Mathias Cormann, secretario general de OCDE.
El envejecimiento de la población y la mayor cronicidad que arrastra consigo fuerzan a los países a ser imaginativos a la hora de garantizar una buena prestación sociosanitaria. Según la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), este escenario abre una ventana de oportunidad para crear “nuevos roles profesionales” que promuevan una atención “multidisciplinaria”, pues la
Atención Primaria “no siempre cuenta con el apoyo suficiente para asumir más funciones”. El organismo que dirige
Mathias Cormann señala como ejemplo de éxito el programa del País Vasco para pacientes multimórbidos, a quienes se asigna un ‘enlace’ hospitalario para coordinar su asistencia.
En un informe reciente sobre la
integración de la atención para prevenir y gestionar las enfermedades crónicas, la OCDE advierte de las
“barreras” que impiden la atención sanitaria multidisciplinar generadas por la actual
“cultura de silos profesionales”. En este sentido, aboga por “promover otros roles”, mediante programas de capacitación, para “enseñar a los sanitarios “nuevas habilidades físicas y sociales”.
“Por ejemplo, como parte de la estrategia de
Polonia para mejorar su Atención Primaria, el país introdujo coordinadores de atención encargados de
mejorar la coordinación entre los proveedores de salud y el paciente”, apunta.
Otro ejemplo de éxito es el caso
vasco, que, como parte de su plan de atención integrada para pacientes multimórbidos, impulsó estrategias de “atención individualizada”, puso en marcha un equipo
“multidisciplinario”, una “alta hospitalaria coordinada” y “programas de empoderamiento de pacientes”.
“Los pacientes elegibles se identifican mediante un sofisticado sistema de
estratificación del riesgo, que cubre al 100 por ciento de la población”, enfatiza el estudio.
En esta línea, , índice en que “sin una
integración adecuada de la atención”, las personas pueden “tratar de abordar sus necesidades insatisfechas utilizando servicios excesivos de manera descoordinada”. “Esto no solo empeora su experiencia, sino que también es peligroso y costoso, con estimaciones que muestran que la atención fragmentada aumenta los costos en más de 4.000 euros por paciente”, concluye.
Sanidad centrada en colectivos y enfermedades específicas
La OCDE reitera en su análisis que los sistemas de salud a menudo se centran en la integración de un nivel de atención específico (por ejemplo, la Atención Primaria) o para un colectivo o enfermedad concreta como el Parkinson. Sin embargo, son pocas las experiencias que reúnen una gobernanza conjunta que
favorezca la integración.
“De manera similar, los
modelos de pago tradicionales no permiten una coordinación efectiva y coordinada de los servicios prestados, siendo necesario dividir el cobro de los mismos. Las consecuencias de estas medidas desencadenan una
atención fragmentada y un incremento del gasto sanitario”.
En este sentido, el personal constituyo “uno de los ejes estratégicos para una atención integrada de calidad”. “Los
silos culturales que se establecen entre los diferentes sistemas de atención junto con una débil compartición de los datos de las personas atendidas son obstáculos a la atención integrada. La necesidad de una mayor capacitación en herramientas digitales es señalado como un aspecto importante así como la necesidad de estrechar relaciones y facilitar la toma de decisiones compartidas”, indica.
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