Jesús Gutiérrez Morlote, Fernando Lamata Cotanda, Pedro Sabando Suárez, Juan José Rodríguez Sendín
Un grupo de más de
350 personas vinculadas a la sanidad, entre los que se encuentran profesionales de la Medicina, la Enfermería, la Psicología, la Farmacia, el Trabajo Social, funcionarios, periodistas de la salud, expertos en derecho sanitario, profesores universitarios así como varios ex - altos cargos de los gobiernos de España y de las comunidades autónomas de diferentes épocas (subsecretarios, secretarios generales de sanidad, consejeros, directores generales)
, se han dirigido al Presidente del Gobierno proponiendo la
"Refundación del Sistema Nacional de Salud (SNS)".
-Consulte aquí el texto completo-
A partir de la pandemia de Covid-19 y atendiendo al
compromiso de Pedro Sánchez ante el Congreso de los Diputados de impulsar “una Comisión de Estudio y Evaluación que analice la situación de la Sanidad Pública y elabore un
Libro Blanco para realizar los ajustes y cambios necesarios”, han entregado un extenso documento en el que
señalan algunas deficiencias y proponen una serie de reformas.
Los firmantes del documento, encabezado por el cardiólogo
Jesús Gutiérrez Morlote, valoran muy positivamente la
Ley General de Sanidad y la Reforma Sanitaria que impulsó, pero consideran que el estado actual del SNS, tras los cambios de todo tipo y la gran crisis de 2008, debe "refundarse".
Para recuperar el impulso de esas normas, proponen un
Pacto de Estado para la Sanidad, entre el gobierno de España y los gobiernos de las Comunidades Autónomas. Recuerdan que el SNS, está infra-financiado, faltando profesionales y siendo precario el empleo y bajas las retribuciones.
La crisis del Covid-19 ha demostrado que
un SNS que no puede dar una adecuada respuesta puede incrementar dramáticamente la crisis económica.
El SNS, elemento de cohesión social
Sugieren que, por el contrario, el SNS es elemento para la cohesión social, impulsor del progreso y una posible fuente de ingresos para el país. Proponen un gasto sanitario como el de la media de los países de la zona Euro y que las transferencias económicas del Estado a las CCAA garanticen que se mantiene la equidad en el SNS, algo que no sucede actualmente, como demuestran las diferencias de Gasto Sanitario entre ellas.
Se propone reforzar el Consejo Interterritorial y que sus decisiones sean vinculantes
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También señalan la necesidad urgente de
reforzar el Ministerio de Sanidad dotándole de los recursos humanos y presupuestarios que le permitan liderar crisis como la del Covid-19 y promover la cohesión del conjunto del SNS. La reciente epidemia ha demostrado que no ha habido suficiente solidaridad entre las CCAA y entre éstas y el ministerio.
Se propone
reforzar el Consejo Interterritorial (en el que están las CCAA y la Administración G. del Estado) cuyas decisiones deberían ser vinculantes. Del Consejo podrían
depender una serie de "Agencias" para la coordinación de determinadas compras o de las inversiones en tecnología con cobertura supra-regional, los centros de referencia, la Organización Nacional de Trasplantes, el Instituto de S. Carlos III (con el Centro Nacional de Epidemiología y otros).
También se refieren a
la Salud Pública –“corazón de la sanidad”-, que debe reforzarse, actualizando los planes de prevención y respuesta a pandemias-, y a los Sistemas de Información, ahora dispersos, proponiendo la creación de una
Oficina de Información Sanitaria que informe al Parlamento.
Reforzar la Atención Primaria con un 25% del resupuesto sanitario
Un apartado se dedica en exclusiva a la Política de Personal, “el recurso más importante con que cuenta la Sanidad Española”, proponiendo un nuevo y verdadero Contrato Social de los profesionales con la sociedad que garantice una remuneración satisfactoria, estabilidad laboral y expectativa de desarrollo profesional y que promueva la iniciativa y la evaluación.
Se apuesta decididamente por el reforzamiento de la Atención Primaria (destinándola un 25-30 por ciento del gasto sanitario), modificando su oferta de servicios e incorporando a otros profesionales y nuevas tecnologías, con gestión clínica autónoma así como coordinación o integración de los servicios sociales. En cuanto a los Hospitales, se promueve la complementariedad inter-regional y una nueva organización, según las necesidades de los pacientes y sus procesos, más plana y con mayor participación de los profesionales, así como nuevas fórmulas de selección y promoción tanto de estos como de los directivos, basadas ambas en la meritocracia y la pertinencia.
El acceso de los pacientes a todos los medicamentos útiles y afrontar los costes que ello supone para el SNS, exigen prescripción de calidad y mayor transparencia en la determinación de sus precios, que deberían ligarse a los costes de fabricación y la inversión en I+D.
Finalmente, el documento recomienda promover y desarrollar políticas europeas multinacionales para impulsar una sanidad pública de calidad. Para los firmantes, el SNS se halla en un momento decisivo que obliga a su actualización desde la experiencia, el rigor y la generosidad de todos.
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