Semergen rechaza la nueva guía enfermera: "Es una competencia médica"

La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) ha expresado públicamente su rechazo al hecho de que, desde este lunes, las enfermeras puedan indicar medicamentos sujetos a prescripción médica para tratar la infección de tracto urinario inferior no complicada en mujeres adultas. Aunque valora el trabajo desempeñado por el colectivo enfermero, desde Semergen, en un comunicado, defiende la prescripción terapéutica “como una acción o competencia exclusivamente médica”.

La Resolución de la Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud, por la que se valida la Guía para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de los profesionales de enfermería para el tratamiento de infecciones de orina en  mujeres se publicó este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Se trata de la novena guía destinada a la indicación de medicamentos por parte de las enfermeras. Antes ya se publicaron las referentes a deshabituación tabáquica, anestésicos locales, fiebre, anticoagulación oral, tratamiento de heridas, hipertensión, diabetes tipo 1 y tipo 2, quemaduras y ostomías.

Esta novena guía se publica en un contexto de plena apuesta desde el Ministerio de Sanidad por regular la prescripción enfermera, más allá de las actuales guías de indicación, que el secretario de Estado del ramo, Javier Padilla, definió como “un mal menor” en la entrevista concedida a Redacción Médica. En la conversación también avanzó que la futura reforma de la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento incorporará modificaciones “encaminadas a asentar al menos el paraguas normativo para que, por la vía del real decreto, se pueda normativizar esto”.

Argumentos de Semergen contra la indicación enfermera

No es la primera vez que el colectivo médico muestra su rechazo a la regulación de la prescripción enfermera. En su comunicado de este miércoles, Semergen reitera argumentos ya empleados anteriormente. En primer lugar, considera que la prescripción de medicamentos “es un acto médico que requiere un alto grado de responsabilidad y formación”.

“La prescripción de medicamentos no solo implica la elección del fármaco adecuado, sino que es el resultado final de un proceso que se inicia con la anamnesis o exploración física y la realización de pruebas clínicas, que continúa con un planteamiento diagnóstico y finalmente con un plan de manejo terapéutico. Este proceso se debe comprender como un continuum clínico-asistencial, donde cada paso se entiende como parte integrante de un todo y no pueden ser separados los unos de los otros”, explica el colectivo.

Para Semergen, dicho proceso asistencial “es y debe seguir siendo responsabilidad exclusiva del profesional médico”, y recuerda que el facultativo es, actualmente, “el único profesional que posee las competencias clínicas adecuadas para realizar esta función con calidad y seguridad, devenidas de su formación universitaria y de postgrado”.

Entre esas competencias se halla una “formación exhaustiva” en Farmacología, lo que permite a los médicos “comprender de manera integral los efectos de los fármacos, sus interacciones y las posibles complicaciones”, según Semergen, que resaltan que, frente a ello, “un elevado porcentaje de los planes formativos de Enfermería no incluye la Farmacología”.

En esa línea, la sociedad no oculta su “preocupación” ante la ampliación de competencias de prescripción de medicamentos a profesionales no médicos, “ya que podrían tener implicaciones en la seguridad del paciente y comprometer la calidad de la atención sanitaria, llevando a diagnósticos imprecisos y tratamientos inapropiados”.

Modelo sanitario multidisciplinar

En cualquier caso, Semergen apuesta por “una atención sanitaria basada en un modelo colaborativo y multidisciplinar, donde cada profesional contribuya desde su área de especialización, aplicando sus competencias adquiridas a través de su formación y capacitación”, pero también estableciendo “límites” para “salvaguardar las competencias profesionales en la toma de decisiones que suponen una responsabilidad clínica”.

“En el caso del tratamiento de las infecciones de orina, y en un contexto global donde la resistencia a los antimicrobianos es una amenaza creciente, el diagnóstico diferencial por parte del médico y la selección adecuada de antibióticos es crucial para evitar su uso innecesario”, sentencia.