Lucy Warner, CEO de Practitioner Health.
En 2008, varias tragedias provocaron que el
Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) crease el programa
Practitioner Health. Tras varios incidentes donde los sanitarios no pudieron acceder a la ayuda que necesitaban, con un resultado fatal, se puso en marcha este servicio que, hasta la fecha,
ha atendido a más de 28.000 profesionales. Originalmente solo estaba en Londres, y ahora son "el servicio
más grande Europa, posiblemente del mundo", según señala su CEO, Lucy Warner, a
Redacción Médica.
"Los médicos no son inmunes a sufrir
problemas de salud mental o adicciones; no deben sufrir en silencio y deben sentirse seguros de que pueden recibir el mismo
servicio confidencial que los pacientes a los que ellos mismos atienden", escribió la creadora del Practitioner Health, Clare Gerada, hace 15 años para defender la existencia de este programa. 13 años más tarde, el regulador independiente de la asistencia sanitaria y social en Inglaterra, Care Quality Commission, lo calificó como
"excelente" y alabó que los pacientes pudieran acceder al servicio en
plazos de espera "adecuados". "A lo largo de los años hemos demostrado que le
ahorramos dinero al sistema porque no perdemos médicos y mantenemos a los pacientes seguros", asegura Warner.
El programa del NHS está disponible en toda Inglaterra y Escocia para todos los sanitarios que lo necesiten, es
gratuito y confidencial. Desde la pandemia, hacen todo
online, aunque si alguien prefiere una atención presencial, también está disponible. Cuentan
150 médicos y 300 terapeutas. Warner defiende esta separación de los centros de salud y hospitales para mantener la confidencialidad de los sanitarios. "A los profesionales de la salud les gusta ir a un lugar más anónimo. Aunque eso no significa que no pueda funcionar en un hospital. Depende de si hay una forma de proteger la confidencialidad de las personas que acceden a los servicios", señala la CEO.
El Programa de Atención Integral al Médico Enfermo
Antes de que el NHS decidiera crear el Practitioner Health, el
Col·legi de Metges de Barcelona fue
pionero en Europa creando el
Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (Paime) en 1998. Está dirigido a los profesionales de la salud con problemas psíquicos y/o conductas adictivas que pueden interferir en su práctica profesional. Desde su creación
han atendido a unos 14.000 sanitarios. Las cifras se dispararon con la pandemia: entre 1998 y 2020 solo habían tenido 5.300 pacientes.
Al igual que el servicio inglés, el catalán, que se ha extendido por España con el apoyo de los Colegios de profesionales, subraya la importancia de la confidencialidad del programa. "
Los sanitarios no utilizan el sistema público cuando cuando tienen problemas. No quieren ser identificados como profesionales de la salud que tienen problemas mentales o de adicciones", indica Toni Calvo, director de la Fundación Galatea. "El
estigma sobre la
salud mental y las adicciones, aunque ha mejorado con la
pandemia, aún es una barrera para que los profesionales, especialmente los médicos, pidan ayuda", añade.
Tanto Calvo como Warner señalan que la
ansiedad es la causa más habitual por la que los sanitarios acuden a estos servicios. "Cuando pusimos en marcha la Clínica Galatea en el 98, el 80 por ciento de visitas tenían que ver con adicciones y el resto con problemas de salud mental. Ahora es al reves", indica el directo de Galatea.
Financiación público y privada
Aunque ambos servicios tienen objetivos similares, difieren en la
financiación estatal que reciben. Mientras el servicio inglés está costeado en su totalidad por el Gobierno inglés y escocés, la Fundación Galatea solo cuenta con un
60 por ciento de financiación pública. La otra gran aportación la hacen los colegios de diversas profesiones del ámbito de la salud (enfermeras, psicólogos, trabajo social...). Además, tienen un convenio con la
Organización Médica Colegial (OMC) para poder atender en la propia clínica Galatea los casos más graves de médicos del resto de España.
"En España tenemos los mejores profesionales de la salud del mundo"
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El director de la Fundación considera que
la financiación debería ser a través de las administraciones públicas, como en el programa
Practitioner Health, y no depende de la iniciativa privada. "La mayoría de
problemas mentales y adictivos que tienen en estos momentos los profesionales de la salud están vinculados a un funcionamiento muchas veces inadecuado del propio
sistema sanitario. Con lo cual, es lógico que el propio sistema se quien los proteja", manifiesta Calvo. "Tenemos de los
mejores profesionales de la salud del mundo. Están muy bien preparados a nivel de conocimiento, pero la mayoría han estado educados y formados para cuidar a los demás, no para cuidarse a sí mismos", añade, calificándolo como un hándicap. Para el directo es "muy importante" formar a los profesionales en
gestión emocional, afrontamientos de las dificultades... para que puedan servir en una labor "tan complicada como es la salud de los ciudades".
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