Gráfico del último informe del Biocomsc sobre la evolución del Covid-19.
Apenas han pasado unos meses entre la
primera y segunda oleada de Covid-19 y sin embargo, las diferencias entre ambas son bastante notables. Las circunstancias han cambiado y por tanto los criterios con los que se evaluó la
curva de contagios inicial no son aplicables a esta nueva fase de la pandemia, explican los expertos.
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Las diferencias de contexto hacen que resulte "difícil" analizar el comportamiento del virus a nivel nacional y pronosticar un posible
'pico de contagios' como ocurrió en la primera oleada, puesto que cada comunidad autónoma sigue una
evolución diferente en cuanto a la curva de contagios. Dependiendo de las
medidas implementadas, habrá regiones que reduzcan el número de casos mientras que en otras el recorrido de este sea ascendente.
"No se puede contar con que haya un pico a corto plazo y se vaya a acabar", asegura a
Redacción Médica Joan Ramón Villalbí, presidente de la
Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas). En su opinión, en necesario observar "de cerca" los datos de cada comunidad autónoma puesto que son "muy dinámicas. Pone como ejemplo el
brote originado en Lugo a principios de verano, el primero "importante", y que finalmente se consiguió controlar. En Cataluña también habría situaciones similares que demuestran "la
variabilidad de cada territorio", por lo que sería "imprudente"
evaluar la situación actual en su conjunto".
Durante el e
stado de alarma, el Gobierno central fue el encargado de decretar medidas y restricciones a nivel nacional para tratar de frenar el Covid-19. Ahora, en la nueva normalidad, son los gobiernos autónomicos los responsables de diseñar la
estrategia de seguridad en cada territorio.
"En ningún sitio está escrito que se
vaya a alcanzar el pico", asegura el experto. En marzo, fue el
confinamiento de la población lo que modificó la curva y ayudó disminuir los
contagios "disparados". El 3 de abril España alcanzaba el
pico de la epidemia al haber certificado un
1 en la escala del número reproductivo básico (R0), según datos del Instituto Carlos III. Castilla-La Mancha y Cataluña eran las únicas comunidades donde no remitía la epidemia, es decir, cada caso seguía generando contagios adicionales. En esos momentos, había 117.710 contagios diagnósticados y 10.935 fallecidos a a causa de la enfermedad.
En esta segunda ola de contagios, por el contrario, "la dinámica está siendo muy diversa, cada región lo está gestionando de manera diferente". Prueba de ello, señala, es la evolución positiva de
Asturias frente a la "complicada situación" que vive
Madrid. El riesgo de contagio en la capital es mucho mayor que en el resto de comunidades, según la comparativa del Biocomsc, el
grupo de investigación Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Politécnica de Catalunya. Según su
último informe, Madrid presenta un riesgo de rebrote muy superior al de la media española, y el triple que Cataluña.
Lo mismo ocurre con el Í
ndice Reproductivo Básico Instantáneo (Rt). Las diferencias pueden ser notables entre las regiones. Aún así, el experto apuesta por observar los datos con cierto margen de tiempo- 7 días según la última modificación del Instituto de Salud Carlos III para corregir el decalaje de los datos de cada autonomía- puesto que a diario se pierde "cierta distancia".
Al ser tan diversas, en algunas comunidades se produce una especie de "meseta" en la
curva de contagios, que varía con el tiempo. La evolucíón del virus, por tanto, en cada comunidad, "no sigue una mecánica inexorable", sino que depende de la situación real de cada sitio, "la fuerza de diseminación del virus y las medidas que se pongan al respecto".
Seguimiento y rastreo de contactos Covid-19, medidas imprescindibles
En este punto, destaca la importancia de una buena trazabilidad,
seguimiento de contactos y rastreo para poder frenar el avance del virus y poder "actuar solo en los puntos de contagio", no a nivel general. Esto evitaría el retorno a
medidas más drásticas, como las impuestas durante el inicio de la pandemia o la restricción de movimientos entre las comunidades autónomas.
El experto recuerda que durante la primera oleada solo se contabilizaron los casos más graves, lo cual, hace pensar que la
cifra real de contagiados podría ser
"10 o 20 veces mayor", mientras que ahora, el incremento de las pruebas ha hecho que se diagnostiquen prácticamente casi todos los casos.
Desde Sespas, señalan la importancia de aprender y mantener este tipo de medidas de contención a la hora de evitar que haya una tercera oleada. "El virus está circulando, por tanto hay que hacerlo bien siempre".
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