Un momento de las 'I Jornadas de Medicina personalizada: realidades, retos y oportunidades' organizadas por Roche.
Sabemos el nombre del cáncer, pero todavía no todos sus “apellidos”. Es decir, la información genética que en un futuro permitirá a los profesionales sanitarios hallar el
tratamiento más efectivo y con menos efectos secundarios para cada paciente oncológico. Ese es el camino por el que avanza la medicina personalizada a través de la genómica, han aseverado los ponentes de la tercera mesa redonda de las jornadas organizadas por
Roche Farma España para dar a conocer los beneficios de una metodología que, aunque su implantación todavía parece lejana, es ya una opción “real”.
En efecto, una de las aplicaciones que se vislumbran en torno a esta medicina genómica atañe al ámbito oncológico. Este ha sido el objeto de debate de la nueva mesa redonda de las “I Jornadas de Medicina personalizada: realidades, retos y oportunidades”, en la que han participado
Luis Paz-Ares y Fernando López-Ríos, jefe de servicio de Oncología y adjunto en el servicio de Anatomía y Patología del Hospital 12 de Octubre, respectivamente;
María Luz Amador, directora médica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC); y
Joaquín Dopazo, investigador responsable del grupo de Medicina computacional de sistemas del IBIS de Sevilla.
El objetivo de esta práctica es que el tratamiento de los diferentes tipos de cáncer
deje de ser “universal” y se adapte a cada paciente. Es decir, “encontrar la diana” o
“el talón de Aquiles” de los tumores, ha destacado Luis Paz-Ares. El también presidente de Aseica (Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer) ha incidido en que si se logra aislar las anomalías genéticas de las células cancerígenas podrá hallarse con mayor facilidad un tratamiento específico que no solo sea más eficaz, sino que también provoque menos efectos secundarios.
"Se logra mejorar la calidad de vida de los pacientes porque la toxicidad es mucho más específica, no tan generalizada como hasta ahora"
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“Se logra mejorar la calidad de vida de estas personas porque
la toxicidad es mucho más específica, menos generalizada”, ha añadido al respecto María Luz Amador, que ha puesto como ejemplo el daño que produce la quimioterapia para calidad de vida del paciente. “Estos fármacos son muy distintos. Si eso repercute en menos toxicidad y vivir más tiempo, ahí es donde está la clave”, ha dictaminado.
De forma paralela, este tipo de prácticas buscan también incrementar en el paciente la “percepción de que está llegando a la comprensión última de su enfermedad”. Son palabras de Fernando López-Ríos, quien ha puesto de relieve la “satisfacción” que produce esta sensación para la persona que padece la enfermedad.
“Hacen falta más datos y conocimiento”
Pese a ello, la medicina personalizada no está exenta de incertidumbres. Una de las más grandes es cuándo podrá practicarse en los hospitales españoles, algo que
Paula González, representante de la Federación Española de Cáncer de Mama (Fecma), ha tenido la oportunidad de consultar directamente a los ponentes. Lo cierto es que, según Paz-Ares, la medicina genómica “ya está aquí, pero no va a llegar a día de hoy a todos los pacientes”. Con él ha coincidido Joaquín Dopazo, quien ha subrayado que todavía hacen falta
“mas biomarcadores y más conocimiento” para ello.
En este sentido, el propio Dopazo ha reiterado la necesidad de que la ciudadanía proporcione a la ciencia su información.
“Los datos son el petróleo del siglo XXI, se puede aprender muchísimo”, ha incidido el también director de la Fundación Progreso y Salud de Andalucía, quien ha negado que el hecho de proporcionarlos conlleve riesgos para los ciudadanos. “Están protegidos por la
Ley de Protección de Datos, y tienen que pasar por muchos filtros antes de facilitarse”, ha puntualizado.
Por su parte, Fernando López-Ríos ha achacado la falta de ese último impulso a la medicina personalizada a la poca “organización”. “Tenemos fármacos increíbles, tenemos acceso a ellos, tenemos tecnología. Pero
nos falta una priorización adecuada de los cursos”, ha indicado.
Una medicina “equitativa”
Durante la mesa redonda, que ha sido moderada por la periodista Helena Resano, ha intervenido también la oncóloga Ana Casas, de la Fundación Actitud frente al Cáncer (AFC), quien ha reconocido su inquietud por que esta medicina personalizada sea “equitativa” entre todas las comunidades autónomas. Al respecto, Dopazo se ha mostrado confiado en que esa secuenciación se pueda hacer
de forma “centralizada”, con algo de organización, para extenderla al conjunto de los hospitales españoles.
“Hay un poco de todo, todos tenemos nuestra parte de culpa”, ha asumido Paz-Ares, quien ha indicado que la tecnología nueva suele llegar antes a unos hospitales que a otros. “Esto
afecta a muchos pacientes, por eso es tan relevante”, ha subrayado el oncólogo, que ha abogado por observar la organización de países del entorno, como Francia.
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