El president de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, y el conseller de Salut, Manel Balcells.
El
decreto ley para elevar en 376 millones de euros el actual presupuesto del Departament de Salut anunciado por el Govern de la Generalitat de Cataluña en noviembre
puede marcar un antes y un después en la continuidad del
Ejecutivo presidido por Pere Aragonès y la
etapa de Manel Balcells como conseller de Salut. Esta es una de las
votaciones decisivas para medir la fortaleza del Govern, el primer 'match-ball' de Balcells y lo que puede ser un
preludio de la posible negociación y aprobación
del presupuesto sanitario para 2023.
Este decreto lo preparó el exconseller de Economia i Hisenda
Jaume Giró antes de renunciar a su cargo tras la decisión de la militancia de Junts per Catalunya de salir del Govern junto al exconseller de Salut
Josep Maria Argimon, que también siguió los mismos pasos. Al ser una iniciativa originada en sendos Departaments controlados por Junts mientras formaba parte del Ejecutivo,
Balcells apunta directamente a este grupo parlamentario y ha asegurado que "sería una
irresponsabilidad muy alta no dar apoyo al decreto ley, sobre todo por los
grupos que han estado en el Govern hasta ahora".
Además, el Ejecutivo de Pere Aragonès ha pasado
de tener el apoyo de 65 diputados -la mayoría absoluta se establece en 68-
a tan solo los 33 diputados de ERC. Esta nueva realidad política también se ve reflejado en la
junta de portavoces del Parlament, que es la encargada de fijar el orden del día del pleno. En la celebrada este martes, el Govern asistió con la intención de que este decreto se sometiera a votación en el pleno de la semana que viene, del 22 al 24 de noviembre, pero
los partidos de la oposición se han unido para impedirlo.
Balcells: "No me entra en la cabeza que alguien no pueda aprobar este suplemento de crédito para la salud de la gente"
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Tal es la presión que este trámite parlamentario tan solo se podría aprobar en una
única fecha: el 13 de diciembre. Como cualquier decreto ley, está sujeto a la convalidación por parte del Parlament de Catalunya, que debe validar la norma en un
plazo máximo de 30 días desde su promulgación y, si no, decae. La
fecha límite para hacerlo sería el 13 de diciembre, la fecha de inicio del siguiente pleno y que se alargará hasta el 15, si finalmente se vota.
El deseo de Balcells choca de frente con las intenciones de torcer el brazo de los grupos parlamentarios en la oposición. "
Espero tener el apoyo de todos, me costaría entenderlo de otra manera", ha remarcado el conseller. El suplemento presupuestario servirá para pagar las
facturas de salud de lo que queda de año, un incremento de recursos que se hará a cuenta de la recaudación adicional de los tributos propios y cedidos de la Generalitat este año. "
No me entra en la cabeza que alguien no pueda aprobar este suplemento de crédito para la salud de la gente", ha añadido.
La oposición muestra reticencias
Por su parte, los grupos parlamentarios en la oposición expresan sus
reticencias a este decreto ley por el poco diálogo y negociación mantenido con sus formaciones políticas y poniendo en evidencia las debilidades del Govern. Mientras que Junts per Catalunya aún no ha entrado a valorarlo,
Assumpta Escarp, del grupo parlamentario Socialistes i Units per Avançar, critica que la iniciativa "por su negociación y contacto
no es muy lúcida" y lamenta no saber el "destino y la desviación del presupuesto", aunque decidirán a la hora de la votación
cuando tengan más información, en declaraciones a
Redacción Médica.
María García Fuster, diputada del grupo parlamentario Vox,
califica de "buena noticia" que se eleve el presupuesto en 376 millones de euros. No obstante, lo considera
"totalmente insuficiente", ya que según sus estimaciones harían falta 1.000 millones de euros adicionales, y señala que "el problema es la gestión del dinero en el Departamento de Salud".
"Los recursos sanitarios penden de un hilo político en el peor momento"
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"Seguiremos sin tener médicos en Atención Primaria, faltas en el presupuesto y recursos para los hospitales y, sobre todo,
un presupuesto absolutamente ridículo para salud mental", denuncia Fuster. Por su parte,
David Cid, portavoz de En Comú Podem en el Parlament, y cuya formación ya permitió que salieran adelante los presupuestos de la Generalitat para 2022, es el que entra menos al grano y se limita a manifestar que se encuentran
"pendientes de revisar el decreto y decidir".
Desde Ciudadanos,
Anna Grau, diputada del grupo parlamentario, avisa que
el Govern "está vendiendo la piel del oso antes de matarlo" ya que no tiene los apoyos parlamentarios para sacar adelante el decreto. En ese sentido, el presupuesto de Salut le parece
"muy insuficiente y precario", además de insistir en pedir una
mayor fiscalización de la gestión de las partidas sanitarias y el destino del dinero.
"Los recursos sanitarios penden de un hilo político en el peor momento", concluye.
Por último, Lorena Roldán, portavoz del PP, remarca que
"no vamos a entorpecer este suplemento de crédito", pero pide también al Govern
"que asuma su responsabilidad" de la gestión de las cuentas.
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