El tratamiento de la enfermedad debe supervisarse por el médico si no se estabilizan los valores de glucemia.
1 mar. 2017 13:00H
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Hasta uno de cada tres pacientes con diabetes tipo 2 ven entorpecido el control de su enfermedad por un fallo en el inicio o en la intensidad de su tratamiento, lo que se conoce como inercia terapéutica. De ahí que hasta la mitad no cumpla con los objetivos de control glucémico.
Para reducir estas situaciones resulta clave “estar al día en el conocimiento de los nuevos tratamientos”, según ha destacado Celia Cols, médico de familia del Área Básica Sanitaria Martorell Rural (Barcelona), durante un encuentro formativo organizado por la farmacéutica Lilly.
De hecho, esta experta ha reconocido que el miedo a la negativa del paciente con diabetes a añadir un fármaco inyectable a su tratamiento constituye uno de los aspectos que influye en esta inercia, para lo que se han diseñado alternativas sencillas que facilitan la adaptación a estas terapias.
Comunicación médico-enfermo: fundamental
Junto con las nuevas opciones terapéuticas, ha destacado Sonia Miravet, también del Área Básica de Salud Martorell, resulta igualmente clave la comunicación médico-paciente para “acordar los objetivos de control glucémico” y establecer una hoja de ruta común de cumplimiento.
Esta conversación entre el profesional sanitario y el paciente impacta, además, de forma positiva en el cumplimiento de la terapia, otra de las dificultades que entorpecen el control de la diabetes tipo 2. “La empatía y la escucha activa son claves en esta comunicación médico-paciente”, ha sentenciado Miravet.
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