Inés Tamarit, jefa asociada del servicio de Obstetricia del Hospital Quirónsalud Madrid.
El
Hospital Universitario Quirónsalud Madrid ha estrenado nuevos
paritorios en los que la embarazada no pasará desde una sala de dilatación a un paritorio, sino que permanecerá en todo momento en la
Unidad de Trabajo de Parto y Reanimación (UTPR), con el objetivo de ofrecer "la mayor comodidad para el paciente y seguridad tanto para el paciente como para el profesional".
Además, estas salas cuentan con la ventaja de que
pueden convertirse en quirófano por una emergencia si es necesario. Así, tienen implantado un
quirófano para cesáreas y una
sala de reanimación.
En esta habitación la mujer desarrolla el proceso de dilatación, el expulsivo y la posterior vigilancia tras el parto para favorecer el contacto del neonato con la madre. Esta estancia cuenta con una cama en la que la embarazada puede estar tumbada durante la dilatación y que se reconvierte para facilitar el parto elevando el respaldo. Asimismo, permiten el expulsivo en posición lateral, lo cual es más beneficioso para el suelo pélvico.
Asimismo, tienen una
liana para que la embrazada pueda sujetarse mientras está en cuclillas para ayudar a la apertura de la pelvis, y algunas cuentan con una
bañera especial que favorece la dilatación gracias a la inmersión y ayuda a disminuir el dolor, ha explicado la doctora
Inés Tamarit, jefa asociada del servicio de Obstetricia.
Esta construcción se enmarca en las
obras de ampliación del centro, que busca
añadir 52 camas a las 236 disponibles actualmente. También habilitará 25 consultas, 2 quirófanos híbridos, una sala de endoscopias, 9 puestos de reanimación, y se llevará cabo una ampliación de las Urgencias de adultos y pediátrica con 9 salas de observación. Del mismo modo, crearán nuevas unidades de
cuidados intensivos neonatales y pediátricos, ampliando el espacio y los profesionales con el objetivo de aportar la mejor seguridad a los padres.
Parto científico humanizado
En este centro los profesionales llevan a cabo el
parto científico humanizado, que consiste en establecer una
mínima intervención respetando la fisiología del proceso natural pero contando con el apoyo tecnológico necesario por si se produce una complicación. En este procedimiento se incrementa la movilidad de la embarazada durante el proceso de dilatación, no se instaurará el goteo oxitócico, no se realiza la rotura de bolsa amniótica artificial, no se inducen los partos y se permite la presencia de la pareja y otros profesionales durante toda la práctica. Además, la postura de la gestante es libre, aunque el equipo da consejos en función de las características del parto.
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