Marisol Soengas, Teresa Terrén, Pedro Pérez Segura, María Ángeles Peñuelas y Joaquín Mateos.
En 2025 se registrarán
296.103 nuevos casos de cáncer, según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). No obstante, esta es solo la cifra de pacientes, pero la enfermedad abarca a muchas más personas, tanto sus familiares y acompañantes, como a todos los profesionales sanitarios que
participan en este proceso oncológico. En este presente año habrá casi 300.000 historias de vida nuevas creadas y no se trata solo de curar el cáncer, sino de dar la mejor calidad de vida y atención a quienes la padecen. Por ello, MSD ha creado una nueva edición de su
programa 'Historias de vida', que se centra en el impacto emocional tanto en los pacientes como en su entorno.
"Desde
MSD tenemos como objetivo mejorar la salud de las personas con fármacos, pero
también impulsar actividades para mejorar su calidad de vida y dar voz a los pacientes con cáncer. Hay una parte muy importante de la población que convive con el cáncer y sufre un impacto emocional, por ser paciente o por estar vinculado de una forma u otra a ellos", ha asegurado
Joaquín Mateos, director médico de MSD en España, en la presentación de esta iniciativa en el marco del Día Mundial contra el Cáncer.
En este sentido, los profesionales sanitarios juegan un gran papel. Cuando un paciente acude a la consulta con su oncólogo,
hay mucho trabajo detrás ya hecho, tal y como ha detallado Pedro Pérez Segura, secretario de Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO): "Cuando le comentamos las opciones terapéuticas también se
integran los aspectos humanos del entorno de cada uno. De nada sirve curar un cáncer si tiene una vida social mala. Hay que escuchar
qué considera importante el paciente y cómo lo percibe tanto él como su familia".
Mejorar la calidad de vida se puede hacer a través de diferentes vías. Por ejemplo, al reducir las visitas al hospital, ya sea a través de la telemedicina o con opciones terapéuticas cuya administración puede hacerse a domicilio. "Nos
importa cómo está el paciente y no solo cómo está el tumor. Además, el papel de él se va a incrementar, quieren estar más en la toma de decisiones", ha añadido Pérez Segura.
Necesidades de los pacientes y ensayos clínicos
Un diagnóstico de cáncer
puede llegar de un día para otro. Bien lo sabe Marisol Soengas, presidenta de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (Aseica), quien ha estado muy cerca de la enfermedad como investigadora y
desde hace un año es paciente de cáncer de mama. Por este motivo, ha incidido en que hay que conocer por "lo que pasa una persona diagnosticada". En palabras de Soengas, los pacientes no tienen tiempo que perder, ni en cuanto al desarrollo ni al acceso: "Que estos avances que encontramos en los laboratorios
lleguen de forma equitativa".
Asimismo, la investigadora ha puesto el foco en las diferentes
opciones terapéuticas que existen, entre las que están
la participación en ensayos clínicos. "No solo sirven para demostrar que un tratamiento innovador funciona, sino que los pacientes se pueden beneficiar", ha señalado.
Sin duda, la comunicación del paciente con el equipo de Oncología es clave y también servirá para
mejorar la calidad de vida de quienes transitan la enfermedad. En esta misma línea, Teresa Terrén, cofundadora de la Fundación Más que Ideas y expaciente de cáncer, ha destacado que cada
paciente es único y hay muchas formas de vivir la enfermedad.
"Debemos atender esas necesidades emocionales, que no entienden de género, de edad, ni de poder adquisitivo.
Cuesta gestionar estas emociones y normalizarlas", ha expuesto. "Un buen apoyo generará que tengamos una buena salud mental y que
seamos más adherentes al tratamiento", ha añadido.
Por lo tanto, la
formación de los profesionales sanitarios cobra gran importancia, ya que es más necesario que nunca que conozcan las necesidades de los pacientes y "las fases por las que van a pasar". Las enfermeras son de las que más tiempo pasan con ellos, ha indicado Maria Ángeles Peñuelas, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO). Pero para
atenderles lo mejor posible, se requiere algo concreto: formación.
"Nosotras estamos formándonos continuamente para saber qué necesidades tiene el paciente en su largo proceso oncológico. Las organizaciones tienen que
empezar a exigir la formación posgrado de las enfermeras porque se trata de un paciente muy vulnerable y difícil de manejar", ha apuntado. De hecho, el cáncer son muchas enfermedades al mismo tiempo y cada día aparecen nuevos pacientes como
mujeres embarazadas, mayores de 75 años o el largo superviviente.
"Nos hemos tenido que ir
reorganizando con diferentes perfiles de enfermeras y darle cobertura a estas necesidades en función del paciente. Pero hay que incluir nuevas figuras para abordar el cáncer de manera integral, me refiero a
psicooncólogos, trabajadoras sociales, nutricionistas o rehabilitadores, entre otros", ha concluido.
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