Patricio Martínez y Andoni Lorenzo
Largas colas a las
puertas de los ambulatorios para realizar una
prueba de diagnóstico Covid-19 y una
Atención Primaria totalmente colapsada. Estas son algunas de las imágenes que está dejando la
sexta ola covid desde incluso antes de que empezara la Navidad. El miedo ha ido dejando paso al "
hartazgo" en pacientes, ante las dificultades para ser atentidos y los
profesionales sanitarios, sin manos suficientes para hacer frente a la nueva escalada de contagios.
Y es que después de cinco olas, esta última ha ayudado a
"resquebrajar" la relación médico-paciente, ya de por sí debilitada en los últimos años antes de la llegada de la pandemia. "Evidentemente se han tensado mucho más las cuerdas en esta
relación humana de amistad, confianza y compromiso", asegura Patricio Martínez, presidente de Honor de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (Cesm), al hablar de cómo esta crisis ha "puesto en primera plano" las amenazas que enfrentaban los lazos entre "cuidadores y cuidados", dando lugar a la aparición de la comunmente conocida "Medicina defensiva".
Parte de este deterioro se debe, en su opinión, al abuso de la telemedicina, una solución durante el confinamiento que, sin embargo, no debe marcar "de forma exclusiva" el contacto entre profesionales y enfermos.
Como bote salvavidas a este problema, desde Cesm confían en retomar lo antes posible el
proceso para que la relación médico-paciente pase a ser considerada patrimonio cultural y material por la Unesco. Los trámites de la candidatura se iniciaron hace cinco años a petición del Foro de la Profesión y junto con la Comisión de Expertos. Sin embargo, la llegada de la pandemia obligó a meter en el "congelador" esta cuestión.
En esta línea, Adoni Lorenzo, presidente del Foro Español de Pacientes (FEP), lamenta que otras medidas positivas como la creación de la
Agencia Estatal de Salud Pública, aprobada en la Comisión para la Reconstrucción, vayan a quedar en un "sucedáneo" bajo la categoría de "centro". Echa en falta una "mayor colaboración" con la sanidad privada y un refuerzo del personal que impida el colapso de un sistema, como el sanitario "que hace aguas".
Hay que tener en cuenta además que el nerviosismo de pacientes y profesionales ha provocado en más de una ocasión, tiranteces entre los colectivos cuando se trata de defender sus intereses. Incluso ha dado lugar a episodios de agresiones a sanitarios fruto de esta crispación, cuando, en realidad,
todos ellos "están en la misma situación", declara Lorenzo, convencido de que cada uno tiene su parte de razón.
Entiende que los pacientes estén
"despesperados", porque, aún con síntomas, "tienen que esperar hasta 10 días encerrados para que puedan hacerse una
PCR" y los
sanitarios,
"desmotivados" al ver que las "promesas de los gestores se han ido como el humo". "La avalancha que hay es descomunal. Médicos y enfermeras están trabajando muy por encima de sus posibilidades".
¿Cómo evitar el colapso en Atención Primaria?
La solución, sin embargo, es la misma para ambos: una mejora de la gestión, con el impulso de medidas como la
Ley del Paciente, el
trasvase de competencias a las farmacias o la
externalización de la burocracia en los centros de salud.
"La primera cuestión es que el teléfono no esté comunicando", afirma Martínez, para lo cual, es necesario que haya "300 líneas disponibles y no tres como ahora". Detrás de esos teléfonos, además, "no tiene por qué estar un médico" sino "trabajadores sociales o administrativos", siempre que exista un "criterio de derivación".
"La
Atención Primaria se viene abajo porque nadie tiene la voluntad ni el compromiso de sacar más del 70 por ciento inútil que se hace en los centros", critica. Eliminar todo lo que no sea
relación clínica ayudará a
ganar tiempo de atención y, con ello, a reducir tensiones, espera Martínez, en contra de la ya instaurada "sanidad gestionada". El mayor perjudicado, en estos casos es el enfermo mayor de edad, "crónico, con múltiples patologías y con múltiples tratamientos".
23.000 farmacias comunitarias "en desuso"
Como responsable de FEP, Lorenzo es partidario de
aprovechar los recursos, humanos y materiales, "en desuso" que ostentan las
23.000 farmacias comunitarias de España. "Con un protocolo bien elaborado podrían hacer muchas más cosas de las que están haciendo en colaboración con la administración sanitaria", defiende, en referencia a la realización de pruebas PCR que "debidamente sean informadas en caso de positivo para que siga los cauces".
Ambas fuentes ven necesaria una
Ley de Pandemias, impulsada por el Partido Popular en las Cortes, que "unifique" la regulación covid de las comunidades autónomas, especialmente en áreas como Atención Primaria, convertida en el "punto crítico" de esta nueva oleada de contagios. "La sanidad está transferida pero no la autoridad y la máxima autoridad la tiene el Ministerio de Sanidad. Es el que tiene que ejercer".
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