Guido Rasi, director general de la EMA.
26 sept. 2017 19:10H
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La competición entre las ciudades que aspiran a convertirse en sede de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) afronta su recta final en una carrera cuya victoria, aparentemente, se disputan Milán y Barcelona. A pesar de que la decisión final la tomarán los estados miembro y la Comisión Europea, el propio órgano regulador ha dado a conocer a qué localidad prefiere ‘mudarse’ su personal.
Y lo ha hecho a través de una encuesta entre sus trabajadores para conocer sus preferencias, aunque la identidad de las ciudades más ‘deseadas’ o más ‘odiadas’ permanece en el anonimato. De hecho, lo que el estudio revela es cuánto personal seguiría trabajando en la EMA en la nueva sede a la que se mude la agencia, y cuál sería el impacto de la posible pérdida de trabajadores para el órgano.
Según la consulta, solo cinco de las ciudades candidatas garantizan que la EMA permanezca operativa sin excesivos problemas (algunos retrasos en sus procesos), puesto que retendría a más del 65 por ciento del personal y la aprobación de nuevos medicamentos y la farmacovigilancia no se verían afectados.
En cambio, habría ocho ciudades que no superan la ‘criba’. La EMA sería incapaz de operar si se mudaran a estas localidades porque no retendrían ni al 30 por ciento de su personal y se requerirían medidas de emergencia a nivel legislativo tanto en el seno de la Comisión como en los estados miembro para preservar la salud pública. Esta situación generaría “daños permanentes al sistema”.
Niveles intermedios
Por otro lado, hay seis ciudades que estarían en dos niveles de riesgo intermedio. Cinco de las potenciales sedes solo podrían retener a entre el 50 por ciento y el 64 por ciento de los empleados, lo cual provocaría que los pacientes tuvieran que esperar más por nuevos medicamentos y que la implementación de nueva legislación sufriría “significativos retrasos”.
La candidata a sede restante solo conservaría a entre el 49 por ciento y el 30 por ciento de los empleados de la EMA, una situación en la que se generarían “serios riesgos para los pacientes” debido a los retrasos en el acceso a los medicamentos y la escasa farmacovigilancia. Además, algunos medicamentos clave podría no estar disponibles en algunos países.
Ahora toca jugar a la adivinanza… ¿En qué grupo está cada una de las ciudades candidatas? Hay que recordar que las 18 aspirantes son Barcelona, Milán, Ámsterdam, Atenas, Bonn, Bratislava, Bruselas, Bucarest, Copenhague, Dublín, Helsinki, Lille, Milán, Oporto, Sofía, Estocolmo, Malta, Viena, Varsovia y Zagreb.
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