Los hospitales estrenan una figura para quitar 'papeleo' a sus médicos

El asistente clínico ya es una realidad en el Sistema Nacional de Salud (SNS) y los primeros resultados de la experiencia piloto en un hospital en España determinan que esta figura libera tiempo tanto a médicos como enfermeras, optimiza el proceso clínico y es eficiente en cuanto a los costes. Así lo explican la jefa de Operaciones del Sant Joan de Déu Pediatric Cancer Center Barcelona, Cristina Adroher, y la jefa de Admisiones, Esther Álvarez, a Redacción Médica.

"El asistente clínico es una figura que está muy extendida en otros sistemas sanitarios, como Estados Unidos y Reino Unido, pero en España no", introduce Adroher. Los resultados de la experiencia se han plasmado en la primera publicación en España que analiza esta figura y destacan que la delegación permite a los asistentes clínicos trabajar más estrechamente al máximo de sus competencias, que los facultativos dispongan de más tiempo para tareas clínicas de mayor valor añadido y que reducen el coste del proceso clínico en un 56 por ciento respecto al modelo convencional, ya que el coste por hora de un asistente clínico es muy inferior al de un médico.

El estudio, publicado este año, muestra que es "adecuado implantar" el asistente clínico en los sistemas sanitarios porque "es muy accesible y tiene buenos resultados clínicos", apunta la jefa de Operaciones del SJD Pediatric Cancer Center Barcelona. De hecho, esta figura surge para dar respuesta a las reivindicaciones de los médicos de que en ocasiones destinan hasta el 50 por ciento de su tiempo a tareas administrativas y burocráticas, lo que les genera insatisfacción. Los datos arrojan que en el primer año de experiencia los asistentes clínicos atendieron 13.553 solicitudes, el 69 por ciento del total, lo que supone un ahorro total de 6,67 semanas laborales de 40 horas.

Trabajo multidisciplinar y aplicable a cualquier Servicio

"El objetivo final de esta experiencia es que todos los profesionales del equipo puedan desarrollar al máximo sus competencias: que el médico haga de médico y la enfermera de enfermera", remarca Adroher. Algo que parece tan sencillo, pero a la vez tan complicado, que se basa en un trabajo multidisciplinar y no ver al asistente clínico como una figura de apoyo al facultativo. Por su parte, la jefa de Admisión, Esther Álvarez, explica el minucioso trabajo para implantar el asistente clínico, que conlleva un periodo de entre tres y seis meses, y que debe ir de arriba abajo. "Las gerencias de los hospitales se lo deben creer", apostilla.

En ese sentido, la exploración empieza identificando la necesidad de descargar tareas administrativas a los médicos y continúa con una metodología que pasa por una "buena planificación, definir las tareas, presentemos la figura y establezcamos un marco de trabajo", incide Álvarez.

Adroher destaca que el asistente clínico, y más con la falta de profesionales asistenciales que experimenta el sistema, "hacen que los médicos y enfermeras puedan aportar su valor añadido para que cada uno desarrolle al máximo sus competencias". Esta experiencia en un hospital abrió el camino para que el asistente clínico llegará también a la Atención Primaria y a los médicos de Familia, a través de los centros de salud autogestionados de Cataluña, como el EAP Sardenya o el EAP Vic.

Una vez instaurada esta figura en el Área de Oncología, posteriormente se extendió al Servicio de Ortopedia y Traumatología y también a los Servicios de Cirugía y de Neurocirugía del hospital. Por ello, la jefa de Operaciones del SJD Pediatric Cancer Center Barcelona defiende que el asistente clínico "podría estar implantado en todos los Servicios". La mayor prueba del buen hacer de estos profesionales es que en Oncología se empezó la experiencia con dos asistentes clínicos para un equipo asistencial de 35 personas y ahora hay uno en cada unidad funcional, que son seis en total. Así lo cree también la jefa de Admisión, que hace hincapié en que su implantación debe ser una decisión del jefe de Servicio y con el visto bueno de todos los profesionales involucrados en este proceso, aunque remarca que su incorporación debe ir acompañada de un respaldo presupuestario al ser nuevas contrataciones.

¿El SNS implantará el asistente clínico?

El asistente clínico realiza una formación especial para esta posición, tras ejercer como técnico de documentación o administrativos con experiencia en centros de salud y hospitales. Según Adroher, a pesar que en esta ocasión las resistencias que pudieron haber al cambio "se superaron rápidamente cuando reunimos a médicos, enfermeras y asistente", la posible implantación de esta figura en todo el sistema sanitario catalán, más allá del Siscat, ha generado controversia.

Es en la red de la sanidad concertada y los centros de salud autogestionados donde hay los primeros "brotes verdes" de los resultados de incorporar la figura del asistente clínico, según Álvarez. Ella misma reconoce que varios hospitales se han interesado por esta iniciativa para imitarla, aunque advierte que es un proceso "de cocción lenta, donde no se puede improvisar y todos los profesionales deben estar alineados con los mismos objetivos".

Algunos sindicatos impugnaron una prueba piloto de 2021, generando medidas cautelares, por lo que el Servei Català de la Salut (CatSalut) decidió retirarla para subsanar los errores. El Departament de Salut es conocedor de estas experiencias y continúa buscando el marco legislativo o regulatorio para reconocer al asistente clínico, sin provocar fricciones con el resto de categorías profesionales, y extender esta figura. Para Adroher, "actualizar la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias sería la mejor opción".

Por el momento, la jefa de Operaciones del SJD Pediatric Cancer Center Barcelona apunta que este es un "rol muy vivo, que va evolucionando y cada vez asumirá más tareas y competencias", por lo que tanto médicos, enfermeras y asistente clínico ven su implantación como "un win-win para todos".