El neumólogo Salvador Díaz-Lobato afirma que la especialidad se ha reinventado para hacer frente al coronavirus

"Neumología será esencial en el estudio de secuelas en pacientes Covid-19"
Salvador Díaz-Lobato, neumólogo y director médico de Nippon Gases Healthcare.


1 may. 2020 9:40H
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La crisis del coronavirus en España tiene una especial relevancia desde el punto de vista de la Neumología. La atención hospitalaria a los pacientes ha estado liderada en buena parte por estos especialistas, que se han enfrentado en primera línea a una situación límite. 

Salvador Díaz-Lobato, ahora director médico de Nippon Gases Healthcare, es uno de los neumólogos que mejor conoce el día a día en el hospital, y las necesidades del paciente respiratorio. Allá por 2008 fue el impulsor de las ahora llamadas unidades de cuidados respiratorio intermedios (UCRIS), un concepto que ha sido de gran ayuda frente al Covid-19.

Su testimonio se une al documento 'Lecciones del Covid-19 (qué ha aprendido el sector sanitario español ante la pandemia)', que ofrece Redacción Médica a todos sus lectores.

¿Cuáles son los aciertos y errores que considera que se han cometido durante esta crisis?

Vivíamos en un mundo idealizado donde pensábamos que todo estaba controlado. Habíamos tenido algún susto con el SARS o el Ébola que se quedaron en eso, en un susto, falsa alarma. Nuestra sensación de seguridad era completa. Además teníamos el mejor sistema sanitario del mundo. ¿Qué nos podía pasar?

En mi opinión el principal error ha sido nuestro exceso de confianza. Nadie podía pensar que un virus, como otros tantos virus con los que convivimos, iba a ser capaz de romper todos los esquemas y ponerlo todo patas arriba. Hemos visto colapsar los hospitales, quedarnos sin recursos, entender rápidamente lo que significa la dependencia de terceros… Hemos tenido que planificar lo que nunca hubiéramos imaginado, medicalizar hoteles, polideportivos, pabellones feriales…. Y todo ello en un entorno cambiante cada día.


"El principal error ha sido nuestro exceso de confianza. Nadie podía pensar que un virus, como otros tantos virus con los que convivimos, iba a ser capaz de romper todos los esquemas"


Siempre se puede hacer mejor, pero la presión de unos números que aumentan sin parar, personas muriendo en soledad sin poder recibir sepultura, el desabastecimiento de un material que nunca pensamos que nos iba a hacer falta, al menos en estas cantidades millonarias, y la sensación de fragilidad personal, social, económica y política, han propiciado el caldo de cultivo para una toma de decisiones acelerada con grandes dosis de improvisación y contradicciones. Sin olvidar, además, que estamos en un país que no lo pone fácil con su organización autonómica y donde el número de expertos en Covid-19 supera al número de personas infectadas.

Dicen que se aprende de los errores y en este caso hemos recibido una gran lección. Lo mejor de la crisis ha sido que se han puesto en valor muchas cosas que habían sido denostadas en los últimos años: el sistema sanitario, el trato a nuestros mayores, la investigación, la necesidad de reindustrializarnos… Hemos descubierto que simples trabajos se han convertido en esenciales, el valor de las pequeñas cosas, la ética de la muerte, la libertad, la solidaridad, hemos descubierto lo mejor de cada uno de nosotros…. Yo creo que el mayor acierto de la crisis es la lección aprendida, lo que nos va a hacer salir del Covid-19 mucho más fuertes y preparados para el futuro que nos va a tocar construir.

Ante una crisis similar futura, ¿qué medidas deberían adoptarse ya de forma preventiva en cuanto a recursos humanos, recursos materiales, y gestión/organización?

Si aprendemos la lección y somos capaces de analizar lo que ha pasado desde un punto de vista serio y riguroso, debemos comenzar ya a dibujar el escenario que todos queremos para que esto no vuelva a pasar. Y esto no debe ser solo establecer planes de contingencia, comprar EPIs o test para el coronavirus. Hay que ir más allá.

La primera medida es dar valor al sistema sanitario, dotarlo de los recursos humanos y materiales propios de un país moderno. Adecuar el número de camas de críticos a los estándares, crear unidades de cuidados intermedios respiratorios en todos los hospitales, incrementar el número de profesionales de enfermería hasta alcanzar ratios europeos, reconocer definitivamente el importantísimo papel de la rehabilitación y fisioterapia respiratoria, poner en valor la Atención Primaria y darle recursos adecuados, mejorar la coordinación entre niveles asistenciales, potenciar la medicina de urgencias.


"Desde un punto de vista organizativo, hay que definir en las grandes ciudades hospitales especializados en patología infecciosa, con capacidad de aumentar de forma ágil las camas de críticos e implementar circuitos de aislamiento de pacientes de forma rápida"


Desde un punto de vista organizativo, hay que definir en las grandes ciudades hospitales especializados en patología infecciosa, con capacidad de aumentar de forma ágil las camas de críticos e implementar circuitos de aislamiento de pacientes de forma rápida, y en pequeñas ciudades adaptar circuitos limpios y sucios diferenciados en el mismo hospital.

Deberíamos igualmente desarrollar el tejido empresarial necesario para ser capaces de autoabastecernos de mascarillas y EPIs en general, fabricar nuestros propios respiradores, reducir, en definitiva, la dependencia con otros países.

¿Qué podría haber aportado la Neumología que no haya podido hacer por la premura en el estallido de la crisis actual?

Los neumólogos son los médicos expertos en las enfermedades respiratorias y en esta pandemia COVID-19 se les ha echado de menos en los foros oficiales de expertos, en los comités que han gestionado la crisis. Y esto ha sido un grave error. En una enfermedad en la que las complicaciones son respiratorias, donde muchos pacientes han necesitado terapias respiratorias no invasivas y han requerido cuidados intermedios respiratorios, donde los hospitales se han tenido que transformar dotando con monitorización respiratoria y equipos de soporte ventilatorio no invasivo a plantas no acondicionadas previamente, donde ha habido que diseñar nuevos circuitos y canalizaciones de oxígeno medicinal ante el enorme incremento en su consumo, hubiera sido deseable contar con el “expertise” y el “know how” de la Neumología. Se habla mucho de qué va a pasar con los pacientes que hayan superado la infección, si van a quedar secuelas pulmonares a largo plazo, insuficiencia respiratoria, fibrosis pulmonar… No sabemos lo que va a pasar, pero sí sabemos dónde va a pasar: en las consultas y plantas de hospitalización de Neumología.

Esta exclusión de la Neumología por las autoridades se ha visto compensada con la inmensa labor desarrollada. La Neumología lo ha dado todo en el Covid-19, se ha reinventado como especialidad y ha entendido el gran papel que juega en el tratamiento de los pacientes con fallo respiratorio agudo.

Por último, como director médico de Nippon Gases Healthcare, ¿qué importancia ha tenido el oxígeno medicinal en la pandemia COVID-19?

La actividad que realiza Oximesa Nippon Gases ha sido considerada “esencial” por las autoridades en esta emergencia sanitaria. La producción de oxígeno medicinal se ha visto incrementada notablemente debido al elevado consumo hospitalario del mismo. Además, ha habido que medicalizar hoteles, hospitales de campaña, residencias sociosanitarias y otras instalaciones diversas, dotándolas de la infraestructura necesaria para llevar el oxígeno a todos los pacientes que lo han necesitado. Para mantener este ritmo de producción, la empresa ha tenido que trabajar a tres turnos los siete días de la semana, realizando un gran esfuerzo logístico que se ha visto recompensado con los resultados obtenidos.
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