Guido Oelkers, CEO de Sobi
El uso temprano y dirigido de anakinra, sumado al tratamiento estándar actual, reduce el riesgo de muerte y aumenta la probabilidad de recuperación completa en los pacientes hospitalizados por Covid-19 con mal pronóstico debido al riesgo de insuficiencia respiratoria grave (IRS).
Así lo demuestran los resultados del estudio de investigación de fase 3 Save-More publicados por
Nature Medicine y en los que evalúa la administración de anakinra, junto con el tratamiento estándar actual, en
pacientes con neumonía Covid-19 de moderada a grave.
En concreto la administración temprana de anakinra, junto con el tratamiento estándar actual, redujo el riesgo de progresión de la enfermedad en un 64 por ciento y recortó los casos graves en un 54 por ciento, según los resultados a día 28 de este análisis. La disminución relativa de la mortalidad fue del 55 por ciento, alcanzando el 80 por ciento en aquellos pacientes que presentaban tormenta de citocinas y la mitad de pacientes que se sometieron al tratamiento se recuperó por completo.
En cuanto al ingreso, el
tiempo medio hasta el alta hospitalaria se redujo en un día y en hasta cuatro en las hospitalizaciones en de cuidados intensivos (UCI). Los tratamientos coadministrados fueron similares entre los dos brazos del estudio e incluyeron
dexametasona, anticoagulantes y remdesivir.
El estudio Save-More, patrocinado por el Instituto Helénico para el Estudio de la Sepsis (Hiss), es el primer gran ensayo controlado y aleatorizado que demuestra el beneficio de una intervención temprana con anakinra para la prevención de la progresión de la enfermedad y la muerte en una población de pacientes en riesgo de IRS.
Enfoque específicamente dirigido a la interleucina-1 (IL-1)
Se trata de los "únicos datos disponibles sobre la prevención de la progresión de la enfermedad en su fase inicial hasta el estado crítico, lo que indica que la enfermedad inflamatoria debe tratarse precozmente con un enfoque específicamente dirigido a la interleucina-1 (IL-1) alfa y beta", afirma el investigador principal, Evangelos J. Giamarellos-Bourboulis, catedrático de Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas en la Universidad Nacional y Capodistriana de Atenas y presidente de la Sociedad Europea del Shock y la Alianza Europea de la Sepsis.
"La publicación de los resultados demuestra la importancia de estos datos y hace avanzar nuestra comprensión del papel de la IL-1 en la Covid-19", añadía Guido Oelkers, CEO de Sobi. "Esperamos contribuir a una mejora de la atención a los pacientes durante este momento crítico y agradecemos la
oportunidad de trabajar estrechamente con la EMA y otras agencias reguladoras en relación
con estos resultados".
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