"Solo me iré de la privada de Muface si el Gobierno me obliga"

Crisis. Incertidumbre. Dudas. Miedo. En los últimos cuatro meses han sido varios los términos que han rodeado a Muface, la mutualidad que dota de asistencia a cerca de 1,53 millones de personas (entre titulares y beneficiarios). De hecho son ellos, los funcionarios públicos y sus familias, los que dicen que desde el primer minuto se han sentido "víctimas" de todo lo sucedido en el concierto sanitario. Una primera licitación caída, la segunda paralizada, y un tercer proceso licitador en marcha que, aunque podría contar con el visto bueno de dos aseguradoras, aún no es firme. Y, con todo ello, los mutualistas se encuentran en el primer periodo de permutas del año, que finaliza este viernes. Redacción Médica ha contactado con varios funcionarios que indican que tomarán la misma opción sanitaria que tienen, aunque no sepan qué deparará el futuro de Muface.

- ¿Qué hará durante este periodo de permutas?
- Solo me iré de la privada de Muface si el Gobierno me obliga.

Así de tajante se muestra Delfina Álvarez (Salamanca, 76 años), quien desde el primer momento ha clamado por la continuidad del concierto. Esta docente ya jubilada cuenta que fue una de las primeras en adscribirse al concierto sanitario en 1975, cuando se creó. "Por entonces no teníamos opción de escoger entre sanidad pública o privada. Si eras de Muface, ibas directamente a la privada", explica.

Sin embargo, años después, cuando la mutualidad abrió la opción de hacer ese cambio al modelo público, Álvarez optó por el cambio. Estuvo unos años hasta que, poco después, retornó a la privada. "Lo hice porque los horarios se ajustaban más a mi situación. No tenía problemas de salud, pero después he pasado por un cáncer", dice.

A ella se suma Mariano González (Valladolid, 50 años). Este mutualista ni tiene ni ha tenido problemas de salud graves, aunque, desde que se sacó la plaza como funcionario hace años, está adscrito al modelo privado en Muface. "No me voy a cambiar. Ni siquiera con toda la crisis que hemos pasado me lo he planteado. Si me voy a la pública, que sea porque me echa el Gobierno", comenta. Y, a todo ello, remata: "¿Por qué voy a renunciar a un derecho que tengo como funcionario?".

"Más bien creo que este periodo de permutas no se tendría que haber hecho ahora. La Dirección de Muface tendría que haber esperado a que la crisis se solucionase para poder darnos a elegir", subraya. De hecho, él se encuentra en una organización sindical, e incide en que en los últimos meses, más que una "oleada de preguntas" relacionadas con este cambio a la pública, ha llegado una "oleada de incertidumbre" de los mutualistas por saber qué iba a ser de su asistencia sanitaria.

Como ellos, varios mutualistas encuestados por Redacción Médica coinciden. No van a cambiar del modelo privado al público. Menos aún tras conocer que la mutualidad ya se encamina hacia su tercer proceso licitador y que, esta vez, el horizonte aparenta ser más optimista. 

Un segundo periodo de permutas

Este 2025 llegó con una novedad. A raíz de la crisis, y de la inestabilidad con la comenzó el año el concierto sanitario, la Dirección del modelo puso a disposición un periodo extraordinario de permutas. Este tendrá lugar una vez se firme la nueva licitación, por lo que los mutualistas tendrán que esperar hasta entonces. 

En esa fecha, los mutualistas podrán volver del modelo público al privado o podrán cambiarse de entidad. Es decir, si un funcionario se encontraba en la modalidad privada con ua compañía que no hubiese concurrido a la ya tercera licitación de Muface, el mutualista en cuestión tendrá la posibilidad de cambiarse a otra compañía. 

Muface vuelve a la casilla de salida

Esta semana, previa a la finalización del primer periodo de permutas, iba a comenzar con la finalización del plazo de presentaciones para la segunda licitación de Muface el lunes. Solo quedaba Asisa en la partida, que barajaba presentarse en solitario tras la salida de Adeslas y DKV del modelo en diciembre y a principios de enero, respectivamente. Pero a menos de 48 horas de que acabase este proceso, la mutualidad vivió un nuevo giro. 

El sábado el Gobierno anunció la paralización del segundo proceso licitador de Muface. El objetivo era, como explicó el Ejecutivo, "realizar correcciones" en los pliegos. Adeslas, la compañía que hasta el momento aglutinaba al 47 por ciento de los mutualistas, no tardó en responder, y celebró el movimiento. Fuentes de la compañía explicaron a este periódico que "revalorarían su postura". Por tanto, Adeslas abría la puerta a volver. 

Dos días después la incertidumbre continuaba. Pero, en otro giro, el martes el Gobierno anunció que iba a inyectar 330 millones de euros para el siguiente trienio de Muface. Así, la prima aumentaba de un 33,5 por ciento a un 41,2 por ciento.

Las aseguradoras no tardaron en responder. Fuentes de Asisa, en conversación con Redacción Médica, dijeron que valoraban con "cierto optimismo" este cambio. A ella se sumó minutos después Adeslas, que explicó que estudiaría los nuevos pliegos. DKV, en cambio, tan solo dijo a este periódico que valoraría las nuevas condiciones. 

Así, en este momento las aseguradoras y las cerca de 1,53 millones de personas adscritas al modelo se encuentran en este momento a la espera de conocer las modificaciones realizadas por el Gobierno en los nuevos pliegos de la mutualidad. De hecho, fuentes de gran solvencia han confirmado a este periódico que estos documentos podrían llegar entre semana y principios de la que viene y, después, que pase los 25 días naturales que suele dar de plazo el Ministerio para la Función Pública a las compañías (tanto las ya presentes en el último concierto, Asisa, Adeslas y DKV, como aquellas otras que quieran valorarlo) para que analicen la nueva licitación.

Mientras, Muface sigue en vilo. Al igual que lleva durante más de 120 días, desde que la mayor crisis de la historia de la mutualidad en sus 50 años de su historia comenzó. Sin embargo, su futuro esta vez se avecina algo más esperanzador. Y el concierto sanitario, a pesar de una crisis que ya ha avanzado durante cuatro meses, podría llegar a su fin.