Los abetos navideños contienen moho y sustancias nocivas para la salud respiratoria de los alérgicos

El ‘síndrome del árbol de Navidad’, nueva encrucijada para los asmáticos
Los especialistas recomiendan sustituirlo por el árbol de plástico.


30 dic. 2017 15:00H
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Para algunos, la Navidad es lo más parecido a una tortura, y no precisamente por el hecho de reunirse con familiares lejanos o hincharse a berberechos, sino por los abetos, esos árboles que ocupan un rincón en cada hogar y plaza del país por estas fechas.

La alergia a estos árboles se conoce con el nombre del síndrome del árbol de Navidad. Según El Español, todo empezó en 1970, cuando Derek M. Wyse publicó un estudio sobre la alergia al abeto navideño y su vinculación con el moho y el polen. Wyse concluyó que el 7 por ciento de las personas alérgicas veían cómo sus síntomas empeoraban durante las Navidades a causa de estos tradicionales árboles.

Años más tarde, en 2007, un estudio presentado en la Reunión Anual del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología puso de manifiesto cómo las esporas de moho aumentaban notablemente en los hogares decorados durante las dos semanas que duraban las fiestas.

En 2011, investigadores de la Universidad Estatal de Medicina de Nueva York analizaron muestras extraídas de los abetos que habían utilizado para adornar sus propias casas e identificaron hasta a 53 especies distintas de moho, de las cuales el 70 por ciento eran potencialmente dañinas.

Las bajas temperaturas y la presencia de estas sustancias en el aire pueden suponer un gran problema de salud para los alérgicos. Sin embargo, cabe destacar que a las personas que no padezcan asma o algún tipo de alergia asociada a crisis respiratorias no sufrirán las consecuencias nocivas de esta decoración navideña.

Cada vez con más frecuencia, los expertos recomiendan sustituir los abetos naturales por los de plástico. También sirven para decorar y no dañan la salud respiratoria.
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