España estudia relajar el uso de la mascarilla y aplicar un "modelo mixto"

Mucho se ha hablado estos días sobre el futuro del uso de la mascarilla en España. Los especialistas encuentran un punto de consenso al señalar la baja probabilidad de contagio que existe en los espacios abiertos, si bien se muestran cautos a la hora de relajar su uso. Ni siquiera entre aquellos que están inmunizados y que ya constituyen más del 8 por ciento del total de población en España. Desde el Comité de Bioética son partidarios de establecer "fórmulas intermedias" en un futuro, que permitan su reducción en lugares al aire libre y que mantengan su uso en espacios cerrados. 

"Hoy por hoy es una medida que se debe seguir utilizando. Eliminarla sería un error", asegura Federico Montalvo, presidente de este organismo, a Redacción Médica, si bien señala ciertos escenarios excepcionales. "Sí se podría salir a andar sin mascarilla respetando la seguridad pero en lugares cerrados sigue habiendo riesgo", matiza. 

El motivo, explica, es que, a pesar de las primeras evidencias sobre la capacidad de las vacunas para reducir la transmisión, estas no ofrecen aún una protección del "100 por 100".  No descarta, de hecho, que este "complemento", prolongado en el tiempo, pueda "conseguir un efecto rebaño", junto a otras medidas como "la higiene de manos y la distancia de seguridad". 

Voluntarios para AZ, "antesala" a la elección de vacuna

Como miembro del grupo de expertos sobre vacunas, Montalvo no ve "mala idea" administrar la vacuna de AstraZeneca a voluntarios, medida que proponían algunos gobiernos autonómicos y que finalmente Sanidad rechaza incluir en su estrategia, aunque considera que "no es el momento oportuno" debido a la falta de evidencia.

Teme, en este aspecto, que la medida permita "abrir una puerta indirecta" a la elección del tratamiento por parte de los pacientes. Algo a lo que también se ha puesto rotundamente el ministerio desde el inicio de la vacunación.

"Empezar a plantear un consentimiento ad hoc, expreso, podría dar la sensación de que se está eligiendo", asegura el experto, para quien la toma de decisiones debe hacerse, desde el punto de vista ético, sobre una "base de igualdad, equidad y disposición de cada uno". Aún así, no descarta mantener esta medida en la recámara para un futuro cuando "no sea precipitado". 

Los efectos detectados en el tratamiento de AstraZeneca han contribuido a aumentar "un poco" el rechazo a la vacuna en España, pero no tanto como para impedir la "inmunidad de grupo". "El objetivo no es vacunar a todos sino vacunar al número suficiente". 

¿Es necesaria una segunda dosis de AstraZeneca?

El plazo para decidir si habrá o no segunda dosis del fármaco termina la semana que viene. Entonces, aquellos que se vacunaron con este suero en primer lugar deberían recibir el resto del tratamiento según la ficha técnica. La idea, explica Montalvo, es "completar la pauta", aunque se plantean excepciones para aquellos que tengan anticuerpos como resultado de haber pasado el Covid-19, en línea con lo anunciado este miércoles por la ministra de Sanidad, Carolina Darias. 

La razón estaría en la efectividad que otorga una sola dosis en cada pacientes, "muy alta" en el caso de AstraZeneca y que se completa "menos con una segunda", al contrario que en las vacunas desarrolladas Pfizer y Moderna, con una cobertura inicial menor, que aumenta notablemente al completar la pauta. 

Para resolver este rompecabezas, los expertos deberán decidir si es preferible que haya personas que se queden con una sola dosis, porque ya están cubiertos, ante el riesgo de trombos a poner una segunda. "Si añades una dosis a una primera que te cubre a un 60 por ciento, con todas las medidas que estamos tomando, tampoco se está avanzando tanto", admite el experto. Otro de los retos, será averiguar cuánto tiempo dura la protección dependiendo del número de dosis inoculadas, especialmente con la llegada de nuevas variantes y de cara a nuevas olas de contagios.