Julio Acero, jefe de Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Ramón y Cajal.
El Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid) está a la espera de los resultados definitivos de una serie de proyectos con los que pretende dar un paso más en el avance en
cirugía maxilofacial. Concretamente, el centro madrileño está inmerso en tres investigaciones sobre
imagen intraoperatoria, hologramas e inteligencia artificial. En aproximadamente
24 meses obtendrán los resultados, tal y como señalan desde el complejo sanitario.
En el
Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del hospital están intentando dar una respuesta alternativa a los
tumores, con el liderazgo de su repsonsable,
Julio Acero. Para ello, su equipo está inmerso en un estudio de hologramas, aunque todavía en fase de implementación. “Es un proyecto con el que queremos comprobar si, operando con una planificación virtual y navegación en tumores complejos de las
regiones profundas de la cara como un cáncer, podemos tener mejores resultados”, comenta el especialista. Y es que, con esa estrategia en funcionamiento, Acero indica que se podrían
quitar tumores “con mayor seguridad”.
La inteligencia artificial (IA) juega un papel ‘capital’ en el futuro de la cirugía maxilofacial, pues tal y como apuntan desde el Ramón y Cajal, también están investigando si la propia IA es capaz de facilitar un diagnóstico más precoz. Es decir, que según señala Acero, quieren desarrollar un programa que, mediante
imágenes de lesiones, pueda adelantarse al diagnóstico humano y categorizar la imagen realizada como “una imagen alarmante”, para poder derivarlo al especialista. “Estos procesos tecnológicos de innovación pueden suponer un
avance importante”, recalca el facultativo.
Mejorar el diagnóstico con imágnees intraoperatorias
Más allá de que estos estudios traten de llevar a cabo
cirugías de manera más segura, incidir en el diagnóstico precoz es otra de las direcciones en las que actúa el Hospital Ramón y Cajal. Con el estudio de las imágenes intraoperatorias tratan de comprobar que los resultados del proceso realizado en el tratamiento quirúrgico en las deformidades faciales han sido los planificados y esperados. “En las deformidades faciales ha habido un avance muy grande en los últimos años en cuanto a la
planificación virtual. Se hace un diagnóstico tridimensional y se proyecta lo que se quiere conseguir en el movimiento de los huesos faciales para conseguir un resultado correcto. Eso está bien, pero no existe ningún método objetivo de verificación que nos diga que los movimientos que hemos hecho en los huesos sean los que estaban previstos”, argumenta
Julio Acero, jefe de Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Ramón y Cajal.
La idea del hospital madrileño es tratar de desarrollar un programa que permita analizar y comparar si lo realizado es lo anteriormente planificado. Es decir, si los resultados obtenidos por la operación han sido los adecuados. “Pensamos que a corto o medio plazo podemos tener evidencia”, especifica Acero, en relación a los plazos que en el centro sanitario manejan. Así, con unos buenos resultados y un software desarrollado para su funcionamiento, el Ramón y Cajal podría
evitar, por ejemplo, las reoperaciones, tal y como explica el especialista.
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