Rocío García-Viso, Sandra Gago, Marina Montiel y María Núñez participan en el encuentro 'Boca sana para la embarazada y su bebé'.
El
seguimiento que la matrona hace de la salud durante el embarazo, y la relación más estrecha como profesional de la salud con la embarazada, genera situaciones ideales para que sea
prescriptora de la visita al dentista si detecta esta necesidad en la paciente. Es una de las conclusiones aportadas en el encuentro 'Boca sana para la embarazada y su bebé', organizado por el
Consejo General de Dentistas y la Fundación Dental Española.
En una mesa compuesta por
María Núñez, presidenta del Colegio de Dentistas de Lugo;
Rocío García-Viso, matrona; y la modelo
Sandra Gago, que ha compartido su experiencia personal como madre, se ha incidido tanto en la perspectiva profesional, como en la de la embarazada, respecto a circunstancias bucodentales que pueder surgir durante
el embarazo, tales como la manera de afrontar
náuseas y vómitos, sangrados de encías o boca seca, síntomas relacionados habitualmente con este periodo.
Núñez ha señalado la necesidad de que
el dentista sea un agente sanitario más a tener en cuenta por las gestantes, y ha coincidido con García-Viso en que la matrona puede y debe ser quien oriente a la embarazada hacia la consulta dental.
La matrona ha señalado que el embarazo es un punto de inflexión para la mujer respecto al
cuidado de su salud, porque toma conciencia de la necesidad de su cuerpo, aunque en este contexto generalmente antepone que nada afecte al futuro bebé, por eso se encuentran con dudas en torno a si algunos problemas dentales, como radiografías, sedaciones u otras pruebas, puedan interferir negativamente. Ahí es donde surge la figura del
dentista como el perfil profesional idóneo para resolver esta circunstancia, y la matrona debe así indicarlo a la paciente.
Núñez ha explicado que las patologías más frecuentes en las mujeres embarazadas son la caries, la
gingivitis, la
periodontitis, el
granuloma y la
erosión dental. “Por eso es tan importante que se acuda a revisión odontológica durante el periodo de gestación, para que el dentista detecte las posibles patologías, las trate e informe a la mujer sobre cómo prevenirlas”.
En este sentido, ha insistido en que el objetivo más importante en la embarazada es el establecimiento de una buena salud oral. Para ello, se deben seguir unas sencillas pautas:
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Cepillarse los dientes con pasta dentífrica fluorada, al menos, dos veces al día. No olvidar la higiene interdental. “Una buena higiene bucal durante el embarazo no sólo reduce el riesgo de caries e inflamación de las encías para la madre, sino que también previene la transmisión de bacterias orales al recién nacido. El dentista estará encantado de informarte sobre lo que debes hacer para mantener sanos los dientes de tu bebé”, ha asegurado la experta.
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Cuidar la dieta, limitando los alimentos azucarados y las bebidas carbonatadas. Es preferible tomar frutas naturales que zumos comerciales. Se puede masticar chicle sin azúcar y con xilitol durante 15 minutos después de las comidas.
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En caso de tener náuseas y vómitos, se aconseja tomar pequeñas cantidades de frutas, vegetales, yogur y queso a lo largo del día. Después de vomitar, disolver una cucharadita de bicarbonato en un vaso de agua, enjuagarse la boca y escupir. No se deben cepillar los dientes hasta que hayan pasado 30 minutos. El dentista indicará si se debe usar un colutorio con flúor a diario.
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Visitar al dentista, preferiblemente, en el segundo trimestre del embarazo.
Las ventajas de la lactancia materna
Otro de los temas que se han tratado en el coloquio ha sido la lactancia materna, y han coincidido en que tiene numerosos beneficios, tanto para la madre como para el bebé.
Al succionar el pecho, se favorece el crecimiento de los
maxilares, preparándolos para las siguientes etapas de desarrollo. El crecimiento inadecuado de la cara afecta a la respiración y, a su vez, una respiración inadecuada influye en el sueño, memoria y concentración.
La posición de los labios en el pezón favorece el
desarrollo perioral y la posterior pronunciación de los fonemas.
Todos los
músculos faciales se fortalecen durante los intervalos de succión.
La dinámica de la cadena neuromuscular relacionada con la
respiración, masticación, deglución y fonación, depende del amamantamiento. Todos los sistemas musculares están interconectados.
Con el
amamantamiento, el bebé va aprendiendo cómo tragar y respirar adecuadamente.
La salud oral del bebé
Una de las cuestiones que ha generado más interés es la
salud bucodental del bebé. En este sentido, se ha hablado sobre la caries de la primera infancia (antes llamada del biberón), que se debe a una exposición prolongada de los dientes del bebé a líquidos azucarados. Para prevenirla, no se debe dejar al bebé con el biberón por la noche, hay que limitar o
eliminar bebidas azucaradas, limpiar bien las encías con una gasa húmeda después de cada toma y empezar a cepillar sus dientes cuando erupcionen (a los 6 meses) con pasta fluorada a concentración de
1.000 ppm de flúor con el tamaño de un grano de arroz hasta los 3 años. No se deben compartir cubiertos y otros utensilios entre los padres/cuidadores y el bebé, puesto que se pueden propagar bacterias orales. Por último,
la primera cita con el dentista debe ser cuando el niño cumpla un año.
Por otro lado, se recomienda usar los llamados
chupetes anatómicos porque llevan lo que se denomina tetina fisiológica, que es la que imita mejor al pezón materno (plana y simétrica). En cuanto a la edad ideal para abandonar el chupete, las
sociedades de odontopediatría recomiendan hacerlo en torno a los 2 años y nunca más allá de los 3 años, ya que aumenta el riesgo de desarrollar mordida abierta anterior, un tipo de maloclusión.
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