Rosa Urbano y Rafael Ortí.
Ante la inminente creación de la
Agencia Estatal de Salud Pública, varias profesiones sanitarias y sectores de la salud han planteado que deberían formar parte de su plantilla para diseñar un funcionamiento ideal de la institución dependiente del Ministerio de Sanidad. Un
‘equipo’ que desde Salud Pública reclaman que deben
liderar aquellos que cuenten con la
especialidad MIR de Medicina Preventiva y Salud Pública, pero que debe estar
acompañado de otras especialidades médicas que estén relacionadas con la enfermedad a vigilar. Además,
abren la puerta a perfiles no sanitarios que pueden acometer tareas necesarias para
el desarrollo de las estrategias de Salud Pública.
“La
salud pública es multidisciplinar por definición, por lo tanto, es necesario que la Agencia Estatal de Salud Pública esté integrada por
profesionales que necesariamente habrán de tener
distinta formación de grado”, explica Rosa Urbano Garrido, presidenta de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), quien abre la puerta, entre otros, a enfermeros, veterinarios, biólogos, economistas, juristas y politólogos. Aunque estos profesionales “siempre” deben tener
“alguna formación en salud pública o acreditar experiencia en este ámbito”.
Un abordaje multidisciplinar que respalda Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (Sempspgs): “La Salud Pública debe ser abordada desde diferentes ámbitos. Hablamos de salud en todas las políticas y, por tanto, debe haber
profesionales de múltiples profesiones y especialidades. Como prototipo ideal no cabe ninguna duda que no podemos seguir con las escalas antiguas que constituían los servicios de salud y centros de sanidad. En estos momentos, hay una formación reglada de titulaciones y especialidades. Tiene que haber profesionales de todo tipo, pero tienen que ser principalmente sanitarios, médicos y especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública”.
Actualmente, y según la Encuesta de capacidades organizativas de la Vigilancia y las Alertas en Salud Pública elaborada por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), el perfil profesional de las personas que forman parte de los
servicios de vigilancia de Salud Pública autonómicos está
compuesto en su mayoría por especialistas en
Medicina Preventiva y Salud Pública y otras especialidades médicas como
Medicina Familiar y Comunitaria, Microbiología y Parasitología Clínica. También se cuenta con profesionales de Enfermería y cuatro CCAA tienen personal de Veterinaria y Farmacia. Mientras que solo una región ha contratado profesionales de matemáticas y estadística.
Especialistas médicos expertos en la enfermedad a vigilar
Más allá del equipo troncal formado por especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública. Desde ambas sociedades entienden que se deben
contratar especialistas médicos relacionados con la materia a vigilar. “Problemas de salud pública va a haber de muchos tipos. Entonces, aparte de gente con una visión específica de metodología y visión de salud pública, cualquier especialista médico que haya trabajado sobre una enfermedad que suponga un problema de salud pública va a tener que ser incorporado. Es decir,
cualquier especialidad puede formar parte si el problema está relacionado con sus competencias, explica Ortí.
Por ello, el presidente de Sempspgs entiende que
no hay que vetar la posibilidad de incorporarse a nadie siempre que tenga un reconocido prestigio en la materia. “Por ejemplo, si se crea un nodo de especial atención a las infecciones respiratorias de transmisión comunitaria. Ahí sería bueno incorporar a un neumólogo”, detalla el facultativo.
Respecto a la petición de Enfermería, Salud Pública recoge el guante y
abre la puerta a los enfermeros y enfermeras que cuentan con la especialidad de salud comunitaria. Además, recuerdan la propuesta realizada a Sanidad de diseñar una nueva especialidad de
Enfermería Preventiva.
Otros perfiles sanitarios
Como explicaba a
Redacción Médica el portavoz de Sespas, Ildefonso Hernández, desde la especialidad “no ponen puertas al campo” y
dan cabida a nuevos perfiles que no son sanitarios. “Si se están siguiendo casos de tuberculosis y se tiene que dar una profilaxis, es habitual que esté un médico en la red de vigilancia, ya que hay que hacer una serie de acciones que corresponden al facultativo, pero no es necesario que estemos manejando una base de datos”, reclamaba el facultativo.
Una definición que también se extiende al ‘equipo’ ideal para la Agencia Estatal. “La salud pública no solo es de médicos y tienen que estar colaborando profesionales de todo tipo. Necesitamos personas formadas en diferentes disciplinas relacionadas com
o estadísticos, informáticos, epidemiólogos, nutricionistas, psicólogos, sociólogos…. Eso sí, estos perfiles deben tener
formación en salud pública. Hay otras vías más allá del MIR como son los másteres”, reclama Ortí.
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