AstraZeneca inicia dos ensayos en fase IIIb para ello

Dapaglifozina se probará en enfermedad renal e insuficiencia cardíaca
Elisabeth Björk.


13 sept. 2016 14:50H
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POR REDACCIÓN
La compañía biofarmacéutica AstraZeneca ha anunciado el comienzo de dos nuevos ensayos, aleatorizados y controlados con placebo en fase IIIb con dapagliflozina (Forxiga) , un inhibidor de SGLT-2 que actualmente está indicado para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Estos dos grandes ensayos clínicos ayudarán a definir el papel potencial de dapagliflozina en el manejo de la enfermedad renal crónica y de la insuficiencia cardíaca crónica en personas con y sin diabetes tipo 2, respectivamente.

Ésta será la primera vez que se lleve a cabo un gran ensayo sobre resultados para evaluar el efecto de un inhibidor de SGLT-2 en la enfermedad renal crónica, para la que actualmente existen pocas opciones de tratamiento y una importante necesidad médica no satisfecha.

La compañía también ha anunciado el inicio de una serie de ensayos mecanísticos diseñados para comprender los fundamentos científicos de los posibles signos protectores cardiovasculares y renales observados con los inhibidores de SGLT-2.

Estos nuevos ensayos refuerzan el compromiso de AstraZeneca con las enfermedades cardiovasculares y metabólicas (CVMD) como una de sus principales áreas terapéuticas y con dapagliflozina, cuyas evidencias continúan creciendo con más de 80 ensayos clínicos completados y en curso y más de un millón de pacientes tratados hasta la fecha.

Según Elisabeth Björk, vicepresidenta y directora de Enfermedades Cardiovasculares y Metabólicas del Departamento de Desarrollo Global de Medicamentos de AstraZeneca, “nuestras investigaciones clínicas buscan abordar los múltiples factores de riesgo asociados a la morbilidad y mortalidad por causas cardiovasculares, incluyendo la diabetes, la insuficiencia cardíaca crónica y la enfermedad renal crónica. Con la ciencia como fundamento, buscamos mejorar la calidad de vida de millones de pacientes en todo el mundo que padecen una enfermedad cardiovascular”.

Por su parte, John McMurray, profesor de Cardiología en el Institute of Cardiovascular and Medical Sciences de la Universidad de Glasgow, y miembro del Comité Ejecutivo para Ensayos sobre Insuficiencia Cardíaca Crónica y Enfermedad Renal Crónica : “Esta colaboración entre AstraZeneca y la comunidad clínica tiene una gran importancia, ya que nos permite investigar los potenciales beneficios de dapagliflozina en la insuficiencia cardíaca crónica y la enfermedad renal crónica, así como su potencial para transformar nuestra manera de ver y manejar estas dos patologías, que suponen una gran carga para nuestros pacientes y para los sistemas de atención sanitaria”.

En la actualidad, se calcula que 200 millones de personas en todo el mundo sufren enfermedad renal crónica, y cerca de 38 millones de personas padecen insuficiencia cardíaca crónica.
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