De momento no está constatada una relación causal entre la enfermedad de Kawasaki y el coronavirus.
La
Asociación Española de Pediatría ha advertido sobre posibles
nuevos síntomas asociados al Covid-19. En las últimas semanas se han registrado casos de
shock pediátricos en niños tanto con PCR positiva como negativa, pero serología positiva de coronavirus. Estos cuadros se caracterizan por un inusual dolor abdominal, acompañado de síntomas gastrointestinales (diarrea y/o vómitos), con aceptable estado general.
No solo esto, sino que también suelen acompañarse de fiebre, eritrodermia e inyección conjuntival solapándose con la
enfermedad de Kawasaki. Precisamente, sobre esta cuestión se ha posicionado
Fernando Simón, director del Centro de Alertas Sanitarias, quien ha señalado que "es
un síndrome que se está viendo en algunos niños”, tanto en
España como en
Italia, Francia, Reino Unido y Bélgica; aunque “es difícil asociarlo" con coronavirus, ha apuntado.
Pese a que de momento
no está totalmente constatada una relación causal entre esta enfermedad y el coronavirus, la AEP recomienda a los pediatras “tener un alto índice de sospecha, monitorizar la frecuencia cardiaca y la tensión arterial y valorar la derivación urgente a un hospital próximo”.
¿Qué es el síndrome de Kawasaki?
El síndrome de Kawasaki es una
“vasculitis sistémica que afecta a vasos de tamaño pequeño y mediano”.
tal y como define la propia AEP. Es un proceso inflamatorio agudo, autolimitado, “pero potencialmente grave por las complicaciones cardiacas que se pueden producir”. La enfermedad fue descrita por
Tomisaku Kawasaki en 1967, en 50 niños con un cuadro febril con afectación mucocutánea, adenopatías y descamación de los dedos.
España, Italia, Francia, Reino Unido y Bélgica detectan casos de enfermedad de Kawasaki en niños con coronavirus
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Aunque es más frecuente en países asiáticos, actualmente tiene una distribución universal y está presente en todas las razas y etnias. Es una enfermedad pediátrica:
en la mayoría de las series el 85 por ciento de los pacientes es menor de cinco años.
Además, su etiología es aún desconocida, pero la mayoría de datos epidemiológicos y clínicos sugieren un origen infeccioso. Además, la
fiebre, exantema y adenopatía que suele presentar “encaja muy bien con una
infección vírica”. No solo eso, sino que el hecho de que sea una enfermedad habitual en edades pediátricas, “sugiere que los anticuerpos maternos podrían ofrecer protección, y el desarrollo de una
inmunidad protectora en adultos (como resultado de infecciones asintomáticas en la mayoría de individuos)”, según la propia AEP.
Síntomas: fiebre, erupciones e inflamación cardiaca
El síndrome de Kawasaki presenta
síntomas inespecíficos y comunes a otras enfermedades. Sin embargo, en su fase aguda, presenta
fiebre, eritema, erosión conjuntival y oral, edemas en miembros, eritema en plantas y manos, erupciones cutáneas e hiperplasia de los ganglios linfáticos cervicales y ocasionalmente
inflamación cardíaca (miocarditis) y de las articulaciones mayores.
La enfermedad, asimismo, produce manifestaciones clínicas. Estos son
problemas gastrointestinales, en forma de diarrea, vómitos y dolor abdominal, aparecen aproximadamente en un tercio de los pacientes, y “raramente pueden incluso presentarse en forma de abdomen agudo”. Mientras, La distensión de la vesícula biliar (hidrops) se produce hasta en un 15 por ciento de los casos, “por lo que puede ser útil realizar una ecografía abdominal”.
Tratamiento y soluciones para la enfermedad de Kawasaki
La AEP apunta a que el tratamiento con
gammaglobulina es altamente eficaz en la reducción de los síntomas clínicos y el desarrollo de aneurismas coronarios, pues reduce la aparición de aneurismas de un 15-25 por ciento a menos de un 5 por ciento. Las recomendaciones en este sentido son administrar gammaglobulinas antes del día diez, y si es posible, antes del día siete de enfermedad. No obstante, advierte, “iniciar el tratamiento antes del día cinco de enfermedad no parece reducir el riesgo de formación de aneurismas y, en cambio, podría estar asociado a una mayor necesidad de retratamiento”.
El síndrome de Kawasaki presenta síntomas inespecíficos y comunes a otras enfermedades
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Otro de los remedios es el uso de
ácido acetilsalicílico, que tiene un efecto antiinflamatorio (a dosis altas) y antiagregante (a dosis bajas), pero no parece influir en la prevención del desarrollo de aneurismas coronarios. Pediatría apunta a que la mejor opción es “administrar dosis antiinflamatorias (80-100 mg/kg/día), repartidas en 3-4 tomas, hasta 48-72 horas después de la desaparición de la fiebre, y posteriormente a dosis antiagregantes (3-5 mg/kg/día) en dosis única diaria, hasta la normalización de las plaquetas y hasta tener el control ecocardiográfico normal entre las seis y las ocho semanas”.
También está recomendado el uso de
infliximab, un anticuerpo monoclonal quimérico contra el factor de necrosis tumoral, utilizado para el tratamiento de otras enfermedades. Las dosis utilizadas son 5 mg/kg por vía endovenosa, en infusión de 2-3 horas.
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