26 abr. 2022 18:10H
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Generalmente, la idea de someterse a una intervención quirúrgica genera "dudas y miedos", según los profesionales. Si hablamos de Cirugía Plástica, además, se añaden los rumores y mitos que incluso han dado lugar en ocasiones a noticias falsas sin fundamento médico, lo que provoca polémicas y desinformación. Mario Secorun y Valentín Yuste, médicos especialistas en Cirugía Plástica Estética y Reparadora de HLA Montpellier, resuelven estas cuestiones que pueden interferir en la decisión de los pacientes.
¿Son artificiales los resultados de las operaciones de Cirugía Estética?
Mario Secorun: Una de las preguntas que mis pacientes más me hacen es: "¿Mis resultados tendrán un aspecto natural?". Mi respuesta es siempre la misma: si buscas resultados realistas, sí. La clave es ser siempre honesto consigo mismo sobre lo que se espera conseguir.
Siempre es importante recordar que la cirugía plástica cambia el cuerpo, no lo transforma en uno nuevo. Esto significa que, por mucho que se opere, nunca cambiará quién es ni le convertirá en una persona diferente. Sólo se puede trabajar sobre lo que ya existe y mejorarlo de manera que al paciente le permita apreciar mejor su cuerpo y sentirse más seguro de su apariencia. Por eso, queremos que todos nuestros pacientes vengan con objetivos realistas. Hacemos todo lo posible para ayudar a convertirlos en una realidad. Siempre es importante recordar que la cirugía plástica no es una "solución rápida".
¿Las suturas de las intervenciones quirúrgicas de cirugía plástica dejan cicatriz?
Valentín Yuste: Toda sutura deja cicatriz. Lo que busca la cirugía plástica es que esas cicatrices sean los más imperceptibles que sea posible. En primer lugar, esto se consigue mediante técnicas de sutura que favorecen que la cicatriz sea muy fina. En segundo lugar, tratamos de que sean lo más cortas que nos permita la intervención. Por último, siempre buscamos colocar las cicatrices en las zonas donde queden más ocultas.
Con esto se consigue en ciertos procedimientos como son la rinoplastia o la blefaroplastia que muchas veces ni nosotros podamos encontrar las cicatrices. En procedimientos como la abdominoplastia, donde las cicatrices son más grandes, podemos solicitarle a la paciente que el día de la intervención venga con la ropa interior que le gustaría llevar, para diseñar la cicatriz de tal modo que quede oculta.
¿Cada vez son más hombres los que se someten a tratamientos de cirugía estética?
Mario Secorun: La cirugía plástica ya no es sólo para las mujeres. Aunque estas han sido durante mucho tiempo la mayoría de los solicitantes de cirugía plástica, los hombres también recurren cada vez más a estos tratamientos. La imagen corporal y la confianza en sí mismo son factores que motivan a los hombres a buscar un cirujano plástico.
Muchos hombres están acomplejados por su aspecto y desean sentirse bien con su cuerpo. Con estas motivaciones en mente, los hombres han estado buscando la ayuda de los cirujanos plásticos y las cifras han ido en aumento. Los hombres recurren ahora a la cirugía para corregir los pechos demasiado desarrollados, reducir los efectos del envejecimiento, mejorar su imagen y remodelar el contorno facial y corporal.
Se han publicado noticias sobre personas que se someten a multitud de cirugías plásticas para parecerse a personajes famosos o incluso iconos ficticios. ¿Puede la cirugía estética calcar los rasgos y facciones de otras personas?
Valentín Yuste: La cirugía plástica puede moldear las facciones de una persona y hacer que sus rasgos sean más armoniosos, pero siempre en relación a su propia estructura facial. Esto se vio muy claramente cuando se iniciaron los trasplantes de cara: las facciones de las caras trasplantadas se adaptaban a la estructura ósea de los pacientes receptores.
Por otro lado, es muy complicado e incluso desaconsejable tratar de imitar las facciones de una determinada persona. Como médicos siempre debemos valorar si lo que nos solicitan es realista o aconsejable: no todo vale. En los casos que nos planteáis, podríamos estar hablando de una dismorfofobia (un trastorno que consiste en una preocupación fuera de lo normal por algún defecto).
A nivel general, ¿se considera adictiva la cirugía estética?
Mario Secorun: Tras 25 años de experiencia puedo afirmar que la cirugía estética no suele crear adicción. La idea de que la cirugía estética es sólo para personas obsesionadas con su apariencia es uno de los mayores mitos del sector. La realidad es que la mayoría de las personas acuden a la cirugía estética porque padecen una dolencia que afecta a su aspecto y a su autoestima.
Los estudios han demostrado que la mayoría de las personas que se someten a la cirugía estética están contentas con los resultados de su primera intervención y no sienten la necesidad de volver a repetirlos. Esto es especialmente cierto en el caso de los pacientes que tienen expectativas realistas, que tienen un estado de ánimo saludable y que comprenden los riesgos que conlleva.
Sin embargo, algunas personas se someten a varias intervenciones, incluidos los retoques y las revisiones. Esto suele deberse a varias razones:
1- La persona siente que su cirugía original no ha dado los resultados que esperaba conseguir.
2- La persona ha desarrollado nuevas preocupaciones sobre sí misma o su apariencia.
3- La persona está satisfecha en general con los resultados de la primera intervención, pero cree que podría mejorarlos. El cirujano plástico debe estar atento para identificar a estos pacientes y hacerles ver la realidad entendiendo que, a veces, más cirugía no es la respuesta.
¿Los resultados de la cirugía estética permanecen de por vida?
Valentín Yuste: Muchos de nuestros pacientes se han sometido previamente a tratamientos más conservadores de medicina estética, como puede ser la infiltración con ácido hialurónico o el uso de toxina botulínica. A diferencia de estos tratamientos, que deben repetirse al cabo de cierto tiempo, las intervenciones de cirugía plástica tienen un efecto definitivo sobre el área tratada. Por tanto, los resultados de la cirugía estética son permanentes en el sentido de que no desaparecen ni hay que repetirlos al cabo de unos meses.
Por otro lado, algo que siempre explico a mis pacientes es que la cirugía estética no detiene el proceso del envejecimiento: si te sometes a una blefaroplastia a los 45 años, probablemente te volverá a sobrar algo de piel veinte años más tarde.
Del mismo modo, si una paciente se somete a una elevación de pecho o una abdominoplastia y posteriormente vuelve a quedarse embarazada, es posible que al cabo de un tiempo haya que retocar la intervención. Por eso, es fundamental conocer las expectativas de los pacientes y plantear la cirugía en el momento más adecuado.
Existe el llamado "turismo de cirugía plástica". ¿Resulta realmente más barato viajar al extranjero para someterse a una intervención de cirugía estética?
Mario Secorun: Aunque es lógico tener en cuenta los costes de cualquier tratamiento quirúrgico, es importante saber que el coste de una cirugía plástica en el extranjero puede ser sólo una fracción de lo que un paciente tendrá que pagar si experimenta complicaciones o resultados insatisfactorios. Al viajar a otro país para someterse a una cirugía plástica, es importante tener en cuenta la experiencia del cirujano elegido y las instalaciones de la clínica. Si surgen problemas en la operación, puede ser difícil que éstos se solucionen antes de regresar a casa.
Las complicaciones son raras, pero pueden ocurrir. Cuando se trata de la salud, la calidad y la seguridad son los dos factores más importantes. Nunca debemos olvidar que la salud no tiene precio.
Existen algunas creencias sobre la relación de los implantes mamarios con la dificultad a la hora de realizar pruebas de diagnóstico de imagen o los inconvenientes durante la lactancia materna. ¿Influye la mamoplastia en alguno de estos dos factores?
Valentín Yuste: Una paciente portadora de implantes mamarios debe continuar con el despistaje del cáncer de mama como el resto de población. Sin embargo, es importante que estas pacientes indiquen que portan implantes al solicitar la cita para la mamografía o antes de la misma. En estos casos, pueden ser necesarias proyecciones adicionales para evaluar todo el tejido mamario. Adicionalmente, y en el caso de que el radiólogo tuviese dudas sobre los hallazgos, puede decidir indicar otra prueba diferente a la mamografía, como puede ser la ecografía o la resonancia magnética.
Respecto a la lactancia, es un factor importante que hay que tratar con las pacientes en la primera visita. Existe un pequeño porcentaje de pacientes en las que se puede alterar la lactancia en el caso de realizar el aumento por vía periareolar, dado que se pueden lesionar los conductos galactóforos. Si para la paciente es primordial conservar la lactancia, es aconsejable usar la vía submamaria.
¿Hasta qué punto son necesarias estas operaciones para los pacientes? ¿Se trata de algo pasajero? ¿Puede hablar de algún caso concreto que le haya impactado durante su carrera?
Mario Secorun: La cirugía estética tiene fama de ser una solución superficial a problemas profundos, pero la verdad no podría ser más diferente. Los hombres y mujeres que se someten a la cirugía plástica sienten que el tratamiento les ayuda a vivir una vida más plena. Algunos experimentan una mejora de la confianza en sí mismos y se sienten más cómodos con su aspecto, mientras que otros disfrutan de sentimientos de mayor autoestima.
Por ejemplo, una de las cirugías más comunes es la rinoplastia, que puede realizarse tanto por motivos estéticos como médicos. Un tabique desviado, por ejemplo, puede impedir la respiración nasal, lo que a su vez puede provocar apnea del sueño. Por eso, una operación de nariz puede no ser en absoluto una cuestión de vanidad, sino que puede mejorar literalmente la salud. Del mismo modo, la cirugía de reducción de mamas puede realizarse porque los pechos de una mujer son tan grandes que le causan dolor de espalda y puede tener el beneficio añadido de hacer que se sienta más segura de su cuerpo. Los hechos constatan que la cirugía plástica no es una moda pasajera, forma parte de nuestras vidas y contribuye a mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.
Además, la cirugía plástica no sólo tiene fines estéticos; también puede utilizarse para reparar una desfiguración causada por un accidente o un defecto de nacimiento. Recuerdo un paciente que tuve hace años. Se trataba de un niño de 6 años que había sufrido múltiples mordeduras de un perro en la cara con un gran destrozo de tejidos, después de varias intervenciones logré que recuperara su aspecto y hoy en día es una persona normal. No sé si se acordará de mí, pero estoy orgulloso de lo que le ayudé a conseguir.
¿Son dolorosos los procedimientos de cirugía plástica? ¿Requieren más cuidados durante el postoperatorio?
Valentín Yuste: La cirugía plástica actúa sobre zonas muy diversas. Por lo tanto, hay procedimientos más y menos dolorosos. Normalmente, son dolorosos aquellos procedimientos en los que se actúa sobre el músculo (fundamentalmente, el aumento de pecho con planos subpectoral y la abdominoplastia con plicatura de rectos). Por el contrario, una intervención de varias horas en la que no se manipule el músculo, como puede ser la reducción mamaria, tiene un postoperatorio muy llevadero.
Dicho esto, el manejo del dolor postoperatorio es una preocupación fundamental para cualquier cirujano y anestesista. Nuestro equipo de anestesia está muy concienciado con este aspecto, y siempre invertimos tiempo antes de iniciar la cirugía en infiltrar los nervios que se relacionan con este dolor, de tal modo que obtenemos postoperatorios mucho más indoloros. En quirófano, como en tantas cosas, no hay que tener prisa.
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