Ana Camacho.
Desde hace unas semanas, diferentes medios de comunicación e instituciones se han hecho eco de la existencia de un nuevo síndrome entre los menores de edad, unos
tics similares al síndrome de Tourette y supuestamente generados a raíz de consumir de forma masiva
vídeos de TikTok.
No obstante, un
estudio sobre los TikTok Tics, publicado en el periódico de la International Parkinson and Movement Disorder Society (MDS), explica que los tics que se están identificando en menores y jóvenes son "distintos de los que se ven típicamente en pacientes con síndrome de Tourette, aunque comparten muchas características con los tics funcionales". Los investigadores del estudio consideran que se trata de "un ejemplo de enfermedad sociogénica masiva, que involucra comportamientos, emociones o condiciones que se
propagan de forma espontánea a través de un grupo".
Cualquier vídeo en TikTok u otra red social podría generar un tic-like
En este sentido, Ana Camacho, presidenta de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) explica a
Redacción Médica que para que los tics se desarrollen debe haber una predisposición, una combinación de factores genéticos y ambientales. "Cuando no hay ninguna circunstancia que desencadene verdaderos
tics serán, en todo caso,
una copia". Así, la facultativa desvincula la visualización de
vídeos en los que aparecen personas con
síndrome de Tourette con el hecho de desarrollar estos
tics-copia.
Y es que a medida que aumentaban estos síndromes en consulta, también lo han hecho los vídeos en TikTok con contenidos sobre tics -hay 3,1 billones de tiktoks en la plataforma con este hashtag- y el síndrome de Tourette -el hashtag #tourettessyndrome tiene 1,4 billones de visualizaciones; #tourettes, más de 5 billones y #tourette 929 millones-.
"La visualización de
cualquier contenido puede conducir a conductas imitativas. A veces de forma
inconsciente y por cierto
deseo de pertenencia a un grupo", explica Camacho y advierte la importancia de "hacer un uso sensato de las pantallas a cualquier edad".
Diferencias entre tic-like y tics funcionales
Las manifestaciones clínicas permiten diferenciar los tics copiados de los funcionales. Los tics suelen iniciarse entre los
6 y los 8 años, de forma gradual, y son
más frecuentes en varones. Afectan, sobre todo a la cara y al cuello, en forma de
guiños y
movimientos de la nariz o la boca.
En cambio, "los tics-like aparecen de forma explosiva en chicas adolescentes que no han presentado tics previamente. Consisten en
movimientos abigarrados de las extremidades o en
vocalizaciones complejas", argumenta la experta.
Ante este síndrome, la facultativa señala que el tratamiento es básicamente
cognitivo conductual si los tics-like son persistentes y no autolimitados. "No responden a los fármacos utilizados en los tics, por eso es muy importante su diferenciación", alerta, Camacho. En el caso de que estos tics no se atenuaran o resolvieran, "la persistencia de los movimientos puede provocar a medio o largo plazo desadaptación social o conductas evitativas, como el absentismo escolar". Así, "para no llegar a esta situación es necesario realizar una
intervención multidisciplinar especialmente enfocada a la
salud mental".
Desde la SENEP desconocen el número de casos que se han registrado en este último año, pero consideran una "buena iniciativa" hacer un registro global ya que estamos ante un
"nuevo brote de casos". Camacho considera que el aislamiento de los jóvenes durante la pandemia de Covid-19, con imposición de las clases on-line, probablemente haya actuado de estresor en este grupo de población. "La exposición generalizada a los contenidos de las redes sociales ha facilitado la imitación y la
difusión de determinados comportamientos que al llamar la atención
se han visto reforzados", añade.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.