El grupo de investigadores del Hospital Clínic y Gregorio Marañón.
Los
hijos e
hijas de pacientes que sufren
esquizofrenia y
trastorno bipolar que cuentan con
dificultades cognitivas muestran también varias alteraciones en la
estructura cerebral, tal y como lo afirma un trabajo de varios grupos del
Ciber de Salud Mental (Cibersam) publicado en
Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry.
Los investigadores dirigidos por
María Inmaculada Baeza y
Eduard Vieta, del
Hospital Clínic de Barcelona-Idibaps; y
Dolores Moreno, del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del
Hospital Gregorio Marañón, han estudiado la relación entre genética, cognición y estructuras cerebrales en niños y adolescentes con un riesgo más elevado que la población general de padecer un trastorno psicótico.
Para
Eduard Vieta, director científico del
Cibersam, “aunando esfuerzo
s identificamos subgrupos de sujetos jóvenes con riesgo familiar de psicosis en función de sus
características neuropsicológicas,
genéticas y
neuroanatómicas y sus implicaciones para el
funcionamiento psicosocial. Un trabajo con notables implicaciones clínicas y un ejemplo Ciber de nuestra investigación traslacional colaborativa”.
Los autores evaluaron a
160 participantes, 32 hijos de pacientes con esquizofrenia, 59 con progenitores con trastorno bipolar y 69 sanos, que se sometieron a evaluaciones clínicas y cognitivas, genotipado y resonancia magnética estructural.
La dificultad cognitiva, ligada a un peor funcionamiento psicosocial
Según explica la autora principal Isabel Valli, “dividimos a los hijos de estos pacientes dependiendo de si presentaban
dificultades cognitivas importantes,
intermedias o
ninguna, observando que aquellos niños y adolescentes que presentaban dificultades cognitivas mostraban también alteraciones en la
estructura de su cerebro, como una menor superficie cortical total y en el córtex frontal y temporal; que no estaban presentes en el grupo con una cognición intacta”.
Además, los que contaban con
mayores dificultades cognitivas mostraban un
peor funcionamiento psicosocial y menores puntuaciones en el perfil poligénico de cognición, lo que indica un mayor riesgo genético de padecer dificultades cognitivas.
Este estudio observa que
los hijos de pacientes con esquizofrenia y trastorno bipolar tienen un
perfil de dificultades cognitivas heterogéneo, por lo que a pesar de que si se estudian todos los hijos de pacientes en grupo se concluye que tienen dificultades cognitivas, en realidad hay un subgrupo que no las tiene, un subgrupo que tiene
dificultades intermedias y otro que tiene dificultades
cognitivas importantes. Solo estos dos últimos grupos mostrarían alteraciones cerebrales y solo el más afectado cognitivamente tendría además mayor riesgo genético de dificultades cognitivas.
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