María Medina, primera EIR en escoger Geriátrica en 2025.
El Ministerio de Sanidad vuelve a ser presa del alboroto, esta vez adjetivado con el término enfermera.
El proceso de adjudicación EIR se adueña de su sede con la vuelta de la elección presencial, a la vez que centenares de aspirantes se adentran en su página web para llevar a cabo la selección de forma digital. Un trasiego en el que se repiten algunos nombres de forma constante, como
Obstétrico-Ginecológica o
Familiar y Comunitaria. La aceleración se apodera también de determinadas especialidades, aunque no de todas, al menos, en un principio. Mientras las candidatas se abalanzan sobre las plazas para matrona, Salud Mental, Trabajo o
Geriátrica encuentran menos seguidoras. Así, el primer día de asignación de vacantes finalizó con un único hueco ocupado en la disciplina centrada en los pacientes de mayor edad. Un espacio que personificó
María Medina.
La joven fue la primera enfermera que ha escogido
Enfermería Geriátrica. Lo ha hecho con
el número de orden 88, por lo que tenía la opción de elegir cualquier especialidad, incluidas las más deseadas. Sin embargo, la sanitaria ha decidido formarse en el cuidado de las personas de más de 65 años, proceso que llevará a cabo en el Área de Geriatría de Albacete. "Lo tenía bastante claro", ha revelado a
Redacción Médica.
Medina se graduó en la
Universidad de Castilla-La Mancha en 2022. Desde entonces, trabajó en el
Hospital General Universitario Nuestra Señora del Prado (Talavera de la Reina, Toledo) y el
Hospital Universitario La Paz (Madrid). En la capital española, la sanitaria tuvo su primer contacto con la Geriatría. "Me gustó lo que hacía y pensé en preparar el EIR para especializarme más. Además, esta vía me permitirá obtener algo más de estabilidad", ha indicado, tras una temporada de cambios continuados de lugar de residencia.
"Me gustó lo que hacía y pensé en preparar el EIR para especializarme más"
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Su relación con la disciplina continuó en el Hospital Universitario Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Albacete), donde pasó el verano de 2024. Precisamente, este fue el último contrato que asumió la enfermera antes de
centrarse exclusivamente en la preparación del EIR. "Hay que dedicarle bastante tiempo e intentar no pensar en que te juegas todo en un solo día", ha compartido la futura especialista. Un esfuerzo que ha tenido su recompensa meses después.
Contacto con el paciente
Apostar por la rama geriátrica de la Enfermería proviene de la preferencia de Medina por
estar en contacto constante con los pacientes. Algo de lo que requieren los usuarios de más edad del Sistema Nacional de Salud (SNS). "Los pacientes geriátricos suelen estar bastante tiempo ingresados, por lo que los ves todos los días", ha explicado. Así, las enfermeras de esta especialidad deben estar constante atentar a las alteraciones del estado de salud de estos individuos, lo que hace que la dotación de cuidados sea permanente para favorecer su recuperación. Algo que suelen reconocer a las sanitarias. "Son muy agradecidos", ha puntualizado.
Un tipo de paciente al que se deben adaptar las futuras enfermeras. El aumento de la esperanza de vida favorece el envejecimiento de la población, razón por la que las sanitarias
tienen que conocer los procedimientos necesarios para garantizar su correcta asistencia. "Hay que intentar que las personas lleguen al final de sus días con la mejor calidad de vida posible. Para conseguirlo, hay que especializarse", ha afirmado Medina. Una reflexión que contrasta con la proporción de plazas con las que cuenta Enfermería Geriátrica. Y es que la disciplina suele estar entre las menos numerosas, situación que se da este año al ofertarse
tan solo 92 vacantes formativas.
"La especialización permite que las personas lleguen al final de su vida de la mejor manera posible"
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Pese a su número inferior, tampoco se encuentra entre
las especialidades preferidas por las candidatas EIR. "A lo mejor de primeras
puede no ser tan vistosa como otras, pero es clave para el funcionamiento del sistema sanitario", ha señalado la futura enfermera geriátrica. Sin embargo, tampoco le sorprende. En 2024, dicha rama fue la última en agotarse, al conseguir completar su cupo con la número de orden 3.687, lejos del 906 de Obstétrico-Ginecológica o el 1.495 de Pediátrica.
Futuro geriátrico
Pese a todo, Medina
está ilusionada con su elección. "Tengo muchas ganas de aprovechar estos dos años para formarme lo máximo posible y aprender en todas las rotaciones que me planteen", ha apuntado la casi residente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam). Un periodo en el que la joven pasará por unidades dedicadas al tratamiento de heridas, Atención domiciliaria o Cuidados Paliativos.
Respecto al futuro, Medina
está abierta a cualquier oportunidad, ya sea en un hospital o un centro sociosanitario. Eso sí, siempre que sea como especialista. "Ya que me he dedicado tiempo a formarme, me gustaría poder aplicar estos conocimientos durante los próximos años", ha resaltado. Para ello, las comunidades autónomas deben avanzar en
la implantación de las especialidades enfermeras, acompañada de la creación de categorías específicas para las tenientes de un EIR, como sucede con las matronas. "Entiendo que ahora haya profesionales de distintos tipos, pero más adelante, lo suyo es que una planta de Geriatría solo haya especialistas", ha agregado.
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