Vasant Narasimhan, próximo CEO de Novartis.
Novartis ha anunciado los resultados de un estudio retrospectivo en la práctica clínica real en pacientes con
trombocitopenia inmune primaria (PTI) tratados con
Revolade (eltrombopag), comparado con otras terapias de segunda línea. Los datos demostraron que los pacientes experimentaron
mejores resultados clínicos con Revolade, con menos episodios hemorrágicos.
“A pesar de los avances para tratar la trombocitopenia inmune primaria, muchos pacientes siguen en riesgo de episodios hemorrágicos”, apuntó
Samit Hirawat, director de Desarrollo de Medicamentos de Novartis Oncología. “Con este tipo de datos de la práctica clínica real, podemos reimaginar la atención entendiendo con más claridad los resultados de una serie de tratamientos y, a su vez, poder
ayudar a los profesionales sanitarios a gestionar mejor las opciones disponibles para sus pacientes”.
"Estos datos ayudan a los médicos a sopesar opciones para el tratamiento de segunda línea con sus pacientes"
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Los resultados
De los
2.526 adultos que cumplieron los criterios de inclusión, 110 (4,4 por ciento) recibieron eltrombopag, 189 (7,5 por ciento) romiplostim, 1.488 (58,9 por ciento) rituximab y 260 (10,3 por ciento)
esplenectomía; los 479 (18,9 por ciento) restantes recibieron una mezcla de otros agentes de segunda línea.
Comparado con el valor en el momento basal, los recuentos de plaquetas aumentaron en todas las cohortes de tratamiento. La proporción de pacientes que experimentó
episodios asociados a sangrados (BRE) fue desde el 25,5 por ciento (eltrombopag) a 36,5 por ciento (romiplostim), mientras que se observaron
eventos trombóticos (ET) en todas las cohortes de tratamiento desde el 11,6 por ciento (eltrombopag) a 15,7 por ciento (esplenectomía).
Un análisis adicional demostró que los pacientes con PTI que se sometieron a esplenectomía como tratamiento de segunda línea presentaban el recuento de plaquetas medio más alto durante los 12 primeros meses tras iniciar el tratamiento, pero tenían
un mayor riesgo de ET (15,7 por ciento) (como accidente cerebrovascular, ataque isquémico transitorio, infarto de miocardio, trombosis venosa profunda y embolia pulmonar) frente al 11,6 por ciento (eltrombopag), 12,7 por ciento (romiplostim) y 13,9 por ciento (rituximab).
“Estos datos de la práctica clínica real pueden ayudar a los médicos a sopesar opciones para el tratamiento de segunda línea con sus pacientes”. Adam Cuker, profesor adjunto de medicina en la Universidad de Pennsylvania. “También pueden ayudar a
explicar la tendencia a largo plazo
a aplazar las esplenectomías hasta probar otras líneas de tratamiento”.
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