Pedro Duque, ministro de Ciencia
¿Funciona realmente la “magnoterapia estátia”? ¿Qué riesgos conlleva la llamada “dieta macrobiótica? Son algunas de las dudas que ha tratado de resolver la
Red Española de Agencias de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del SNS (RedETS), que ha elaborado los primeros informes sobre
cuatro nuevas pseudoterapias, que eleva la cifra total a 72. La realidad, ha indicado el
Ministerio de Sanidad, es que la mayoría de estos tratamientos no ofrecen certezas de su eficacia, e incluso algunos de ellos pueden acarrear “efectos adversos”. “No se valora su utilización para finalidades no sanitarias”, sentencia.
Los cuatro primeros estudios publicados este viernes forman parte del plan del Gobierno destinado a “proporcionar a la ciudadanía
información veraz y rigurosa para poder diferenciar prácticas cuya eficacia para tratar o curar enfermedades ha sido contrastada científicamente frente e otras que no han demostrado esta eficacia”.
Sanación espiritual activa
Las cuatro pseudoterapias analizadas tienen como común denominador el hecho de que no existen evidencias científicas de que ayuden a mejorar la calidad de vida de quienes se someten a ellas. Pero resulta especialmente crítico el estudio sobre la llamada
“sanación espiritual activa”, que se define como una técnica no invasiva de intervención en el
“cuerpo energético” de la persona para generar efectos físicos y restaurar la salud.
En el informe que ha hecho público el Ministerio de Sanidad se indica que esta técnica
“no puede considerarse terapéutica para ninguna indicación clínica”, al menos “en base a la evidencia encontrada”. En el texto se recoge que la sanación espiritual activa “parece mejorar la salud de los pacientes con artritis reumatoide leve” con una disminución tanto de la inflamación de las articulaciones como del número de las articulaciones inflamadas, pero indica que “los resultados de dicha mejoría no permiten asegurar su relevancia clínica”.
El RedETS cita un estudio “de menor calidad” que sostiene que, para indicaciones de fatiga, dolor inespecífico o crónico y problemas psicológicos, “la sanación espiritual activa parece mejorar ligeramente la calidad de vida autonotificada”. Sin embargo, estos beneficios no solo no están probados, sino que además el tratamiento puede conllevar un “elevado porcentaje de efectos adversos”, entre ellos
fatiga hasta dolor y vértigos.
Magnoterapia estática
Tampoco la
“magnoterapia estática” ha demostrar ser un tratamiento eficaz para el alivio del dolor de ningún tipo. Este procedimiento, que se basa en la utilización de campos magnéticos generados por imanes u otros dispositivos de esta naturaleza, no ha demostrado efecto alguno en el cuerpo humano.
En cualquier caso, el informe indica que tampoco “parece existir un riesgo de seguridad relevante directamente derivado de los campos magnéticos estáticos”. Añade que los problemas que se notificaron “fueron menores y parecen encontrarse en relación con el
contacto cutáneo de los materiales adhesivos o de cubierta de los propios imanes”.
Masaje tailandés
El
“masaje tailandés” es una técnica milenaria que se caracteriza por “trabajar con masaje profundo todo el cuerpo mediante
presiones, movilizaciones pasivas y estiramientos adaptados a las necesidades y situación de cada usuario”. Los ensayos realizados para comprobar su efectividad, señala el informe publicado por Sanidad, tienen un “alto sesgo” y ninguno se orienta a “recoger información relevante” sobre su seguridad.
“Solo un estudio sobre espasticidad presenta efectos adversos leves como rigidez muscular, dolor muscular, inflamación o equimosis. El resto de los ensayos incluidos no presentan resultados clínicos cuantitativos relacionados con la seguridad, si bien y de acuerdo con los autores,
no parecen existir efectos adversos de relevancia relacionados con la intervención”, apunta.
En general, añade, las intervenciones con masaje tailandés son bien toleradas por los pacientes, pero existe escasa información proveniente de los estudios incluidos sobre complicaciones y efectos adversos asociados a la aplicación de las distintas técnicas componentes del MT, por lo que
no se puede descartar el riesgo de complicaciones producidas por esta técnica.
En definitiva, no es posible “hacer conclusiones definitivas sobre la eficacia y seguridad del masaje tailandés” en el dolor lumbar agudo, subagudo o crónico inespecífico, el síndrome de dolor crónico miofascial, la osteoartrosis de rodilla, la cefalea tensional crónica, la
neuropatía diabética y la espasticidad y la tensión muscular en patología neurológica.
Dieta macrobiótica
La
dieta macrobiótica ha sido definida como una forma de comer “basada en el principio del Yin y el Yang, buscando el equilibrio físico y emocional a través de la alimentación”. Según los estudios de Sanidad, también en este caso hay una
“baja calidad de los estudios identificados” que “no permite extraer conclusiones sobre su eficacia y seguridad.
Tanto la dieta macrobiótica como la dieta con la que se comparó mejoraron los resultados para las variables analizadas en cada uno de los estudios, aunque en el primer caso los datos fueron significativamente mejores en la disminución de los niveles de glucosa en sangre después de las comidas, en la reducción de uno de los marcadores de inflamación (IGF-1), en la modificación de los perfiles de microbiota intestinal, en el porcentaje de cambio de la esclerostina sérica y en el control de la aparición de hipoglucemias reactivas durante el día.
En los estudios revisados tampoco se identificó ninguna reacción adversa relacionada con el uso de esta dieta.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.