Ignacio Fernández Toxo, secretario general de Comisiones Obreras.
El secretario general de
Comisiones Obreras lo tiene claro: el Gobierno ha convertido el Sistema Nacional de Salud en un modelo
‘low cost’ de trabajo, donde el profesional ha sido el gran perjudicado. Sueldos congelados durante los años más duros de la crisis económica y otras mermas laborales han llevado, según
Ignacio Fernández Toxo, al sanitario a manifestarse reiteradamente “y no por deporte”. El líder sindical hace una radiografía del actual estado de la sanidad en España, especialmente después de las sentencias europeas contra la precariedad en el empleo, y explica a Redacción Médica cómo han sido y cómo son sus relaciones con los diferentes dirigentes sanitarios.
¿Cuál es el gran problema que tiene la sanidad española en la actualidad?
Creo que la aceptación de las políticas de ajuste que se han aplicado en España en los últimos años. En concreto, hay un problema recurrente de exceso de gastos farmacéutico -que tiene más que ver con una política de acuerdos con los grandes laboratorios- que dificulta la reducción de precios, por lo que habría que esmerarse en conseguir una mejor relación y, sobre todo, que no deteriore la política de precios farmacéuticos la calidad de la atención sanitaria.
Por ejemplo, hemos tenido el episodio lamentable de la hepatitis que es una muestra de lo que no se debe hacer en un país. O como ocurre estos días en Madrid, donde estamos asistiendo a noticias un día tras otro de deterioro de los grandes centros hospitalarios de referencia madrileños por problemas de mantenimiento porque, tal vez, ha habido una política de inversiones en el pasado reciente inadecuada.
Creo que la sanidad española todavía goza de un gran prestigio y ello se debe, fundamentalmente, a los profesionales que tiene dentro, que es gente que con mucha voluntad, y en muchos casos escasez de medios y apoyo político, están haciendo una labor encomiable en nuestro país.
Toxo analiza la situación laboral del SNS.
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¿Debería el Ministerio de Sanidad realizar subastas de medicamentos, como se está haciendo, por ejemplo, en Andalucía?
Puede ser una vía. Creo que tenemos que perfeccionar nuestro sistema de salud. Hay una fuerte descentralización, pero tal vez la cooperación entre las comunidades autónomas con la Administración central podría redundar en un beneficio importante, por ejemplo, a la hora de la negociación de precios, porque si no, nos lleva a que tengamos situaciones muy dispares entre unas regiones y otras.
¿De qué manera cree que influye la política en la sanidad? ¿Está este sector politizado en la actualidad?
Que la política influye en la sanidad es evidente. Es decir, la decisión de priorizar el déficit público por encima de la atención a los servicios fundamentales para la ciudadanía, está teniendo una repercusión importante en la calidad de la sanidad en España. A pesar de que sigue siendo de las mejores del mundo, ya empieza a notar los efectos de las políticas de recortes, tanto financieros como de plantillas, que empeoran las condiciones de trabajo de los profesionales.
Soy un firme partidario de la descentralización. Pero, dicho esto, teníamos que haber primero que diseñado el Sistema Nacional de Salud (SNS) y después hacer las transferencias y no al revés. Hubiera sido mucho más prudente. Está bien que la Administración más próxima al paciente sea quién gestiona recursos tan importantes como los que derivan de la prestación de servicios básicos a la ciudadanía, pero la calidad debería ser un elemento que informe la prioridad en las políticas.
¿Puede seguir presumiendo España de tener el mejor modelo sanitario cuando sus profesionales están emigrando a otros países y ha sido condenada por la Justicia europea por contratos temporales?
“Javier Rodríguez gestionó el ébola como si estuviese en la barra de un bar”
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Esta dinámica de deterioro progresivo finalmente hará que, finalmente, se resienta la calidad de nuestro sistema sanitario, sobre todo, en la atención a la ciudadanía. No se puede seguir haciendo lo mismo que se ha hecho en estos últimos 8 o 9 años de crisis económica o España irá descendiendo puestos en el ranking.
Por esto, uno de los empeños de los sindicatos es conseguir, ahora que la economía crece, restablecer los niveles de calidad a partir de priorizar la inversión, pero también en relación con el empleo. Ha tenido que ser un Tribunal de Justicia Europeo el que haya venido a enmendarles la plana a quienes han diseñado un modelo ‘low cost’ de relaciones de trabajo porque no tiene sentido que las personas permanezcan en el empleo con un contrato de interinidad que se prolonga por 8, 10, 15 y más años, con la inseguridad que esto genera.
En España hay que dar cumplimiento a esa sentencia y el Gobierno haría bien en atender la demanda que están planteando las organizaciones sindicales en el ámbito de la sanidad, pero también en el conjunto de las administraciones públicas para regular, definitivamente, la situación de los 300.000 interinos que están contratados en España.
¿Ha utilizado la Administración el SNS como una ETT?
Fernández Toxo en un momento de su entrevista.
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Sin duda. A pesar de que las necesidades están ahí y deben ser satisfechas, han suspendido las ofertas públicas de empleo (OPE) y han llevado a cero la tasa de reposición, provocando que el servicio se deteriore al apelar a la contratación temporal como si esto fuese una empresa al uso en el sector del comercio o de la industria, por ejemplo. La sanidad es un elemento fundamental, como es la educación, para la salud democrática del país y ahí no se pueden aplicar determinados usos. Po eso, hay una responsabilidad muy evidente de la administración pública.
¿Ha estado el sanitario maltratado o infravalorado por la Administración a lo largo de los años?
Absolutamente. Y la prueba es que, solo en Madrid, llevamos cincuenta y tantas ‘Mareas blancas’. Los sanitarios no protestan por deporte, sino porque son conscientes del deterioro al que se está sometiendo el sistema, así como a sus propias condiciones. En mi opinión, ha habido una especie de criminalización del servidor público en los diversos estamentos que la conforman, como si fueran los responsables por sus condiciones de trabajo, por sus altos salarios o por sus privilegios.
En esa línea, ¿qué opina de que los sanitarios estén normalmente quejándose de su sueldo pero cobran más que el trabajador medio en España?
Claro, porque los salarios en España están muy bajos y además se han devaluado excesivamente con las medidas que se han tomado en la crisis. En la función pública, no se ha desarrollado el Estatuto Básico, se han congelado o recortado los salarios y en el sector privado se ha devaluado el estatuto de los trabajadores para facilitar lo que las empresas buscaban: competir sólo con la reducción del coste del factor trabajo.
¿Cobra el sanitario poco o acorde a la situación económica que vive España?
“Cataluña se centra más en dar voz a la independencia que a la sanidad”
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Es cierto que España se empobrece con la crisis, pero la inmensa de la mayoría de la gente sufre mucho más el efecto de este empobrecimiento que una élite que, no sólo no se empobrece, sino que ve mejorada su situación. Ante esto, los sindicatos planteamos la recuperación de los salarios y que la economía se ponga al servicio de la ciudadanía. En sanidad, como en otros ámbitos de la Administración Pública, la gente tiene que superar la devaluación salarial. La economía española no va a crecer si no crecen los salarios.
¿Han llegado los sindicatos a un acuerdo con la patronal para esa subida salarial?
Desgraciadamente, hasta el momento, no. Ellos pretenden una horquilla de crecimiento de los salarios entre el 0 y el 2 por ciento, y nosotros no estamos dispuestos a firmar incrementos salariales que tengan un suelo cero.
¿Qué aumento salarial merecería este colectivo?
En la línea que estamos planteando en el conjunto de los sectores. Al menos ahora la evolución de la inflación no es tan favorable como el pasado reciente, pero sigue erosionando su capacidad adquisitiva.
¿Qué iniciativa se está llevando a cabo CCOO para acabar con esa precarización en sanidad?
Estamos planteando varias cosas. Por una parte, la reposición de los derechos en materia de jornadas de trabajo; corregir los defectos de la devaluación salarial; o planteamos una OPE extraordinaria para algunos sectores, sanidad entre ellos, para compensar los ajustes de reducciones de plantillas que se han producidos en los últimos años. Asimismo, recuperar parte de la calidad perdida, a través del cumplimiento estricto de las sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, no sólo en el terreno de las indemnizaciones, sino también porque la temporalidad sin límite no son la solución para la calidad del empleo.
¿Deben los sanitarios volver a las 35 horas semanales? ¿O de lo contrario, mantener la jornada laboral que tienen puesto que, a nivel general en España, otros son pluriempleados?
La jornada laboral en España máxima legal es de 40 horas. Luego, convencionalmente se ha ido estableciendo jornadas distintas según los diferentes convenios colectivos. En las administraciones públicas, fruto de la negociación, se ha llegado a esta situación, pero, de golpe y porrazo nos encontramos con que un gobierno decreta la supresión de las jornadas reducidas de 35 horas en las administraciones públicas y en los servicios públicos. Esto va contra todo la lógica del derecho laboral.
Por tanto, hay que reponer los derechos conquistados a lo largo de los años, ya que no han sido concesiones graciosas del sistema, sino fruto del esfuerzo de los trabajadores. Además, en un país con cuatro millones de personas en paro, ampliar la jornada a las personas que tienen empleo en estos momentos sólo va a retrasar la reducción del desempleo.
¿Cuándo, en su opinión, se debería volver a las 35 horas en sanidad?
Ya, por eso lo estamos planteando al Gobierno en las mesas de negociación.
¿Por qué en sanidad, los trabajadores se afilian a sindicatos profesionales?
Esa situación pasa también en algunos otros sectores. Pero le diré una cosa, Comisiones Obreras sigue siendo el primer sindicato en España, también en sanidad. Hay una gran atomización y esto no es bueno para los trabajadores del sector, ya que el sector sanitario, como otros, necesita de potentes instrumentos sindicales y convendría que los propios profesionales reflexionarán sobre la situación.
¿Son los sanitarios, en comparación con todos los profesionales en España, un 'lobby' de presión sindical mayor?
No, no lo creo.
¿Son más o menos reivindicativos?
Son reivindicativos porque han sufrido mucho acoso. Necesitamos de una mayor fuerza reivindicativa y esto pasa porque la gente se organice más y haya más cooperación entre las diversas organizaciones en nuestro país. La unidad de acción entre Comisiones Obreras y UGT es extrapolable a otros ámbitos y otros actores, porque vivimos un momento duro en el que se está poniendo en cuestión el modelo de organización de la sociedad y de sus servicios, como el sanitario, que son pieza clave.
¿Conoce a Spiriman, el alter ego del médico sindicalista Jesús Candel en Andalucía?
Sí, le he visto aupado a hombro de un policía municipal (ríe).
Toxo cree que se debió crear primero el SNS antes de transferir las competencias.
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¿Qué opinión le merece?
De vez en cuando surgen expresiones de este tipo, pero no creo tanto en las individuales como en la fuerza de lo colectivo. Por eso, la gente tiene que organizarse y no confiar tanto en que un día alguien, seguramente muy voluntarista, les vaya a resolver los problemas.
¿Debe haber más ‘Spirimans’ en las manifestaciones sanitarias o eso podría generar casi una lucha de egos?
Lo que tiene que haber es más gente que ayuden a defender el Estado del Bienestar. Esto va a determinar la capacidad de modificar las políticas.
Y a lo largo de su trayectoria en Comisiones Obreras, ¿ha tenido la oportunidad de reunirse con algún ministro de Sanidad?
Sí, he tenido una relación con prácticamente todos los que han pasado desde que estoy al frente del sindicato.
¿Cuál es, en su opinión, el peor ministro de Sanidad que ha tenido España?
No me gusta señalar a las personas, aunque sería relativamente sencillo hacerlo en el caso de la sanidad. En el último período, además, han pasado tantas personas. Si hemos tenido hasta tres ministros, ¡un disparate!
¿Ha concentrado la última legislatura a los peores responsables de Sanidad de los últimos tiempos?
Ha concentrado las peores políticas. Ahí está la muestra. Un país que, en muy pocos años, reduce el gasto social en 50. 000 millones de euros. Sus políticas no han sido las adecuadas y por tanto, sus protagonistas no han estado a la altura de lo que demandaba la ciudadanía.
¿Y el mejor o más predispuesto por mejorar la sanidad?
A mí me ha tocado una etapa al frente del sindicato muy compleja. Llegué aquí con la crisis y, por lo tanto, no estoy en condiciones de hacer esa afirmación porque la política de ajustes empezó en España en el 2010 y, desde entonces, ha habido una dinámica de recortes, tanto de salarios como de condiciones de trabajo.
¿Y de los consejeros de Sanidad? Muy sonada fueron sus reacciones contra el consejero madrileño, Javier Rodríguez, con la gestión del ébola…
Tuvo una falta de insensibilidad… Los responsables políticos lo primero que tienen que hacer es empatizar con la gente, meterse en su piel de las personas, y no actuar como si estuvieran en la barra de una taberna. En fin, poco edificante.
“El PP no tiene un compromiso arraigado por defender la sanidad pública”
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PP o PSOE, ¿cuál de los partidos mima más a la sanidad?
El PSOE es un partido que ha gobernado durante un prolongado espacio del tiempo en nuestro país, justo aquel tiempo en el que se desarrolla más la sanidad pública. Y el Partido Popular, en cambio, ha venido casi siempre con los recortes. La gestión privada es mucho mejor, no sabemos por qué, que la gestión pública, y cada vez que han estado al frente del Gobierno, han colocado en manos privadas la gestión de hospitales públicos. El PP no parece tener un compromiso arraigado con los principios de sanidad pública.
¿Debe la sanidad privada salirse del sistema? ¿O de lo contrario, como defienden ellos, mantener una colaboración con la pública?
Se puede convivir. Este país es de libre empresa, pero la salud es un tema muy delicado porque afecta a la vida directamente de las personas, pero creo que hay un espacio para la colaboración. Por eso, el Estado debe gestionarlos para priorizar la atención y la calidad del sistema público sanitario. En mi opinión, hay que estrechar más la colaboración entre el SNS y las mutuas profesionales, sin llegar al extremo que están demandando algunos de que las mutuas puedan dar las altas y las bajas en las enfermedades comunes, pero sí esa complementariedad necesaria que pueda permitir, por ejemplo, procesos de rehabilitación en lesiones traumatológicas.
Una de las regiones donde más conflicto está viendo entre la sanidad pública y la privada es en Cataluña. ¿Es el laboratorio de los recortes en los servicios públicos de España?
Cataluña fue la avanzada de los recortes públicos en nuestro país. En esta región hay un gobierno de derechas que tiene una visión de la economía y de la sociedad muy clara. Ahora, todo esto está detrás de la nebulosa de la independencia y demás, pero, en Cataluña hay tantos o más problemas sociales y de gestión de lo público, como en el resto de España.
Aquí, los sindicatos catalanes están haciendo ingentes esfuerzos por colocar en la agenda pública los problemas reales de la ciudadanía, como son sobre los servicios públicos, la calidad del empleo, los salarios…
Una de las últimas declaraciones del en contra de los trabajadores más sonoras del consejero de Salud de Cataluña, Antoni Comín, fue contra los enfermeros, a quienes acusaba de dejar enfermos en los pasillos por decisión propia…
Buscan el chivo expiatorio en la parte más débil del sistema que son los trabajadores. Su responsabilidad es tener instalaciones adecuadas y dotaciones de medios y personal suficientes para poder atenderá los pacientes. Si la gente está en los pasillos no puede decir que es culpa del médico o de la enfermera. Será porque se han cerrado plantas y camas y porque el servicio está bajo mínimos, como consecuencia de la política de recortes.
¿Se está centrando ahora el Gobierno en darle más voz al tema de la independencia que a salvaguardar los servicios públicos?
Es evidente. A mí me parece legítimo el debate y todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión, pero cuando se tienen responsabilidades de gobierno no se pueden descuidar, y eso es precisamente lo que está haciendo la Generalitat.
¿Cuál ha sido la mayor victoria que ha conseguido Comisiones Obreras en sanidad? ¿Y la que le gustaría conseguir en el futuro?
No creo que sea exclusiva del sindicato, pero la mayor victoria en sanidad que hemos logrado como país ha sido la universalidad de la atención sanitaria, aunque es cierto que ahora vivimos tiempos en los que ha habido recortes, sobre todo, con los extranjeros sin papeles. Por otro lado, a partir de ahora debemos centrarnos en la Ley de Dependencia, por ejemplo, cuyo desarrollo está paralizado actualmente. Debemos darle el impulso que se merece, porque hay muchas personas pendientes de ella.
La entrevista a Fernández Toxo se ha realizado en la sede que Comisiones Obreras tiene en Madrid.
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