La revisión de la actuaciones de los profesionales de Psiquiatría y de las infraestructuras es necesario para humanizar el tratamiento de los pacientes con enfermedades mentales y para hacer de la
hospitalización un proceso mucho más digno. Los profesionales de la
V Jornada Nuevos desafíos, nuevas respuestas asistenciales en Salud Mental, que tiene lugar en el Hospital Materno-Infatil del Gregorio Marañón, ponen en común sus estudios y experiencias para lograr que los pacientes no vean mermada toda su autonomía. Porque todos coinciden en los cambios de valores que se están dando en un nuevo paradigma de la Salud Mental.
Francisco Ferre, sobre las Unidades Abiertas
|
El experto en Bioética y profesor de la Universidad Europea de Madrid,
Emanuel Valenti, explica que este cambio se produce tras la introducción la
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que ha sido ratificado por 159 estados, incluido España. Convenio del que resalta dos artículos: el 12, relativo a la igualdad de la persona ante la ley, y el artículo 14, sobre su libertad y seguridad.
"Se plantea un
cambio de paradigma: desde un modelo de toma de decisiones centrado en la sustitución (alguien decide por otro) hacia un modelo de
toma de decisiones centrados en el apoyo (alguien ofrece soporte a otro)", explica Valenti. "Un cambio que influye en la infraestructura del sistema sanitario, pero también en los valores que los profesionales tienen hacia los pacientes", afirma.
Valenti plantea ese
conflicto ético que se da cuando la coacción entra en el tratamiento. Sin embargo, recuerda que, pese a que las medidas coercitivas sean obligatorias en muchas ocasiones dentro de la Psiquiatría, el nuevo estándar debe tener en cuenta la dignidad de los pacientes siempre. "Las opiniones de los pacientes se deben escuchar de acuerdo a sus competencias. Los profesionales les tienen que ayudara elegir", asegura.
En ese sentido, el coordinador de la Unidad de Hospitalización de Jerez de la Frontera,
José Mª Villagrán, enfatiza sobre la importancia de que los profesionales compartan las decisiones junto a los pacientes. "Es un proceso de la relación médico-paciente muy diferente al modelo tradicional, mucho más paternalista", apunta.
Aunque el proceso de toma de decisión compartida no se postula para que se utilice el cualquier situación médica -en trastornos agudos las decisiones muchas veces se toman de manera urgente-, resulta idóneo para
pacientes con enfermedades crónicas, que pueden tener, en mayor o menor medida, capacidad para tomar decisiones, y cuyas consecuencias van a ser a largo plazo.
Considerar la individualidad del paciente
El concepto de la humanización ha servido de hilo conductor en el trascurso de las distintas ponencias de esta jornada, como la de
Francisco Ferre, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón. "En el Gregrorio Marañón empezamos a pensar en qué se podía proponer respecto a la hospitalización psiquiátrica que pudiese ser mejor para sus pacientes y para su familia. Se plantearon los modelo de unidades abiertas y entendimos que era una gran oportunidad de hacer una Psiquiatría más humanizada. No es otra cosa que cuando uno está interviniendo con pacientes con una enfermedad mental se considere su dignidad, su individualidad… hacer con él lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros", asegura.
Mercedes Navío, Javier Muñoz, director médico del Hospital Gregorio Marañón, y Francisco Ferre.
|
Y en esa búsqueda dan como respuesta las unidades abiertas. "La idea es que haya
tres criterios estratégicos: humanizar -nos podríamos atrever alguna vez a que la familia acompañe al paciente-, consguir adaptar un cuidado distinto según el estado del paciente en la hospitalización y mantener una unidad cerrada", explica.
Por su parte, la jefa de la Unidad de Enfermería del mismo hospital,
Mercedes Peña, explica las medidas que están tomando para hacra hacer más dignas las unidades de agudos. "El
Plan de humanización de asistencia sanitaria 2016-2019, de la Consejería de Sanidad, ha hecho que llevemos una
metodología en todo el sistema para humanizarlo. Estudiamos la situación, viendo dónde estaba el problema, diagnosticándolo y mirando qué podíamos hacer para evitar esa deshumanización", explica.
Humanizar la información, tanto a pacientes -adaptándola a su situación personal- como a sus familiares, o realizar campañas divulgativas contra el estigma de las enfermedades mentales, entran dentro de las medidas de este plan estratégico, entre otras muchas mejoras.
"En la vida no hay premios y castigos, pero lo que sí hay son consecuencias, y estas consecuencias hacen que el de cada uno de nosotros cree un grano de arena. Granos que hacen una playa. En nuestro buen hacer con nuestros pacientes podemos dejar una huella la importante", finaliza.
El clima adecuado
También habla del trabajo en la unidad de agudos el presidente del Comité Organizador de estas jornadas y psiquiatra del Gregorio Marañón,
Ignacio García Cabeza. El facultativo explica los beneficios de la psicoterapia para estos pacientes. "Los objetivos son dar seguridad y confianza al paciente y revelar experiencias psicóticas. Se
desingulariza la psicosis y se ayuda al paciente a salir del egocentrismo perceptivo -hay quien dice en la sesión que es Dios hasta que otro paciente le dice que no, que Dios es él-, a la vez que se inicia una relación y una alianza terapéutica. También se motiva al paciente para continuar el trabajo psicoterapéutico", asegura.
Diego Figuera Álvarez, coordinador del Hospital de Día Ponzano y miembro del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hopital Clínico San Carlos, resalta la importancia del clima terapéutico. "El Hospital de Día de Ponzano tiene pacientes agudos y subagudos. Es una unidad abierta intermedia con un
ambiente muy familiar", explica. Tan familiar es que hasta cuentan con un equipo de fútbol y hacen salidas a museos.
"El espacio físico es fundamental. El Hospital tiene que tener una ubicación diferenciada y unas dimensiones adecuadas y contar con accesibilidad y espacios al aire libre, como en Ponzano. También cuenta con
seguridad, confort, privacidad y dignidad. Aquí la gente viste normal, no utilizan una vestimenta especial ni los pijamas, cuyo uso ha sido tan discutido", explica. También añade que, para este buen clima, es necesario que se tenga en cuenta la perpspectiva de género, las diferencias culturales, que exista un espacio específica para actividades ocupacionales y se valore tanto la opinión del equipo como la de los pacientes y famliares.
Cooperación entre profesionales
El último ponente de esa primera mesa redonda, moderada por la enfermera del Servicio de Psiquiatría del Gregorio Marañón
Mª Paz Hernández Jiménez, es
Manuel Franco, jefe de Servicio de Psiquiatría en Zamora y Valladolid, que explica la importancia de que los distintos profesionales vinculados al tratamiento de estos pacientes -enfermeras, psiquiatras, psicólogos, terapeutas ocupacionales...- cooperen y se coordinen.
Para Franco, la propuesta del cambio pasa por la creación de la U
nidad Funcional Asertivo-Comunitaria, donde la rehabilitación se hace en comunidad, y donde el paciente comienza el proceso en un alojamietno comunitario.
La jornada estuvo dividida en dos fases. La segunda mesa redonda, titulada como
Humanizando la asistencia, ha estado moderada por la jefa de Unidad de Enfermería del Gregorio Marañón, Piedad Pérez Marín.
Aspecto del salón de actos del Hospital Materno-Infantil del Gregorio Marañón, donde han tenido lugar las jornadas.
|
Ignacio García, presidente del Comité Organizador de la jornada y psiquiatra del Gregorio Marañón; Cristina del Álamo, jefa del Servicio de Psiquiatría del Infanta Sofía; y Encarnación Mollejo, jefa del Servicio de Psiquiatría del Hospital Sureste.
|
Francisco Ferre, jefe del Servicio de Psiquiatría del HGU Gregorio Marañón; José Villagrán, coordinador de la Unidad Psiquiátrica del Hospital de Jerez de la Frontera; y Antonio Blázquez, coordinador UHTR Clínica San Miguel.
|
Francisco Ferre, Mercedes Navío, coordinadora asistencial de la Oficina Regional de Coordinación de Salud Mental y Ana Castaño, responsable del área de Sanidad de Podemos.
|
A la izquierda, José Jaime Melendo, adjunto al Servicio de Psiquiatría del Gregorio Marañón, y Mercedes Navío. A la derecha, Emanuel Valenti, experto en Bioética y profesor de la Universidad Europea de Madrid, e Ignacio García Cabeza.
|
Francisco Ferre, Cristina del Álamo y Encarnación Mollejo.
|
Aspecto de la segunda mesa de la jornada 'Nuevos desafíos, nuevas respuestas asistenciales en Salud Mental'.
|