Rosa María Urbano, Javier Fernández-Lasquetty, Regina Leal, Manuel Palomino y Antonio Fernández-Campa.
Financiar el sistema sanitario en un momento tan crítico como es durante
la pandemia del coronavirus ha sido todo un reto para gestores y altos cargos de la Administración. Los servicios de salud autonómicos han podido afrontar esta crisis sanitaria sin precedentes porque contaban con remanente suficiente de años anteriores para comprar material de protección y contratar recursos humanos ‘extra’ para combatir el Covid-19. Sin embargo,
los años próximos no serán tan fáciles: los expertos auguran que el 2022 y el 2023 puede haber problemas en las cuentas públicas.
Esta es una de las principales conclusiones que se ha abordado en la mesa de debate ‘Financiación del sistema sanitario. ¿Ha influido en la respuesta al Covid-19 que han dado las comunidades autónomas? Recursos e indicadores para lograr la homogeneidad’, abordada en el
IX Encuentro Global de Altos Cargos de la Administración Sanitaria, un evento organizado por
Redacción Médica y con el patrocinio de Abex, Air Liquide Healthcare, Cardiva, Fresenius Medical Care, GE Healthcare, Ipsen y Sanofi.
Un momento del debate 'Financiación del sistema sanitario'.
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“Las CCAA no hemos mirado el presupuesto en ningún momento durante este año”, ha manifestado
Javier Fernández-Lasquetty y Blanc, consejero de Hacienda y Función Pública de la Comunidad de Madrid, que asegura que, cuando estalló la pandemia en marzo, la región contaba un remanente de dinero por la situación financiera saneada anterior y, a posteriori, por el
Fondo no Reembolsable del Gobierno central para hacer frente a la ‘segunda ola’.
“La Comunidad de Madrid tendrá
un gasto adicional en sanidad de 1.500 millones de euros y que acabaremos por encima de los 10 mil millones de euros en gasto a consecuencia del coronavirus”, ha aseverado. Con este gasto, la región ha podido reforzar el sistema con 10.900 personas más, de las cuales,
1.060 son médicos y 5.000 enfermeros; así como la incorporación de 1.600 ‘rastreadores’ y hacer frente a otras partidas de gasto como la compra de material de protección y de tecnología sanitaria, la asistencia hospitalaria, la estrategia de tests, el mapa serológico en residencias o la construcción y equipamiento del
hospital de emergencias Isabel Zendal.
A pesar de que el 2021, la comunidad va a seguir contando con recursos financieros suficientes para mantener una buena parte de ese esfuerzo frente al coronavirus, el consejero reconoce que
el año 2022 y el 2023 vendrán con más “incertidumbre”. “En 2022 llegará la liquidación del 2020 y en 2023, la de 2021, porque arrastrará problemas de recaudación”.
Financiación pre, durante y postCovid-19
Una idea que comparte,
Regina Leal Eizaguirre, directora gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), quien asegura que en el caso de su comunidad tuvieron liquidez suficiente cuando llegó de imprevisto la pandemia. El problema fue que el mercado de compra de material de protección y de tecnología sanitaria estaba tan tensionado que no disponía de stock para abastecer a todas las CCAA que lo pedían.
En su intervención, la gestora ha querido diferenciar tres etapas:
financiación preCovid, financiación durante el Covid y financiación postCovid. De la primera, Leal destaca que, aunque un escenario como una crisis sanitaria era difícil de prever, las Administraciones han podido responder gracias a los sistemas de salud eficientes que tenían. “El problema es que teníamos los almacenes a stock cero, y eso ahora no pasa”, ha asegurado.
El segundo escenario se caracterizó, principalmente, por la inyección de dinero que invirtió el Gobierno central a las autonomías de forma instantánea, lo que permitió, según su valoración,
“tener oxígeno suficiente para abordar la pandemia del Covid-19”. “Esta etapa se caracteriza por tener una financiación eficaz y eficiente para el momento en el que estábamos, así como un procedimiento de compra ágil”. Finalmente, la etapa postCovid se caracteriza por un exceso de stock para afrontar la segunda y futuras olas del coronavirus. Pero también con un objetivo: mejorar las estructuras hospitalarias para agilizarlas y flexibilizarlas.
Ejecución, visibilidad y éxito en la definición de proyectos
Al hilo de lo anterior,
Antonio Fernández-Campa García-Bernardo, gerente de la Agencia de Conocimiento en Salud (ACIS) del Servicio Gallego de Salud (Sergas), ha explicado que en estos momento
s las CCAA cuenta con un volumen de gastos extraordinarios en sanidad debido a la crisis del Covid-19. Una crisis que ha hecho que las CCAA dispongan de fuentes de financiación alternativas a las que originariamente suelen tener (como los fondos europeos), así como partidas más específicas y amplias para, por ejemplo, renovación de tecnología sanitaria.
“Estos fondos son una gran oportunidad para sanidad, porque no hay que olvidar que los sistemas sanitarios son un elemento dinamizador de la actividad económica y no son solo un gasto, sino una inversión”, ha aseverado”. Pero para gestionar esa cantidad de inyección de dinero, Fernández-Campa asegura que hay que tener
capacidad de ejecución (y la sanidad lo tiene),
visibilidad (y los proyectos sanitarios son muy visibles, especialmente en un momento como este)
y éxito en la definición de proyectos.
Rápida contratación de profesionales durante la pandemia
Por su parte,
Manuel Palomino Chacón, director de Gestión y Presupuestos del Servicio de Salud de las Islas Baleares (Ib-Salut) ha puesto el ejemplo de su CCAA en la gestión de la pandemia. “En Baleares tuvimos que hacer frente a la contratación de profesionales de forma muy rápida por el coronavirus porque no teníamos y eso ha generado una serie de gastos que no teníamos en otros momentos de la asistencia sanitaria”.
En su opinión, el año 2021 estará controlado en cuanto a necesidad de profesionales sanitarios y material, especialmente marcado po
r las campañas de vacunación frente al Covid-19. “En este tiempo no hemos tenido ningún problema de financiación, porque las Consejerías han priorizado y las autonomías se han volcado”.
Sin embargo, comparte con Madrid
la incertidumbre frente al 2022. “Estamos planificación, además, la cuarta situación, que es la de ver cómo volveremos a la realidad y la de cómo ejecutar los presupuestos extraordinarios de Europa”, ha manifestado.
La respuesta financiera de las CCAA al coronavirus
Al final el debate, la moderadora,
Rosa María Urbanos Garrido, profesora del Departamento de Economía Aplicada, Pública y Política de la Universidad Complutense de Madrid, ha preguntado a los ponentes sobre la capacidad de adaptación de los sistemas sanitarios ante el coronavirus y si la financiación ha condicionado la capacidad de respuesta de las CCAA.
Ante esta pregunta, Regina Leal ha querido destacar cómo su comunidad, Castilla-La Mancha, tuvo que multiplicar por 5 las camas UCI debido a la incidencia acumulada que tenía, así como la contratación de más personal tras las bajas de los sanitarios infectados. “Centralizar esa atención nos facilitó el control de la pandemia y a futuro tenemos que plantearnos la reforma del modelo de financiación y la política de RRHH que tenemos todos los servicios de salud”, ha asegurado.
Por su parte, Fernández-Lasquetty ha incidido en
la manera que han tensionado el Covid-19 a los sistemas sanitarios y la importancia de corregir esas situaciones. “El coronavirus ha puesto a prueba los recursos humanos en sanidad y nos ha hecho ver que necesitamos más capacidad de gestión y menos burocracia”.
Fernández-Campa, por su lado, ha destacado el peso fundamental que tienen los servicios sanitarios en los presupuestos autonómicos y ha reclamado que esas partidas vengan con un criterio finalista, así como apostar por otras medidas que han quedado relegadas en estos tiempos como
la digitalización y la gestión de datos en sanidad.
Mientras que Palomino ha enfatizado que la apuesta de las CCAA en la gestión sanitaria ha sido clave para afrontar una pandemia de estas características, pero ha lamentado que
esta circunstancia ha requerido medidas más flexibles y centralizadas, en lugar de férreas y globales. “Sería bueno hacer una reflexión para ver qué nos ata más de esta situación, porque gestionar salud no es gestionar otras partidas”.
Arriba: Regina Leal, directora gerente del Sescam; Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Hacienda y Función Pública de la Comunidad de Madrid; Antonio Fernández-Campa, gerente de ACIS del Sergas; y Manuel Palomino, director de Gestión y Presupuesto del Ib-Salut.
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