Isabel Orta “Beli”, enfermera del área de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Virgen de Valme.
“Hay que sonreír más, aunque llevemos mascarillas, porque eso se nota en los ojos. Con una sonrisa se puede trasmitir un abrazo”. Así lo señala
Isabel Orta “Beli”, enfermera del área de
Medicina Preventiva del Hospital Universitario Virgen de Valme, quien tras conseguir más de 6.000 apoyos en redes sociales ha sido galardonada con el
premio Capitana Optimista 2021 de la Fundación Hospital Optimista.
Un reconocimiento del cual “yo soy solo la banderita que va delante, pero tengo a
muchísimos compañeros detrás que son los que lo han hecho posible”. Y es que el buen
humor y la camaradería son las herramientas con las que Beli trabaja en su día a día. El premio, reconoce dos de los
proyectos más sonados entre los pasillos de su hospital: la lectura de poemas y su labor como cuentacuentos en el área de Pediatría.
Beli: "Yo soy solo la banderita que va delante, pero tengo a muchísimos compañeros detrás que son los que lo han hecho posible"
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“El tema de los poemas comenzó al inicio de la pandemia del Covid-19. Entonces no nos podíamos tocar y yo veía el sufrimiento tanto de mis compañeras a pie de cama como de
las responsables, porque gestionar en una situación así es muy difícil”. Para enviarles ese abrazo que tanto necesitaban Beli tiró de redes sociales y de su ordenador. “Empecé a
grabarme leyendo poemas, con música de fondo. Creé una lista de difusión y los enviaba todos los días. La lista tenía unos 200 miembros, pero me han llegado a decir que
la difusión alcanzaba al final a muchas personas más”, destaca la enfermera sevillana.
Así, de lunes a viernes, a las 7:30, tanto profesionales sanitarios como muchas otros grupos,
recibian el poema de Beli para comenzar el día con una sonrisa. “Los sábado y domingos los enviaba más tarde, a las 10 de la mañana, que se aprovecha para dormir más”. Tanto la elección de poemas como la grabación las realizaba en su tiempo libre, una labor “que ha sido muy difícil, porque estaba sola y a veces tardaba mucho, pero valía el saber que así
mandaba un abrazo en la situación tan difícil que estábamos viviendo”, destaca Beli.
Un pijama de arlequín para contar cuentos
Mientras en los pasillos del hospital el silencio y el miedo se hacía hueco entre los profesionales, las habitaciones del área de
Pediatría del Hospital Universitario Virgen de Valme se llenaban de cuentos y dibujos. Equipada
con un disfraz de arlequín pintado sobre un pijama sanitario, con su nariz de payaso y dibujos para ilustrar sus cuentos, Beli saltaba de habitación en habitación contando cuentos.
“Me vió con mi nariz de payaso la compañera de Pediatría y me pidió si podía subir a ver a los niños, que no podían salir de las habitaciones por la pandemia. Y así fue,
en mis ratos libres y en el hueco del desayuno yo subía a contar cuentos, el mismo en cada una de las habitaciones, para animar a los más pequeños”, recuerda Beli, subrayando
la importancia de generar espacios seguros para los niños y niñas. "Es importante saber que en los hospitales siempre
debe haber una enfermera payaso, que se dedique a humanizar el tratamiento con los pacientes y sacar una sonrisa cuando más hace falta", destaca la sanitaria.
Por todo este trabajo, cada día Beli comenzó a
recibir las felicitaciones y apoyos de sus compañeros, los cuales se han extendido fuera del hospital sevillano, llegando incluso a otros países, desde donde sus poemas y su sonrisa han continuado mostrando la importancia de humanizar la sanidad, porque detrás de las mascarillas hay sanitarios que “también necesitan ese abrazo”.
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