Orazio Schillaci, ministro de Sanidad del Gobierno italiano.
El Consejo de Ministros italiano ha aprobado este viernes un nuevo decreto ley para hacer frente a las
agresiones a profesionales sanitarios en los hospitales. Esta nueva norma permitirá poder detener a los agresores hasta 48 horas después de haber cometido la
agresión a médicos y enfermeros en el centro hospitalario. Además endurece las penas de prisión hasta cinco años y establece
multas de hasta 10.000 euros para aquellos que provoquen daños de material e infraestructuras en hospitales y centros de salud.
"Consideramos que es una medida muy importante y estamos seguros que tendrá un fuerte efecto disuasorio", según ha expresado el ministro de Justicia, Carlo Nordio, tras la reunión, según recoge Rai. "Cuando se comete una
agresión en el hospital, ya se contempla la posibilidad de realizar la detención in situ, pero ahora se extiende como una especie de "casi flagrancia" hasta las siguientes 48 horas", detalla Nordio. "Se llevará a cabo una detención en diferido cuando sea imposible efectuar el arresto de inmediato. Ahora existirá la posibilidad de diferir este arresto tan pronto como se identifique a los autores del delito, pero no más allá de las 48 horas".
El ministro de Justicia además se mostrado convencido de que el decreto "tendrá un consenso general" y ha agradecido al ministro Orazio Schillaci por una
"iniciativa que surgió del Ministerio de Salud y que fue rápidamente respaldada por el Ministerio de Justicia".
Medidas impulsadas por el ministerio de Salud
Así, la nueva norma contempla "Medidas urgentes para combatir los fenómenos de violencia contra los profesionales sanitarios en el ejercicio de sus funciones, así como el daño a los bienes destinados a la asistencia sanitaria”. Este decreto modifica los artículos del código de procedimiento penal
380 (arresto obligatorio en flagrancia) y 382 bis (arresto en flagrancia diferida), extendiendo el arresto obligatorio en flagrancia también a los actos de violencia que causen lesiones a profesionales sanitarios o que produzcan daños a los bienes destinados a la asistencia sanitaria. La detención en las 48 horas posteriores a la agresión deberá estar claramente documentada mediante vídeos o fotografías.
"Hemos cumplido con el compromiso que asumimos con quienes cada día se dedican con
competencia y dedicación al cuidado de los ciudadanos y no merecen ser objeto de violencia”, ha detallado el ministro de Salud, Orazio Schillaci, según expresan a través de un comunicado. "El decreto también endurece las penas para quienes dañen bienes dentro o fuera de una estructura sanitaria. No queremos seguir siendo testigos de violencia contra médicos ni enfermeros, ni tampoco de la destrucción de servicios de urgencias o salas hospitalarias".
A su vez, ha detallado que estas medidas se suman a las aprobadas anteriormente por el Ejecutivo y que continuarán reforzando con la "promoción de campañas para sensibilizar a los ciudadanos y
fortalecer la confianza entre paciente y médico".
Multas de hasta 10.000 euros
La norma también modifica el artículo 365 del código penal italiano y prevé un aumento de las penas para quienes dañen las instalaciones y el inmueble de los centros sanitarios y hospitales, tanto públicas como privadas, incluidos los bienes de los propios médicos y el personal sanitario. Se podrá decretar prisión de uno a cinco años y multas de hasta 10.000 euros, con penas aumentadas si el delito es cometido por un grupo de personas.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.