MADRID, 4 (EUROPA PRES)
El portavoz de la Oficina del Defensor de Sanitario, Juan Manuel Molina, ha lamentado la muerte de una mujer, enferma terminal, tras suministrarle una sustancia letal su marido, supuestamente para ayudarle a morir, y ha afirmado que casos como este deberían estar protegidos judicialmente por la Fiscalía, "porque debe protegerse a las personas en situaciones de extrema vulnerabilidad" frente a la posibilidad de que alguien "les acorte la vida".
"Nunca sabremos si estas actuaciones corresponden al interés del paciente o al interés del pariente", ha señalado en una entrevista a Europa Press, en la que ha afirmado que "la fiscalía debe velar por las personas que son vulnerables, que los ampare para que no se pueda disponer de su vida".
En su opinión, lo que hay detrás de estos casos es "una grandidísima soledad". Para solucionar esta situación apoya el uso de cuidados paliativos, y rechaza "sustituirlos por la muerte directa provocada a un ser humano".
"Un sanitario no tiene como misión la muerte de un semejante, está para facilitar que los últimos momentos de un paciente terminal no sean dolorosos. Nunca provocar intencionalmente su muerte", ha señalado, rechazando la imagen de "médico verdugo".