Joan Artells, Rodrigo Gutiérrez, Julián García Vargas, José María Freire y Albert Ledesma.
26 abr. 2016 21:10H
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La cronicidad y la comorbilidad son dos grandes retos a los que se enfrenta la sociedad. La integración de la atención social y sanitaria se contempla como la herramienta más adecuada abordar las necesidades de una población cada vez más envejecida. Sin embargo, cómo se implementa esta integración es una cuestión esencial para su eficacia.
Para hacer frente a este reto la Fundación Salud Innovación Sociedad de Novartis ha elaborado la Consulta Prospectiva Delphi 2015-2020 sobre Escenarios de la integración de la atención social y sanitaria en Cataluña, un estudio que ha consultado a 100 profesionales, entre médicos, psicólogos, trabajadores sociales y directivos sobre 49 escenarios posibles y que se ha presentado este martes en la sede de Esade en Madrdi.
“Para que haya integración primero tiene que existir Servicios Sociales”, ha afirmado José Manuel Freire, portavoz del PSOE de Sanidad en la Asamblea de Madrid. En su opinión, “el sistema sanitario se basa en que uno cotiza y recibe asistencia, pero el sistema social se basaba en la beneficencia y todavía se sigue considerando prácticamente así”.
Para ilustrarlo ha puesto un ejemplo: “No hay centros de Servicios Sociales como sí hay centros de Salud; difícilmente vamos a integrar algo que no existe”. Por eso, Freire se ha referido a dos retos: construir un sistema de seguridad e impulsar la figura de Enfermería comunitaria que pueda prestar servicio en domicilios
Cambio de paradigma
En opinión de Julio Zarco, director general de Coordinación de la Atención al Ciudadano y Humanización de la Asistencia Sanitaria de la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid, “estamos ante un cambio de paradigma sociodemográfico por el envejecimiento de la población y la proliferación de enfermedades crónicas”. Su posición impulsar la una atención integrada pasa por “empoderar a la Atención Primaria para que sea domiciliaria”.
Esta misma opinión ha defendido Ana Isabel Lima, presidenta del Consejo General de Trabajo Social de Madrid, que ha afirmado: “Cuando hablamos de integración pensamos en residencias y hospitales y no en domicilios donde se puede trabajar en comunidad”. Para Lima el problema no está en considerar que “todo tiene que girar en torno a las personas que cuidan a las persona, sino en cómo se desarrolla”.
Precisamente esta es una de la conclusiones que arroja el estudio, según ha explicado Joan Josep Artells, socio asesor de Sanidad, Comunicación y Gestión del Conocimiento S.L. de Barcelona y director del estudio, que ha explicado que “los encuestados coinciden en las cosas buenas que ocurrirán cuando haya atención integrada, pero pocos coinciden en cómo hacerlo”.
Uno de los logros para que la atención integrada haya cuajado como concepto es la “adhesión a un relato asumible, digerible, con sentido común y que sirve a las personas que atienden a las personas”, ha afirmado Albert Ledesma, director del Plan Interdepartamental de Atención e Interacción Social y Sanitaria de Cataluña del Departamento de Presidencia de la Generalitat de Catalunya. Para que la integración triunfe, ha señalado, “hace falta rediseñarlo todo, desde cómo se financia hasta el detalle de quién se hace responsable de atender a cada persona en cada momento”.
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