lo que trabajan con virus inactivados, los que lo hacen con virus atenuados y los que usan subunidades de proteínas del virus. Los abordajes innovadores utilizan el material genético del virus para desencadenar la respuesta inmunitaria, bien en forma 'desnuda' o bien introduciendo este material genético (ADN o ARN) en vectores, herramientas que permiten su transporte y distribución en el organismo.

"Como en todos los desarrollos de vacunas, el proceso deberá seguir diferentes fases. Una vez se haya localizado, con estudios en laboratorio, el elemento patógeno que va a desencadenar la respuesta inmunitaria sin causar enfermedad, se procederá a los estudios con modelos animales, lo que se conoce como fase preclínica de la investigación", han argumentado los investigadores.

Si esta fase tiene éxito, prosiguen, el prototipo de vacuna se probará en personas, lo que se conoce ya como ensayo clínico, siguiendo las fases I, II, III y IV, a lo largo de las cuales se va evaluando la seguridad y la eficacia de la vacuna en grupos cada vez más amplios de pacientes.

En este sentido, los investigadores han comentado que "se da por hecho" que la vacuna contra el nuevo coronavirus tardará, al menos, un año, si bien han señalado que el objetivo sería flexibilizar los trámites necesarios para, garantizando la seguridad y eficacia, poder disponer de una lo "más rápidamente posible", dada la urgencia clínica y socioeconómica.

En este sentido, iniciativas como los ensayos de exposición a la infección, entre otras posibles iniciativas, están abriendo debates bioéticos. Además, los investigadores han subrayado la importancia de tener en cuenta la complejidad que supondrá, si se logra desarrollar con éxito una vacuna, abastecer a la población mundial en la que se recomiende su uso.

"La capacidad de la industria para fabricar dosis puede ser limitada y, por otro lado, existe el debate en torno al acceso a una posible vacuna, protagonizado por cuestiones como las patentes y licencias, la equidad en el suministro y los precios", han apostillado.

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