Los médicos inspectores actualizan su guía para dar bajas longcovid

La tramitación de las bajas laborales por el llamado ‘covid persistente' cuenta con más dificultades que la gestión de bajas por otras enfermedades. La gran cantidad de síntomas, y lo difusos que pueden llegar a ser estos, dificultan su diagnóstico y, por consiguiente, la labor de los médicos inspectores, encargados de hacer el seguimiento de este tipo de casos.

Desde la Asociación Profesional de Médicos Evaluadores de la Seguridad Social (Apromess) aseguran a Redacción Médica que, a la hora de emitir una valoración sobre los pacientes que se encuentran en esa situación, siguen como guía un documento impulsado por la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo. En este documento se analizan los síntomas más prevalentes y significativos en el covid persistente y su valoración funcional, lo que sirve de guía para los médicos evaluadores.

Síntomas limitantes con repercusión laboral

En el documento destacan aquellos síntomas que, tanto por su frecuencia como por "el impacto que pueden producir en la salud laboral" se consideran limitantes y pueden tener una repercusión en el desempeño laboral. En el plano físico se ponen de relieve la fatiga, la astenia, la disnea, la afonía, la tos y las artralgias. En el plano psíquico, destacan la ansiedad, la depresión, el insomnio y el trastorno de estrés postraumático. Por último, en la esfera neurológica mencionan la “niebla mental”, cefaleas y crisis epilépticas. El malestar general, los dolores musculares y la pérdida de olfato también están contemplados.

Dada la naturaleza ambigua de algunos de estos síntomas, surge la duda de si una enfermedad como el covid persistente puede terminar por prolongar más de lo necesario en el tiempo algunas bajas. "Cuando se compara la duración real y la 'óptima' de las bajas debidas a diferentes problemas de salud, las que se basan en signos o datos objetivables no se desvían casi nada de esas duraciones teóricas, mientras que las debidas a problemas basados en el síntoma o la referencia subjetiva se desvían mucho más", explican desde Apromess. Así, la norma general que siguen es que la baja debe alargarse, o no, siempre adecuada "a la intensidad sintomática y el trabajo que desempeña" la persona afectada.

Indican desde la asociación que, aunque el criterio de evaluación de covid agudo ha cambiado desde el comienzo de la pandemia, debido a los diferentes escenarios legales y sanitarios que se daban en aquellos momentos, en las bajas por covid persistente "los criterios de valoración son muy parecidos, sino los mismos".

Alta médica parcial

De esta manera, los médicos inspectores pueden acudir al documento cuando se cuestionen si una baja por covid persistente debe llegar a su fin. El propio documento reconoce que valorar las limitaciones funcionales y la aptitud laboral de una persona en estos casos no es fácil y deja un procedimiento cuando los síntomas persisten, pero las limitaciones que presentan ya no tienen un carácter incapacitante: el "alta médica laboral parcial". "Es la mejor decisión para el trabajador con covid persistente, y la mejor forma de velar por la vigilancia de la salud. Hay que facilitar el alta parcial para una integración preventiva y efectiva, reduciendo las exigencias en tiempo y carga física y mental temporalmente", aseguran. Este protocolo tiene como fin último ayudar y facilitar la toma de decisiones y sirve de utilidad tanto para médicos del trabajo como para Atención Primaria e inspecciones médicos.

Por último, la recomendación es establecer una metodología de recogida de datos para poder contar con precedentes e información suficiente que facilite el trabajo de los evaluadores respecto a las futuras bajas de estas características. Se pide indicar, más allá de datos personales y de salud "si se reconoció aptitud, adaptación o no apto, así como evolución en la reincorporación al trabajo al menos durante el año siguiente".